Declaración del Comunismo Revolucionario (CR) de Bahía Blanca. Analiza el golpe recibido por el kirchnerismo en las elecciones primarias. Destaca la importancia de la clase obrera como aquella que puede unir y conducir al pueblo hacia la liberación.
El duro golpe que el kirchnerismo recibió en las PASO, los
dejo sin reelección y todo indica que se acentuará en octubre. El balance del
gobierno de que es la principal fuerza nacional no le alcanza para tapar que
perdió en los principales distritos nacionales y fue muy golpeado en lugares
históricos para ellos.
Es el resultado del gran descontento de una política que
golpea a los sectores populares con el ajuste por inflación, el impuesto al
salario, la judicialización de las luchas, la precarización laboral. Los acuerdos entreguistas y destructores del
medio ambiente con Chevron, el ensañamiento con el hermano pueblo Qom y la
confirmación de un militar con crímenes de la dictadura como César Milani al
frente del Ejército han abierto una grieta de credibilidad en el relato
kirchnerista.
El triunfo de Sergio Massa en la Provincia de Buenos
Aires ha desatado un proceso de sucesión y transición, no sólo por la
conducción del peronismo sino de la propia presidencia de la Nación , dado que por ahora
no aparece ninguna otra fuerza con capacidad de gobierno a nivel nacional.
La sucesión
El conjunto de las clases dominantes acuerda con lo central
de la política kirchnerista: una economía exportadora de soja, minerales, pesca
orientados al mercado de China y Brasil. Se disputa quien lleva estos negocios
y que inversiones vienen al país. Es por esto que viviremos meses de
negociaciones y tensiones entre ellos para darle la continuidad de este rumbo
económico y esto teñirá la situación.
Ya nos pasó, dividen al pueblo para imponer su proyecto
Como en otras oportunidades en el golpe de 1930, en el 1955 a Perón, pero muy especialmente como hicieron
previamente al golpe de 1976, los poderosos de la Argentina han logrado meter
una contradicción secundaria como principal.
Hoy, han instituido que el problema principal de Argentina es
kirchnerismo vs. oposición… han avanzado en dividir al pueblo.
En parte, han logrado recomponer sus instrumentos de
dominación, haciendo que inmensos sectores populares giren en torno a las
contradicciones entre grupos rivales de las clases dominantes,
instrumentándolos en los hechos para sus disputas.
Más dependencia, más hambre
y peores condiciones de trabajo
El déficit de caja nos muestra un panorama económico que es
muy claro: 30% de inflación, déficit fiscal, cepo cambiario con el que
subvencionan turismo en el extranjero, importaciones de insumos claves en la
producción, déficit energético, desempleo creciente en autopartistas y
construcción, entre otros temas. Esto pasó a ser el gran dilema que deben
resolver. Si el ajuste es por inflación (como viene haciendo el gobierno) o con
una devaluación abierta (como propicia Lavagna) es uno de los temas que se
discuten en la sucesión.
¿Quién será el que ejecute el ajuste para ordenar la
economía a favor de las clases dominantes?
En este escenario es falsa la ilusión de que nuestro salario
y nuestras conquistas se pueden “salvar” de ser consumidos por la inflación o
la devaluación. Decimos esto porque no está en la discusión de los sectores en
pugna el rumbo exportador, extractivista, sojero y de entrega del patrimonio
nacional que es el motivo central del faltante de caja del gobierno nacional.
Porque quien compra —China por ejemplo— impone que los trenes o las represas le
sean comprados a ellos, impidiendo el desarrollo de industria nacional… Esta
realidad va a chocar inevitablemente con un pueblo que no quiere perder
conquistas logradas en estos 12 años: subsidios a los desocupados, asignaciones
por hijo, empresas recuperadas, planes de vivienda, pequeños emprendimientos.
Esto fue logrado por la lucha de un pueblo que no está dispuesto a retroceder,
lo que incluye tanto a los sectores que estuvimos enfrentados a esta política
como a los que confiaron y acompañaron al kirchnerismo.
Un camino a favor de los intereses
de la mayoría del pueblo exige:
No importar lo que se puede producir acá, como el caso de
los trenes y muchísimos insumos utilizados en la industria electrónica,
autopartes, maquinarias agrícolas, etc. Sólo así es posible frenar la sangría
de divisas y generar trabajo digno y promover verdaderamente el mercado
interno. Las palancas claves de la producción deben pasar a manos de
trabajadores, el pueblo y la
Nación en nuestro beneficio, entre otras cosas que YPF sea
100% de los argentinos. La nacionalización de la banca y el comercio exterior,
la conformación de la junta nacional de granos, la reforma agraria y la
estatización de los servicios públicos (con control de los trabajadores y
usuarios) y los recursos naturales, etc.
Lo que no tiene expresión electoral
El profundo grado dependencia a los distintos imperialismos que es la
principal causa de la debilidad económica en curso. Se requiere que las fuerzas
populares, antimperialistas y antiterratenientes hagan un gran esfuerzo por
reagruparse y ser motor de las luchas y una opción popular para grandes
sectores.
Esta posición, que
pone en cuestión el rumbo central de este gobierno y del conjunto de los
poderosos, no tiene expresión nacional y no tiene una expresión unitaria en la
provincia y nuestra ciudad, si bien reconocemos que fuerzas populares y
antiimperialistas, como el FIT, Camino Popular, Autodeterminación y Libertad en
la Capital Federal
y otras en la provincia de Buenos Aires, entre otros lugares, han crecido, pero
aún se encuentran dispersas.
Es necesaria una fuerza que exprese un amplio reagrupamiento
popular y antiimperialista, que llame y trabaje por la unidad popular para
liberación nacional y social. Y no sólo la unidad de un sector de la izquierda.
El desafío: reconstruir el frente popular
Hay en nuestra ciudad importantes contingentes obreros como
los químicos y petroquímicos y otros, que se van abriendo camino, que han sido
motor de la unidad obrera junto a otros gremios industriales y del transporte,
en la lucha contra el impuesto al trabajo, contra la tercerización y
precarización laboral, enfrentando a poderosos monopolios exportadores y al
gobierno. Esto crea condiciones reales para imponer desde la lucha la hegemonía
obrera necesaria para este camino.
El momento requiere el desarrollo de un frente único
popular, antiimperialista, de liberación nacional y social que agrupe los
distintos sectores de obreros estudiantiles, barriales, frentes únicos que
promovemos y también de otros ya conformados con los que podemos confluir, que
sería de gran ayuda para agrupar, sumar y desarrollar a todas las
organizaciones clasistas antiimperialistas y populares. Esto lo vemos como
pasos de gran importancia para la constitución de un gran frente popular.
Como aporte a este desafío y con estos principios impulsamos
un voto programático en las elecciones
de octubre; y seguiremos trabajando para la conformación de un frente que
exprese, en las calles y también en las urnas, los sentimientos de liberación
que palpitan en nuestro pueblo, con independencia de cualquier imperialismo,
burguesía intermediaria, oligarquía y de sus representantes.
Comité de Reconstrucción del
Comunismo Revolucionario (CR)
Bahía Blanca