martes, 27 de enero de 2015

Replanteo político en Grecia

[Vamos! Nº 44]  Triunfo de Syriza en las elecciones.



El domingo 25 de enero se realizaron las elecciones generales anticipadas en Grecia. Con el 35% de los votos, el triunfo le correspondió a Syriza (según sus siglas: “Coalición de Izquierda Radical”) encabezado por Alexis Tsipras. En segundo lugar quedó el partido conservador Nueva Democracia, del saliente Antonis Samarás, con el 25%. Tercero, con el 6%, el partido neonazi Aurora Dorada.

Esta elección se dio en el marco de la dramática crisis económica y social griega iniciada en 2008, con una impagable deuda que corresponde al 174% de su PBI, con el 50% de la población por debajo de la línea de pobreza y un 27% de desempleo. Frente a esto se desarrollaron importantes movilizaciones de los trabajadores y el pueblo griego, en particular el resonante movimiento asambleario que surgió en las plazas de Grecia en el 2011. Syriza se referencia en este movimiento y ha generado expectativa en gran parte del pueblo del país heleno.

La situación y las elecciones griegas vienen siendo seguidas atentamente en toda Europa por las consecuencias que podría tener para el destino de la Unión Europea, en un contexto en que en el viejo continente avanza la polarización política, con el crecimiento de fuerzas por izquierda y por derecha, algunas de estas últimas con posiciones directamente pro-nazifascistas como Aurora Dorada en Grecia. Syriza está relacionada con el Podemos de España, otro emergente de la crisis económica y las movilizaciones de “los ignorados”.

En su campaña Syriza se ha centrado en el planteo de “una negociación dura” con “la troika” (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) respecto de la deuda griega, planteándose negociar una quita y pagar a los acreedores. Y terminar con las políticas de “austeridad” (recortes, privatizaciones, despidos, etc.) que se le impusieron a Grecia y llevaron adelante gobiernos como el de Samarás. También ha afirmado que no saldrá de la moneda común europea (el euro) y que “respetará los compromisos” de Grecia, a tono con la creciente moderación de sus planteos en el último tiempo. Tras las elecciones, habiendo quedado con 149 escaños en el Parlamento griego a sólo dos votos de la mayoría propia, Syriza selló un acuerdo de gobierno con el partido de la derecha nacionalista Griegos Independientes (ANEL), que mantiene planteos similares en lo que hace a la deuda y a la relación con la troika.

El triunfo de Syriza en Grecia es expresión del voto castigo de grandes sectores populares que fueron protagonistas de la resistencia de la clase obrera y el pueblo de Grecia (y en toda Europa) frente a las políticas de ajuste que en estos años descargaron la crisis sobre las espaldas de los sectores populares. De la organización y movilización popular dependerá hasta dónde lleguen las conquistas y los cambios profundos que la situación exige.