[VxL! Nº14] Se empezó a discutir el presupuesto 2014 en el Congreso. Se prioriza el pago de la deuda pública, antes que la educación y la salud. La situación de las cuentas fiscales es difícil. Las previsiones oficiales para el 2014 son una burla. Todo está atravesado por la derrota en las PASO, la gobernabilidad y el pos-kirchnerismo. Ante el ajuste y los despidos, agrupar a las fuerzas populares y antiimperialistas.
Los números del presupuesto 2014 que presentó el kirchnerismo en el Congreso son para remachar la dependencia. Los otros sectores de las clases dominantes discuten respetando este marco.
Las cifras de la mentira
El presupuesto que se empezará a tratar el 25/9 contempla un crecimiento de la Economía (PBI) del 6,2%, una inflación del 9,9% y un dólar a $6,33. Para tal proyección optimista se basan en que la actividad económica avanzó 8,3% en el segundo trimestre de 2013 respecto del mismo período del año anterior y que en los primeros seis meses el crecimiento ascendió al 5,8% interanual. Claro, son datos del Indec, que nadie cree.
Se oculta que el crecimiento de la economía en el tercer período del 2012 cayó del 8% al 2% del PBI. También se oculta que la inflación va a rondar el 30% a fin de este año, cuando en el presupuesto 2013 el Ejecutivo la había calculado en un 10,8%. Hoy, los más optimistas calculan para el 2014 un 20% de inflación. Además, se subsidia importación devaluando. El dólar se estimó en $5,10 para el 2013; pero a la fecha la cotización oficial ya es de $5,75 pesos y el dólar paralelo trepó a $9,40.
Junto con esto, el Ejecutivo buscará la aprobación de la prórroga de la ley de Emergencia Económica por dos años. Tengamos en cuenta que “hace pocos días, a través de un decreto de necesidad y urgencia, el gobierno amplió el gasto aprobado en el presupuesto en poco más de 23 mil millones de pesos para destinarlo principalmente a energía eléctrica e hidrocarburos (ENARSA y CAMMESA)”(Red Eco-Argentina).
En el análisis del proyecto de presupuesto 2014 se desprende que los ingresos presupuestados ascienden a 860 mil millones de pesos y los gastos a 768 mil millones de pesos. Esto muestra un superávit primario de 78 mil millones de pesos. Esta cifra se reduce a sólo 869 millones de resultado financiero, ya que el pago de intereses de la deuda pública ascendería en 2014 a 77 mil millones de pesos.
La prioridad en los gastos
El primer lugar de gastos lo ocupa la Seguridad Social (jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, asignación universal por hijo, seguro de desempleo) con un 44% del total de lo presupuestado. Vale aclarar, que en la descomposición de estos gastos, se oculta el millonario laberinto de subsidios con que se sostienen en gran medida las organizaciones sociales kirchneristas.
La crisis energética y combustible ocupa el segundo lugar con un 9,3%, cifra especialmente alta debido a la exorbitante importación de combustibles tras haberse perdido el autoabastecimiento energético.
El tercer lugar lo ocupan los intereses de la deuda pública con un 9% del total de los gastos presupuestados. “Sólo teniendo independencia de los mercados financieros, se pueden solucionar los problemas de la Argentina”, dijo el ministro de Economía Hernán Lorenzino. Traducido por Cristina: “pagadores seriales”.
Con “la política de desendeudamiento” del gobierno kirchnerista hoy la deuda pública asciende a US$ 196.143 millones; equivale a 44,3% del Producto Bruto Interno (PBI). Como parte de esta política de pagos récord de deuda, aprobaron -con los votos de peronistas disidentes vinculados a Sergio Massa y Rodríguez Saá- el canje de deuda para cumplir con los usureros internacionales.
Los intereses de deuda pública se estarían llevando 12.203 millones de dólares en un año, a cotización dólar según el presupuesto 2014. Y para peor, el presupuesto autoriza a sumar más endeudamiento en un monto equivalente.
Luego, en el proyecto de presupuesto le siguen Educación y Cultura (7,9%), Transporte (6,5 %) y lejos, en sexto lugar, queda Salud (sólo el 3,4%).
La desocupación aumenta y el salario no alcanza
“Las tasas básicas del mercado laboral al finalizar el año 2012 continúan arrojando en términos de generación de empleo una situación de estancamiento. La tasa de empleo creció ínfimamente.” (Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas).
En estos últimos meses, se ven en muchos lugares de trabajo una disminución de horas, suspensiones y despidos, en particular la industria y ramas como la autopartista (muy atada a las importaciones de materia prima y componentes). Hubo luchas muy importantes en varias de ellas en el cordón industrial del norte del conurbano bonaerense y el Gran Rosario.
Las perspectivas económicas son desalentadoras para la clase obrera y el pueblo. Como afirmábamos antes, la inflación real es de alrededor de un 30%, trasladada a los precios de la canasta básica y los medicamentos.
El salario promedio que percibe un trabajador en nuestro país es de 3.980 pesos mensuales. Junto con esto, están los trabajadores que suman otros porcentajes de dinero, pero están en negro o con contratos permanentes. El trabajo precarizado abarca a la mitad de la masa asalariada. Esos trabajadores suman pesitos, pero pierden seguridad social, vacaciones, aguinaldos e indemnización por despidos o accidentes laborales.
La reducción del impuesto al salario para una franja importante de trabajadores trajo algo de alivio. Fue una conquista de la lucha y tras el golpe electoral al gobierno. Pero es necesario profundizar la lucha para terminar con este impuesto injusto: ¡el salario no es ganancia!
Las perspectivas políticas
Luego de la derrota del kirchnerismo en las PASO, la reciente agresión al candidato Sergio Massa parece ser una clara señal hacia los sectores de clases dominates rivales al kirchnerismo que se preparan para gobernar el país. Hay mucho en juego. Ya dijimos que el kirchnerismo no abandonará así porque si su hegemonía, su estructura de negocios donde se vinculan los funcionarios y la red de subsidios y funcionarios de las organizaciones afines. La señal fue clara y esto enrarece la campaña electoral en el principal distrito del país y obliga a los sectores vinculados a Clarín y Duhalde a discutir la transición y los acuedos para el pos kirchnerismo.
Las “maravillosas” cifras que presenta el gobierno y los debates que se perfilan, no incluyen los temas urgentes de la realidad de los trabajadores. Sí cumple con los usureros imperialistas, dando la espalda a las necesidades más urgentes del pueblo y al desarrollo independiente de nuestro país.
La retórica kirchnerista ya no pasa entre la mayoría de los trabajadores. Llegó a su límite el relato “nacional y popular”. El kirchnerismo sufrió una dura derrota y deberá ordenar su retirada. Muchos abandonan el barco dentro del peronismo y otros buscan seguir la pelea pero sin volver atrás.
Sin lugar a dudas los sectores de clases dominantes que se ubican tras de Massa, Binner-UCR, o Lilita Carrió no traen nada novedoso para el futuro, ya está todo inventado, salvo que renieguen de sus orígenes y pasado reciente.
Por lo tanto, el futuro cercano será de lucha. Porque venga de donde venga el ajuste y la entrega, con inflación o con devaluación, intentarán que siga siendo el pueblo quien siga pagando.
Ante un escenario donde se agudiza la disputa entre sectores de clases dominantes, las fuerzas populares, anticapitalistas, antiimperialistas y democráticas -que venimos sosteniendo la lucha obrera y popular y la recuperación sindical- tenemos la tarea de fortalecer los agrupamientos que se planteen desde la lucha por los intereses y las urgencias populares, con independencia y en la perspectiva de abrir un cauce liberador.