Un paro de 24 horas en las tres agencias de noticias nacionales -Télam, DyN y NA- y en varias internacionales, así como en diarios –Clarín, La Nación, Página/12, Tiempo Argentino y otros-, revistas y portales.com, y un acto con más de 1.000 que cortaron la Avenida 9 de Julio convocaron a los periodistas en su día, el 7 de junio. Una medida de lucha con ese grado de coordinación no se hacía desde hace 27 años en la Utpba (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires).
El Día del Periodista es reconocido legalmente como jornada no laborable; la fecha rememora la creación en 1810 de “La Gaceta”, el periódico con el que Mariano Moreno y los revolucionarios de Mayo transmitieron las primeras letras a un pueblo patrio movilizado y ávido de noticias.
Con total impunidad, las grandes empresas periodísticas como Clarín y La Nación desconocen sistemáticamente la conquista del franco consagrada por el Estatuto del Periodista, con pago doble en caso de la guardia laboral que permite la salida de los diarios al día siguiente.
Por eso, en el contexto de una paritaria que se desarrolla en el Ministerio de Trabajo con una dura batalla entre delegados paritarios y empresarios de una veintena de medios, los periodistas decidieron que su Día fuera dedicado a reconquistar el franco caído. Cumplieron el paro aún en empresas que respetan el pago doble, para no debilitar al colectivo de trabajadores que reclama el 35% de recomposición salarial junto a un programa integral de reposición de derechos burlados.
La negociación incluye el pedido de 7.000 pesos de básico, 1.000 por colaboración, 1.500 por guardería, 2% de antigüedad, pase a planta de los colaboradores y que las patronales se hagan cargo del impuesto al salario.
Todos los carriles de la 9 de Julio en sentido Norte quedaron cortados durante las dos horas del acto frente a las puertas de AEDBA, la cámara que agrupa a los mayores medios y hegemoniza el diario Clarín. Fue coordinado por los delegados paritarios y todas las comisiones internas, y tuvo la adhesión activa de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina.
Los periodistas marcharon luego hasta el edificio de La Nación y, antes de seguir hacia el de Ámbito, ocuparon por una hora el hall de entrada en reclamo a la patronal de los Mitre y Saguier por su influyente participación en la paritaria, y por el habitual terrorismo empresarial ante cada paro, que hace sentir la amenaza de despidos o la inclusión en la lista de retiros ‘voluntarios’. Ya la tarde anterior, unos 400 periodistas de Clarín habían arruinado con 15 minutos de aplausos combativos el brindis institucional, irrumpiendo durante la mención de los últimos premios ganados por el ‘gran diario argentino’.
Los periodistas coronaron su Día plantando un hito histórico: una de las baldosas con las que Barrios por la Memoria ‘marca’ la ciudad, esta vez con el nombres de seis desaparecidos de Clarín durante la última dictadura, en la esquina de ese medio. Clarín no quiso que se pusiera frente a la puerta de ingreso.
Una jornada de unidad para los trabajadores de prensa. La otra “unidad” que se evidenció fue la de las empresas periodísticas que, más allá de sus diferentes roles políticos, ocultaron la magnitud del paro activo.