Tras 21 reuniones paritarias y el equivalente en medidas de lucha como actos, paros y movilizaciones, el gremio de prensa revitalizó su existencia a través de la coordinación de las comisiones internas integradas por verdaderos trabajadores, ante la anomia recurrente de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires-Utpba.
El incremento salarial en los 26 medios involucrados en la negociación fue del 23% para los sueldos menores a 12.500 pesos brutos, del 22% para los mayores a esa cifra, y del 26% sobre los salarios básicos de convenio del Estatuto del Periodista, no remunerativos hasta la última cuota, en enero de 2014.
La agencia periodística estatal Télam aplicó un aumento del 24% en dos cuotas, junio y agosto, en forma remunerativa, imitando el parámetro de la negociación de la Administración Pública Nacional.
Los tres meses de plan de lucha implicaron tres paros generales de 24 horas, seis movilizaciones multitudinarias, bloqueos a empresas, paros parciales y retiros de firmas, para lograr la primera negociación colectiva única para diarios, revistas, agencias de noticias nacionales e internacionales y empresas punto.com.
El acuerdo establece para “los colaboradores/periodistas comprendidos en el Estatuto” una cláusula de enganche del 23% en los mismos tres tramos del aumento a los trabajadores de planta, lo que significó un importante paso en la visibilización del sector más precarizado del gremio.
Los colaboradores escriben notas para las revistas, suplementos y todo tipo de productos editoriales, trabajando desde sus casas, para varios medios al mismo tiempo, haciendo una tarea similar a los trabajadores de planta, pero con pagos irrisorios, sin aportes, como monotributistas y financiando de su bolsillo teléfono, internet, transporte y computadoras.
Los delegados paritarios sostuvieron la inclusión de los colaboradores en el acuerdo, pese al intento de las patronales de ningunear el reclamo, restringiendo el enganche a los “colaboradores permanentes”, que representan apenas el 10% del universo de colaboradores.
Las concurridas y participativas asambleas garantizadas durante la paritaria, una característica repetida en todos los medios, fueron clave para dar fortaleza a la negociación que los trabajadores desarrollaban en el Ministerio de Trabajo.
El incluir la recuperación del feriado gremial del 7 de junio, arrebatado por la dictadura, fue un termómetro para medir la voluntad de los periodistas y los trabajadores administrativos de empresas periodísticas de revitalizar el gremio.
El 7 de junio será no laborable aunque con la opción a favor de las empresas de requerir la concurrencia del trabajador, para lo cual deberá pagarlo como un feriado, es decir al doble.
La lucha coordinada permitió superar la fragmentación con la que especularon las empresas al inicio de la negociación, y diseñó una imagen muy diferente a la de la pretendida alineación de los periodistas con uno u otro bando, con trabajadores que, en vez de dividirse por marca, decidieron unirse para luchar por mejor remuneración y condiciones de trabajo.
Corresponsal