[Vamos! Nº 45] .
Los docentes universitarios empezamos este 2015 con nuestros salarios profundamente deteriorados frente a una inflación que no para, congelados desde noviembre y con la discusión salarial cerrada –por parte del Gobierno nacional– hasta mitad de año. Sumado a esto son pocas las universidades en las que logramos un bono de fin de año y en la mayoría de los casos los montos fueron exiguos
El año pasado desplegamos varias medidas de lucha (paros, movilizaciones, carpas y clases frente al Ministerio, jornadas de difusión, publicación de solicitadas nacionales, entre otras) con gran participación. La tenaz lucha de los docentes tucumanos, con casi 90 días de suspensión total de actividades y con masivas asambleas y movilizaciones, les permitieron conquistar una suma adicional mensual de $1000 por docente. Fueron el epicentro de la lucha nacional y marcan el camino para derrotar la política salarial, presupuestaria, educativa y laboral del Gobierno nacional, que cuenta con el aval silencioso de las federaciones docentes afines.
Por estos motivos, empezamos este 2015 empujando la lucha por el adelantamiento de las paritarias en las que conquistemos nuestro reclamo histórico de equiparar el salario del cargo testigo (ayudante de primera con dedicación semiexclusiva) a la media canasta familiar, por la puesta en vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo obligatorio, sin las reservas de los rectores y en todas las universidades nacionales y por la derogación de la LES, la CoNEAU, sus políticas y lineamientos.
Porque, como expresa la declaración de la ConaduH, “ningún docente puede esperar hasta julio para recomponer los salarios, ni para que entre en vigencia el CCT”.
Corresponsal