Redactamos esta declaración quienes hemos decidido conformar el Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario La Plata. Entendemos tal decisión como nuestro deber revolucionario, el de levantar las banderas antiimperialistas, clasistas y revolucionarias para reconstruir el partido de vanguardia de la clase obrera, marxista, leninista, maoísta, como lo supo ser históricamente el PCR.
Porque estamos convencidos que anida en la masa una corriente que quiere cambios de fondo, una corriente de izquierda, antiimperialista, y por ello no abdicamos de la necesidad de desarrollar una poderosa corriente de masas con centro en el movimiento obrero, que lidere al conjunto del pueblo en el camino de la revolución de liberación nacional y social, en marcha ininterrumpida al socialismo.
Muchos de nosotros somos ex militantes del PCR y la JCR y fuimos parte de aquellos que combatieron una línea oportunista de derecha que en los últimos años se afianzó en el seno del Comité Central del PCR (y en muchas direcciones regionales como la de nuestra ciudad) y que cambió el carácter de clase de dicho partido. Algunos hechos que grafican dicha línea son:
- La participación de Juan Carlos Alderete en la 2° cena anual de la Fundación Oscar Alvarado en la Sociedad Rural Argentina, junto con un sector de lo más rancio de las clases dominantes argentinas.
- La ruptura de Proyecto Sur e ingreso al FAP, cuyo máximo referente nacional JAMÁS ha expresado un programa remotamente popular y antiimperialista, sino que ha pedido “moderación” en los reclamos salariales de los trabajadores, apoya el pago a los fondos buitres, etc.
- El acto en Cañuelas el 25 de mayo de 2009 organizado por el Movimiento Autoconvocado Multisectorial (MAM), integrado por la CCC, MTD, SRA, CARBAP, CRA, FAA, donde hablaron De Angelis, el rabino Bergman (PRO), Apaolaza, etc.
- Los fiscales de la CCC en las elecciones del 2009 para De Narváez y la Coalición Cívica.
- La propuesta de un destacado miembro del Comité Central para recibir “ayuda” del grupo El Tejar (una de las mayores corporaciones sojeras del Cono Sur) a la Unión Campesina del Chaco.
- La construcción de una boca del Banco Santander en La Matanza y una escuela privada con el nombre del fundador del grupo sojero El Tejar, “Oscar Alvarado”, por parte de una cooperativa de la CCC.
Esta línea se fue imponiendo también en nuestra zona, con una metodología de ir desplazando a los compañeros que encabezaban las opiniones distintas (que supieron ser mayoritarias en determinados momentos). Se desoía siempre lo que venía de los compañeros y cuando algún compañero tomaba conocimiento y pretendía discutirlo orgánicamente, se recurría a la vieja práctica de etiquetar, poner motes, etc. para ocultar los debates de fondo, o sea a la descalificación y la mentira descarada. Los balances siempre se hicieron tarde, cuando los hechos ya estaban consumados, cuando la dirección ya había desplazado a gente y por lo general varios años después de sucedidos los procesos.
Hemos dado la pelea como correspondía, orgánicamente. Y siendo minoría en varios debates, igualmente llevamos a fondo la línea resuelta. Nadie nos puede decir que no discutimos y no peleamos la unidad. Fueron muchos los compañeros que se cansaron y se fueron antes, la mayoría compañeros muy valiosos.
Para los que hoy conformamos el CRCR, todas las cosas que mencionamos constituyeron un límite y por ello nos hemos propuesto construir una nueva organización para seguir en la lucha por la revolución. Respetamos a muchos compañeros que siguen en el PCR y sabemos de su afán revolucionario. Pero también sabemos que no son aquellos que constituyen la mayoría en el Comité Central y en nuestro Comité Zonal, y como nunca estuvimos ni estamos de acuerdo con las fracciones, NOS FUIMOS.
Desenmascarar la esencia reaccionaria de este gobierno sigue siendo una tarea ardua, difícil y compleja. Pero sólo podemos avanzar en la acumulación de fuerzas en la medida en que lo hagamos desde una posición popular, con independencia de clase, que sostenga la necesidad de la revolución de liberación nacional y social. Porque ha quedado demostrado en la práctica que la línea llevada adelante por el PCR, bajando el programa antiimperialista y antiterrateniente y renunciando a la independencia de clase para aliarse con sectores enemigos del campo popular, es impotente para enfrentar al kirchnerismo en un camino liberador y solo sirve para engordar y lavarle la cara a sus rivales dentro de las clases dominantes.
Tomamos la decisión de conformar el Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario porque, pese a las amenazas sufridas y las provocaciones, no vamos a permitir que entierren en el barro las banderas por las que nuestros mártires, como Gody Álvarez y René Salamanca, dieron su vida. Asqueados por el manoseo de su imagen que hacen algunos dirigentes, intentaremos aprender y pasar en limpio las mejores tradiciones del comunismo revolucionario, para abrir un cauce liberador en nuestro país.
¡Viva el marxismo, leninismo, maoísmo! ¡Viva el comunismo revolucionario!