martes, 27 de agosto de 2013

Un barrio y sus obreros movilizados

[VxL! Nº11] A 15 años de la toma de la Cervecería Córdoba. Un contundente y emotivo acto evocó la toma de la Cervecería, homenajeando a los trabajadores, familias y vecinos de los barrios Alberdi y Villa Páez. Los 105 días de toma, desalojada con una brutal represión, escribieron una de las heroicas páginas del movimiento obrero cordobés. Hoy siguen en la lucha por el barrio y su identidad.


El 21 de agosto, en la entrañable esquina de Enfermera Clermont y Tornú, donde funcionaba el Sindicato de Obreros de la Cervecería Córdoba, arrancó el acto en el que se reivindicó la combativa historia de los trabajadores. “Durante 105 días –desde el 4 de mayo al 17 de agosto de 1998– los obreros de la Cervecería mantuvimos tomada la fábrica en defensa de la fuente de trabajo.
La lucha que enfrentó la política de Menem y Mestre, fue creciendo día tras día, ganándose la solidaridad del barrio, de la clase obrera cordobesa; y de los trabajadores y el pueblo del país, allí donde llegaron los ecos de esta gesta”, balancean en el documento leído por un obrero cervecero y la esposa de otro de ellos, destacando la solidaridad recibida: “Cientos de estudiantes se acercaron a la Cervecería y formaron parte de las guardias, reforzándolas desde afuera, y recogieron aportes para colaborar con el sostenimiento de la toma. Al calor de esta toma se realizaron marchas, actos y los dos últimos paros provinciales decretados por la CGT. Uno de ellos un 29 de mayo, donde habló un compañero cervecero, y se resaltó el hilo conductor entre las luchas del Cordobazo con las que protagonizábamos en ese momento.
“En esos 105 días, obreros de muchos años de trabajo fueron abordando y creciendo en los debates: en sacar o no la lucha a la calle, en arreglar por subsidio o mantener la toma, si las mujeres debían participar o no de la toma, en la organización, en el fondo de huelga, en mantener en cada minuto la brasa de la lucha encendida.”
En el barrio continúa la lucha desde la Multisectorial Defendamos Alberdi contra las demoliciones. Entre ellas, la de la mítica chimenea de la Cervecería (destruida a pesar de la resistencia de vecinos y trabajadores, después de 83 años en el 2010, y hoy reconstruida como un repudiado bloque hormigón). Al local sindical, que fue despojado y vendido, lo consideran como parte de “los bienes tangibles e intangibles a proteger de nuestro barrio, porque forman parte del patrimonio histórico cultural e identitario”. Por eso convocan a luchar por recuperarlo, y que sea parte de los “bienes patrimoniales catalogados protegidos por la ordenanza 11.190”. La fuerte ligazón entre los trabajadores cerveceros y el barrio se tejió desde la década del ’30 con la fundación y funcionamiento clandestino del sindicato.
Luego del arranque de la jornada, una contundente columna se movilizó hacia el predio de la Cervecería.

El Monolito: expresión de los obreros 
“A muy pocos metros de aquí, y con motivo de cumplirse 10 años de su fallecimiento, se reunía todo el stablishment político para inaugurar un monolito y rendir homenaje a un gran ‘estadista’ (según ellos): el Dr. Ramón Mestre. Todos los oradores, se esforzaron en realzar sus ‘virtudes’…
“Se referían a ese gran ajustador y represor que fue Mestre. El que cerró el Banco Social e intentó privatizar la Banca oficial, la EPEC. Y que cerró la Casacuna, los jardines de 4 años, los colegios industriales y los rurales. El que ajustó y vació a nuestros hospitales públicos. El responsable de la represión que dejó más de 30 compañeros muertos en las jornadas del Argentinazo del 19 y 20 de diciembre del 2001… El que fue responsable directo del cierre de la Cervecería Córdoba, con un operativo represivo en la que participaron más de 1.000 efectivos de los cuerpos especiales de la policía, ETER, GES, Infantería (uno de los que entró a desalojarnos es Paredes, actual Ministro de Seguridad de la provincia)... Esto es sólo un resumen de lo que significó para los obreros y el pueblo el ‘gran estadista’…
“Fue esto lo que nos movió a un grupo de ex trabajadores a realizar nuestro propio acto, a construir con nuestras propias manos un Monolito que sea la expresión de todos los que lucharon en esa parte de la historia. Y que esa historia sea contada por esta otra parte: los que sufrimos el ajuste, la desocupación, el hambre, la represión.
“Algunos no están con nosotros. Sabemos que recordarlos nos produce dolor, pero también nos dan la fuerza necesaria para seguir. Queremos nombrar con mucha emoción a Oscar Godoy, a la Chala Gómez, a Noriega Roberto y a Noriega Rodolfo, al Pollo Díaz, a José Maldonado, a Tomas Páez, al Viejo Oviedo. Y muy especialmente recordar a las compañeras Beti Díaz y Graciela Carranza, que nos acompañaron en esta luha y que sus mismas vidas han sido una historia de lucha y sacrificios. Si nos olvidamos de alguno… ayúdennos a recordarlos.
“En este Monolito también están incluidos todos los militantes de las causas de los trabajadores que no están, y que sus ejemplos son un compromiso para todos nosotros.”