Al cierre de esta edición había siete colegios tomados en la CABA y se realizaban asambleas en otros colegios para decidir nuevas tomas. El reclamo es contra la implementación en 2014 de la reforma llamada “Nueva Escuela Secundaria de Calidad” (NES), que realizó el GCABA cumpliendo con la homologación exigida por la Ley de Educación Nacional (LEN) de 2006 y con las resoluciones del Consejo Federal de Educación (CFE) controlado por el kirchnerismo.
La lucha desató una ofensiva mediática contra las tomas, tanto por parte del ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, como del ministro de Educación Nacional, Alberto Sileoni, que también salió a hacer declaraciones contra las tomas. Sin embargo, en las marchas, las asambleas y las reuniones de coordinación se respira ánimo de lucha.
La homologación y la NES
Como dijimos en el Vamos! Nº7, la Ley de Educación Nacional (LEN) exige la homologación de títulos que implica pasar de los más de 150 planes de estudio que existen en Capital Federal a sólo 10 títulos bachilleres, con un ciclo básico de dos años y tres de orientación. Estos 10 títulos no contemplan el Pedagógico, Físico-Matemático, el de Lenguas Vivas, el Perito Mercantil, los artísticos se unifican, etc. En los colegios técnicos quieren aplicar el 2º año de la reforma eliminando horas de Dibujo Técnico, agregando 200 horas de trabajo gratuito con las Prácticas Profesionalizantes y eliminando horas de formación técnica en el ciclo superior (avalado por el GCBA y el INET).
Ante los reclamos se logró que el CFE convocara a una reunión el lunes 23/9 para tratar el agregado de orientaciones. Pero aún si se aprueban, sigue habiendo muchos planes que serían recortados.
Los dos gobiernos presentan la homologación como una necesidad para “nivelar” los planes de estudio de todas las provincias. Pero como las escuelas de la CABA lograron impedir las reformas de la Ley Federal de Educación (LFE) de 1993, al equiparlas con las de provincia con los mismos “mínimos”, se termina recortando títulos y contenidos. Además la LEN mantiene vigente la descentralización: el presupuesto para infraestructura y docentes sigue a cargo de cada provincia.
Queda en evidencia que esta política educativa tiene más continuidades que rupturas con la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior de los ´90.
El PRO y los K contra las tomas
El Ministerio de Educación de la Ciudad sacó un volante diciendo “Mantengamos entre todos las escuelas abiertas”, para intentar frenar las tomas. Una vez más el PRO intenta correr el eje de la discusión a “toma si” vs “toma no”, ocultando que la reforman recorta contenidos. Mienten cuando hablan de “participación” porque las jornadas fueron vacías de contenido y de estudiantes.
Sileoni salió a criticar las tomas al igual que el jefe de gabinete Abal Medina, quien dijo que “las tomas no le hacen bien a los argentinos”.
El kirchnerismo esta adoptando el discurso anti toma del PRO, al igual que Martín Insaurralde hizo suya la propuesta de meter en cana a los pibes desde los 14 años. ¿Esta es la política que le ofrece el kirchnerismo a la juventud?
La FES (Federación de Estudiantes Secundarios), uno de los brazos del kirchnerismo en el movimiento estudiantil, está contra las tomas y busca dividir la lucha cuando el reclamo es a los dos gobiernos.
Los dos gobiernos saben que si el conflicto se desarrolla y crece la cantidad de colegios tomados, tarde o temprano se va a acentuar el reclamo al Consejo Federal de Educación, cuestionando la política educativa nacional en su conjunto, como ocurre con los terciarios que luchan contra la homologación.
Es posible frenar la reforma
Frente a la Ley Federal de Educación (LFE) de los ´90 se demostró que con la lucha de estudiantes, docentes y padres fue posible frenar un cambio curricular que atentaba contra la escuela pública. Los terciarios demostraron que se puede decir “No a la homologación” y mantener la validez nacional de los títulos. La lucha contra la CONEAU y la Ley de Educación Superior de los ´90 en la UBA ya logró que la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales la rechazara; en Ingeniería se anularon las 200hs de Prácticas Profesionales Supervisadas. Si una reforma curricular va en contra de la educación pública, hay que rechazarla, venga de donde venga y aunque exista una ley que lo exija.
Algunas agrupaciones que impulsan las tomas en algunos colegios plantean que la homologación es necesaria. En algunos colegios plantearon que no era momento de tomar más colegios. Consideran que el kirchnerismo tiene “cosas buenas y cosas malas”; no ven que va mostrando cada vez más su esencia, como mostraron con Chevron, Milani, la baja de la edad de imputabilidad, etc. Tampoco ven que esos hechos van haciendo que muchos que apoyaban al gobierno nacional, pasan a cuestionar su política y a enfrentarlo en las calles.
No es momento de dudar: en un escenario con problemas en la economía, con el retroceso del kirchnerismo en las PASO, los pibes en las asambleas quieren hacer un reclamo fuerte, tanto al macrismo como al kirchnerismo y a la reforma en su conjunto. La mecha ya está encendida.