La campaña que están desplegando los familiares y compañeros de los 12 trabajadores procesados empieza a sentirse en Las Heras. Este pueblo se encuentra atemorizado por la presencia permanente de la Gendarmería desde hace un año.
El 20 de noviembre se realizaron las elecciones del sindicato de los petroleros. En medio del viento revuelto de tierra que caracteriza a la zona, y también con un poco de lluvia, los familiares fueron a entregarles una carta a los trabajadores que se acercaban a votar y conversaron con ellos. La indignación fue la primera respuesta: “todos ellos nos decían que no se puede permitir que se condene a los trabajadores a cadena perpetua por luchar, insistían en que `hay que pararles la mano porque si no después tampoco nosotros vamos a poder salir a reclamar por nuestros derechos´”, advierte el informe realizado por la Comisión de Familiares y agrega “se notaba, querían saber, preguntaban. Algunos no se animaban, escuchaban de lejos y asentían con la cabeza”.
El impuesto a las ganancias y el pase a convenio petrolero de los tercerizados son temas que aún afectan a los trabajadores y los reclamos continúan. En ese sentido, en los lugares de trabajo, se empieza a discutir la necesidad de un paro para el día de la sentencia.
Una ciudad procesada
Las Heras es un pueblo ubicado en el norte de la provincia de Santa Cruz. Nació como un campamento petrolero y con el tiempo se fue asentando. Hoy cuenta con 15 mil habitantes. Rosa Rasuri es uno de ellos, abogada, tucumana de origen, llegó al sur en 2010 y dice que no se va más, que hay muchas causas que defender.
Rosa lo defiende a Ramón Cortez, uno de los trabajadores a los que el fiscal pretende condenar a cadena perpetua. “Los vecinos están organizando marchas, hay un cambio porque se dan cuenta que no hay pruebas, por eso hay dos trabajadores que estuvieron detenidos y luego fueron absueltos”, alerta Rosa.
Rosa cuenta que Las Heras es la ciudad con más procesados del país. Además de los petroleros, se encuentran procesados docentes y municipales que participaron de actividades gremiales, “ahora me inventaron una causa a mí bajo la figura de coacción agravada, que no es excarcelable. Esto lo hacen porque defiendo a los trabajadores”.
Las mujeres
“Con un juicio armado con pruebas falsas, con testimonios arrancados bajo tortura, los jueces y fiscales de las petroleras quieren condenar a nuestros compañeros, porque quieren darles un escarmiento a los trabajadores”, narra una parte de la carta que, el 22 de noviembre, escribió un grupo de mujeres trabajadoras, esposas, cuñadas, hijas y hermanas de los procesados de Las Heras. “Nosotras y nuestros hijos hemos sufrido persecución, y las peores de las humillaciones cuando íbamos a visitar a nuestros compañeros a la cárcel”.
El jueves 12 de diciembre, en Caleta Olivia, el tribunal dictará sentencia a los doce procesados. El fiscal solicitó cadena perpetua para seis de ellos en la causa donde los trabajadores denuncian que es un juicio armado, sin pruebas. Se los acusa por la muerte de un policía en una pueblada. Seis de los acusados estuvieron presos durante tres años y medios, y advirtieron que sufrieron torturas en los penales donde estuvieron detenidos.
Una lucha que se expande
Mientras tanto, el reclamo de la absolución crece. A partir del 8 de diciembre la plaza de Las Heras será testigo de una “Carpa del aguante” a los trabajadores. El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia enviará las firmas recolectadas a los tribunales de Caleta Olivia y a la Cámara de Río Gallegos. Estas propuesta trascienden las fronteras de Santa Cruz. El 2 de diciembre la firmas serán entregadas a la Secretaría de Derechos Humanos; algunas organizaciones sindicales están discutiendo la posibilidad de hacer un paro el día de la sentencia, entre ellas la Comisión Interna de Paty, y las seccionales de ATE Lomas de Zamora y Almirante Brown. Ese mismo día a las 7 hs, el Comité por la absolución de los trabajadores de Las Heras realizará un corte de calles céntricas en la Capital Federal.