Jorge Rocha dio el discurso que reproducimos en el Luna Park, al cumplirse 40 años de la fundación del PCR tras romper con el PC. Todavía estaba en curso la rebelión agraria de 2008 contra el gobierno kirchnerista, que abrió profundos debates en el pueblo y en el PCR. Rocha insiste sobre la necesidad de la hegemonía proletaria para que la liberación nacional y social sea posible, y alerta:
"...es necesaria, en una estrategia revolucionaria del proletariado, utilizar las contradicciones imperialistas en camino hacia el triunfo. Pero una cosa es utilizar las contradicciones interimperialistas para la causa revolucionaria, y otra es negarlas o negar su carácter. Porque si las negamos y ocultamos su carácter, más allá de las palabras, seremos esclavos y seremos miserablemente hundidos por esta lucha interimperialista, y nos apartaremos de defender incondicionalmente los intereses de la clase obrera y el pueblo."Este párrafo (y otros) fueron fueron deliberadamente tergiversados en otras desgrabaciones publicadas. En esta ocasión publicamos la desgrabación fiel al discurso original.
Discurso de Jorge Rocha en el Luna
Park el 30 de abril de 2008 por el 40° aniversario de la fundación del PCR
Compañeras y compañeros, amigas y amigos:
Cuando fundamos nuestro Partido en el verano
de 1968 hubo muchos que vaticinaron nuestra pronta desaparición. Hubo otros que
directamente nos amenazaron para hacernos desaparecer de la política argentina.
Y la dirección del Partido Comunista de aquel entonces desató una gran campaña
difamatoria sobre nosotros. Dijeron que éramos un grupo divisionista, que habíamos
caído -como se decía- en la charca del enemigo, en la charca de la burguesía. Y
decían que éramos un grupo de jóvenes divisionistas que no sabían lo que era
construir un Partido.
Y efectivamente éramos jóvenes, y no teníamos
mucha experiencia en lo que era construir un Partido. Nunca pensamos otra cosa:
que lo nuestro era -como lo fue- una rebelión de soldados y sargentos; una
rebelión juvenil en defensa del marxismo. Pero hubo miles de compañeros que
estaban esperanzados en construir un Partido de la clase obrera, un Partido que
luchara por la revolución.
Hace poco tiempo hemos publicado varios tomos
con nuestra historia. Puede verse allí lo que nosotros teníamos confuso. Y
puede verse allí lo que nosotros teníamos de análisis erróneo. Pero puede verse
allí también lo que nosotros sí teníamos claro. Las conclusiones a las que
habíamos arribado dolorosamente a partir de nuestra militancia. ¿Y qué teníamos
claro en el año ‘68?
Teníamos claro que la dirección del PC
había traicionado la causa revolucionaria de los trabajadores. Teníamos claro
que el PC había traicionado al marxismo-leninismo. Y es entonces que nos
convencimos de la necesidad de forjar un Partido de la clase obrera. Un partido
que levantara las banderas del marxismo-leninismo. Un Partido que las integrara
a nuestra realidad. Un Partido que se fundiera con las masas obreras y
populares. Un Partido que luchara para encabezar la lucha por la liberación
nacional y social del pueblo argentino.
Pero también teníamos claro una cosa,
compañeros, algo que nos indicaba el Che con su palabra y con su ejemplo
heroico: que el pueblo trabajador no iba a avanzar hacia la liberación y tomar
el poder en el marco de un lecho de rosas.
Éramos jóvenes, pero sabíamos con toda
claridad lo que la historia de la lucha de clases había demostrado: que las
clases dominantes no abandonan el escenario político, sus privilegios, su opresión
y explotación al pueblo trabajador, mansamente. Y teníamos muy claro por qué había
dicho Carlos Marx hacía ya muchos años que “la violencia era la partera de la
historia”. En eso estábamos totalmente claros. Y es por eso que nos acusaron de
fraccionistas y divisionistas. ¡Vaya la unidad que nos proponían! Nosotros por
defender esas banderas dimos el paso y nos lanzamos a la construcción del Partido
que hoy conmemoramos.
Y fue así entonces, compañeros, que con Otto [Vargas]
al frente decidimos construir este Partido que hoy celebra 40 años. Y lo
celebramos con orgullo. Con el orgullo de decir que desde entonces jamás
arriamos las banderas que fundamentaron nuestra existencia: que fueron las
banderas de servir incondicionalmente al pueblo, que fueron las banderas de la
revolución democrática, popular, agraria y antiimperialista, en marcha
ininterrumpida al socialismo. Esas fueron nuestras banderas que no arriamos jamás
desde entonces; y es el orgullo con que enfrentamos el 40 aniversario de la fundación
de nuestro Partido.
* * *
Cuando fundamos el Partido no éramos maoístas.
Al maoísmo llegamos varios años después. Con el aporte del maoísmo pudimos
desentrañar el proceso que llevó a la derrota del socialismo en la Unión
Soviética en 1957. Y con la ayuda del maoísmo pudimos comprender también la
trascendencia histórica de la teoría de la continuación [de la revolución] bajo
las condiciones del socialismo. Teoría que dio claridad y nuevas perspectivas a
millones de comunistas que habían sido sumidos en las tinieblas, por la derrota
del socialismo en el año '57.
Pero nuestro Partido no hizo de estos
desarrollos del marxismo-leninismo una defensa doctrinaria. Por el contrario,
nos esforzamos a partir de los requerimientos de nuestra propia práctica para
ver qué consecuencias tenía para el mundo, y también para nuestro país, el
cambio de color de la Unión Soviética primero y de China después, y la caída
del socialismo en todos los países en que la clase obrera había tomado el
poder.
Fue así que pudimos analizar y denunciar la
creciente penetración del imperialismo ruso en la Argentina. Y pudimos decir
que era muy difícil entender la política argentina desde fines del año '50 si no
se analizaba la penetración del [imperialismo] ruso en nuestro país. Así como también podemos afirmar hoy que es difícil
entender algunas cosas de la política argentina si no tenemos en cuenta la
penetración silenciosa del imperialismo chino en nuestra patria.
Y esto hizo que sufriéramos tremendos ataques.
Los más veteranos -muchos de los que están aquí- recordarán los feroces ataques
que recibimos… las calumnias, las intrigas por hacer este análisis y por
defender esta cuestión que veíamos como
una realidad en nuestro país.
Pero no
sólo sufrimos ataques de la derecha reaccionaria: también tuvimos polémicas con
fuerzas de izquierda. Y nosotros les dijimos que era un error considerar como
amiga de los pueblos a la Unión Soviética, así como decimos ahora que es un
error considerar al imperialismo chino como amigo de los pueblos.
Y esto lo hacemos concientes de que es
necesaria, en una estrategia revolucionaria del proletariado, utilizar las
contradicciones imperialistas en camino hacia el triunfo. Pero una cosa es
utilizar las contradicciones interimperialistas para la causa revolucionaria, y
otra es negarlas o negar su carácter. Porque si las negamos y ocultamos su
carácter, más allá de las palabras, seremos esclavos y seremos miserablemente
hundidos por esta lucha interimperialista, y nos apartaremos de defender
incondicionalmente los intereses de la clase obrera y el pueblo.
* * *
Desde nuestra fundación han pasado ya muchos
años. Nacimos en la lucha, y aquí estamos, y así seguimos. Pero es un hecho a
remarcar también que pese a las maniobras, las intrigas y los golpes del
enemigo, nos hemos mantenido unidos. Y nos hemos mantenido unidos porque nos
hemos esforzado por practicar el marxismo y no el revisionismo. Porque nos
hemos preocupado en que nuestro Partido tenga una vida democrática que permita
la verdadera centralización consciente. Y estamos unidos porque sabemos que en
el Partido siempre se reflejan las contradicciones que existen en la sociedad. Pero
nos hemos esforzado, sabiendo eso, por abordarlas y por encararlas, siempre con
el espíritu de unidad comunista.
Y queremos afirmar que es
un gran orgullo poder decirles a los enemigos poderosos, al revisionismo, que
nos hemos mantenido unidos y haremos los mayores esfuerzos -de todo corazón-
para que esto siga así para beneficio de la lucha revolucionaria de nuestro
pueblo.
Pero si esto es así en general, es doblemente
valioso en estas circunstancias, porque enfrentamos un gobierno como el
kirchnerista. En muchos años de política no encontramos un gobierno como éste,
que se haya especializado tanto en dividir al pueblo, en intrigar, en hacer
maquinaciones y en comprar dirigentes, en provecho de la minoría que nos
gobierna.
Por eso es un orgullo decirles desde aquí que
podemos comprobar que han fracasado en sus intentos de dividir al PCR y a la
CCC, que se mantiene unida. Y les decimos que seguiremos luchando para que esto
siga siendo así. Porque haremos de la lucha por la unidad de nuestro Partido, por
la unidad de la CCC, una cuestión prioritaria; porque es éste un elemento
esencial para pelear por dar vuelta la tortilla e impulsar el camino liberador
en la Argentina.
* * *
Finalmente compañeros, quisiera decir algunas
palabras en relación al desafío que tenemos planteado. Porque en una
conmemoración como ésta es válido también pasar revista de
nuestras fuerzas; analizar sus lados fuertes y sus lados débiles. Y como
revolucionarios que somos, lo hacemos abierta y francamente.
El desafío que tenemos planteado, como se
ha dicho anteriormente, es el de cambiar la correlación de fuerzas en el
movimiento obrero argentino. Más precisamente, cambiar la correlación de
fuerzas en las grandes concentraciones proletarias, en sus cuerpos de
delegados. En aquellas concentraciones que -como demuestra la historia
argentina- por su peso sindical, por su peso político, por su historia, cuando
se mueven tiñen el rumbo del conjunto del movimiento social y político de la región
y también del país.
Avanzar en este camino será
decisivo para apuntalar la unidad y la organización de la unidad popular en
marcha en la Argentina. Para lograr atraer hacia el lado del pueblo a un sector
de las fuerzas armadas del enemigo. Para llevar adelante la unidad popular. Y a
esto también debe contribuir el crecimiento de miles de nuevos compañeros que
deben ingresar a nuestro Partido para cumplimentar este objetivo. Así como
desarrollar la difusión de nuestro periódico y el espíritu financiero como el
que ha sido el de este acto; porque este acto se ha hecho pesito tras pesito
para poder conmemorar el 40 aniversario de este Partido.
El cumplimiento de este objetivo es una
enseñanza de los últimos años, del último período de la historia política
argentina. Es una experiencia que la sacamos de cómo fue el desenlace durante
la dictadura de Onganía, de cómo fue el desenlace de la lucha antigolpista, de
cómo fue el desenlace de la lucha antidictatorial. Y sobre todo, es la
enseñanza que nos dejó el histórico Argentinazo; porque pudimos tumbar un
gobierno, pero no pudimos imponer un gobierno patriótico y popular. Y cuando
pasa esto, surgen los cambios de personajes, surgen los cambios de los
escenarios y los beneficiarios en la disputa de los de arriba. Pero es un hecho
que se mantiene el sistema con que los monopolios, los terratenientes y el
imperialismo sojuzgan, oprimen y explotan al pueblo argentino.
Este objetivo de cambiar la correlación de
fuerzas en el movimiento obrero es un requerimiento de la situación política
actual y de nuestra política de enfrentamiento con el gobierno de Kirchner.
Porque las brasas del Argentinazo siguen prendidas. Porque sigue abierto el
auge de desarrollo de las luchas obreras y populares que, con idas y vueltas,
se ha profundizado. Porque el gobierno de Kirchner se ha debilitado
enormemente. Porque comienza a hacer agua su plan económico. Porque la
inflación empujará a la clase obrera y a las masas populares a la lucha. Y
porque, como lo demuestra la rebelión agraria, el país se va transformando en
un terreno muy poco apto para lograr la paz social que pretenden el gobierno
kirchnerista y todos los enemigos de nuestro pueblo.
Pero además, compañeros, este objetivo es
necesario porque inevitablemente este proceso de auge afrontará un desenlace. Y
tenemos que llegar a este desenlace sin las debilidades con las que enfrentamos
los desenlaces anteriores. Y esa debilidad fue que la clase obrera llegó
dividida; y nos guste o no nos guste, no cumplió su papel dirigente al frente
de todas las fuerzas populares, por el que nosotros peleábamos. No cumplió su
papel en la construcción de la necesaria alianza obrera-campesina. Y esto,
compañeros, fue porque todavía predominan en la dirección de los sindicatos
jerarcas traidores y conciliadores; jerarcas al servicio de las patronales y no
de los trabajadores. Por eso, compañeros, este objetivo significa luchar para
barrer a esos traidores de la dirección del movimiento obrero argentino.
Y queremos decir que quizás la fortaleza de
las clases dominantes en estos desenlaces ha sido la presencia de esta
debilidad en el campo popular. Pero creemos que es posible avanzar. ¿Por qué,
compañeros? Porque como se ha dicho acá, hay una corriente juvenil que lo
exige. Porque tenemos un camino que nos enseña, ejemplos que nos enseñan. Nos
enseñan desde la historia René Salamanca y Gody Álvarez. Nos lo enseña la
extraordinaria experiencia en desocupados y jubilados, que transformó a la CCC
en una organización de masas. Nos enseñan los avances en el trabajo en
originarios y en el campesinado pobre y medio. Y sobre todo, nos enseñan las
experiencias de avanzada de organizaciones partidarias que nos están marcando
el camino. De eso tenemos que aprender y generalizar, en función de cumplir
este gran objetivo. Nosotros no coincidimos con aquellos que nos dicen que a
este gobierno no lo para nadie… y si no, que miren lo que ha pasado con la rebelión
agraria. Tampoco con los que nos dicen que los jerarcas sindicales son un mal
eterno en el movimiento obrero y sindical argentino. Y tampoco con los que nos
dicen, presos del escepticismo, que la revolución es una utopía.
Por eso compañeros, a cumplir con decisión
este gran objetivo en el período venidero. Esa es una gran tarea, ése es un
gran objetivo, y nos basaremos en la combatividad de nuestra clase obrera y en
el temple de nuestro Partido, de nuestra Juventud y de la gloriosa Corriente Clasista
y Combativa.
Compañeros: ¡Vivan las luchas de la clase
obrera y el pueblo! ¡Viva el avance de la Corriente Clasista y Combativa en el
movimiento obrero! ¡Viva el camino del Argentinazo! ¡Viva la revolución de
liberación nacional y social! ¡Viva el PCR!