El miércoles 7/8
pararon en la mayoría de los hospitales porteños y marcharon hasta la Jefatura
del Gobierno de la Ciudad. La bronca fue detonada por el recorte salarial a los
profesionales de planta, pero se sumaron también los reclamos de los
enfermeros, residentes, técnicos y demás trabajadores de la salud.
A media mañana en grupos o
encolumnados fueron llegando desde cada hospital. En subte, colectivo y a pie
se fueron sumando a la concentración en la 9 de Julio: profesionales de planta,
técnicos, residentes, enfermeros y de todos los sectores de salud. Pararon en
al menos 22 hospitales sobre los 33 que dependen del gobierno de la ciudad de
Buenos Aires; y en sus centros de salud. También se sumaron organizaciones
barriales y sociales. Todos por la salud pública.
Cuando ya eran varios miles
comenzó la marcha por la Av. de Mayo, encabezada por una bandera que denuncia
la rebaja salarial y decía: “los recortes en salud matan”. Mientras avanzaba,
la marcha seguía creciendo. Expresaban la indignación con el ajuste macrista.
Se sentía la alegría de haber vencido los aprietes. Se desparramaba entusiasmo
de estar en la calle por la salud pública.
Frente a Jefatura se
reunieron más de 4.000 personas. El acto inició con la lectura del comunicado que se había elaborado en la última reunión de coordinación en la Legislatura
de la Ciudad y se escucharon los discursos.
Voces por la salud
pública
Los chiflidos aturdieron
cuando se denunció la rebaja salarial, los recortes de guardias y la
desfinanciación de concursos que ya se habían realizado. No se escatimaron
aplausos para los oradores y las denuncias.
Jorge Arrechea, de ATE,
destacó que esta movilización está organizada por quienes “los 365 días del año
sostenemos frente a todos los embates las puertas abiertas para toda la
población de los hospitales de la Cuidad de Buenos Aires”.
Denunció que “el intento [del
macrismo] fue achicar los efectores, quedarse con menos hospitales, tirar abajo
el Hospital Rivadavia, pasar por arriba de los hospitales neuropsiquiátricos,
porque lo que prioriza es el negocio inmobiliario y las empresas amigas del
jefe de gobierno”. Entonces, “intentó poner un corset a los 33 hospitales de la
Ciudad, previendo y creyendo que los únicos que se tienen que atender en la
Ciudad son los porteños”. Y afirmó que “los porteños abrimos las puertas de los
hospitales para todos los argentinos, porque eso nos enseñó Ramón Carrillo, que
la salud es un derecho de todos”.
Pablo Posternak, presidente
de la Filial de Médicos Municipales del Hospital Gutiérrez, destacó el largo
camino que vienen recorriendo desde el 2011 con la unidad de profesionales de
planta y residentes, enfermeros y escalafón general. Afirmó que “venimos
trabajando juntos con los trabajadores de todos los sectores del hospital,
peleando porque no vamos a renunciar al 82% móvil para la jubilación, porque se
barra el decreto 260 que elimina la carrera de enfermería”. Remarcó también el
reclamo de $8.000 de salario inicial para los trabajadores de escalafón general
y $10.000 para profesionales.
El otro orador que insistió
con el reclamo del 82% móvil para la jubilación fue el representante del
Hospital Alvear, porque “es una vergüenza cobrar el 48% posterior”. Y también
reclamó “la derogación del impuesto a las ganancias, porque el sueldo no es
riqueza, no es ganancia”. En este hospital también vienen de recuperar la
Filial en la última elección de Médicos Municipales (AMM).
La presidenta de la
Asociación de Profesionales del Ameghino denunció que “sacaron a nuestro
director Rubén Slipak para poner a una ñoqui con un concurso trucho”.
El presidente de la
Asociación de Profesionales del Borda recordó que “se cumple un año del primer
ataque que la Policía Metropolitana cometió contra un hospital público. El 8 de
agosto de 2012 entraron a la madrugada en el hospital Borda y así siguieron
instaurando esta política de acciones criminales contra los pacientes, contra
los familiares, contra los legisladores, contra todos los trabajadores de la
salud, contra los pobres que están en la calle”. Y concluyó que “hoy es el día
que [la conducción de la Asociación de] Médicos Municipales se da cuenta que se
tiene que ir porque son unos traidores y han entregado la salud. Hoy es la
pesadilla del engendro de la Federación de Profesionales, que se alió a Médicos
Municipales para entregar a los trabajadores. Esos se tienen que ir también”.
Los residentes y
concurrentes consensuaron un documento, que fue leído. Se refirieron a la
situación alarmante de los concurrentes y denunciaron: “Es tanto el trabajo y
tan pocas las manos que, para realizarlo, este sistema siniestro y retorcido
permite incluso que haya personas que trabajen sin recibir sueldo y que sean
expuestos a riesgos laborales por los que nadie responde.” Insistieron: “Los
residentes y concurrentes somos trabajadores”. Y argumentaron: “Paramos por el
recorte salarial, nos solidarizamos por nuestros compañeros, y nos avergonzamos
junto a ellos por la estafa”.
Para finalizar, Jorge
Pachamé, de la Sardá y por el Frente de Recuperación Gremial sentenció que las
medidas del macrismo son parte de “una política de conjunto de liquidación de
la salud y el hospital público, y contra eso nos levantamos no organizamos y
marchamos. Hay un antes y un después de esta poderosa y maravillosa marcha
blanca. Y que la AMM, que la Federación y también el Sutecba y el gobierno
vayan haciendo las cuentas, porque acá se viene una organización por la base
solidaria y democrática asamblearia que se va a plantar para llevar adelante
las reivindicaciones del conjunto de los trabajadores de la salud”.
Hablaron también representantes de las asociaciones de Bioquímicos, de Psicólogos, y del Borda. Quedó planteado el
desafío de cómo seguir. "Esto no termina acá, es el comienzo", afirmó
uno de los oradores.