“Si Leonarda no va a clase, nosotros tampoco”, decía una de las consignas estudiantiles en la masiva movilización en París en repudio a la deportación de dos estudiantes inmigrantes. La movilización abarcó a colegios de todo el país.
Leonarda Dibrani, de 15 años y origen gitano, estudia hace cuatro en una escuela francesa. Recientemente fue detenida en un ómnibus escolar y expulsada a Kosovo junto a su familia. “No hablo albanés”, afirmó al llegar a ese país.
La lucha estudiantil es un rechazo a la xenofobia impulsada desde el gobierno “socialista” de François Hollande ante la crisis. Una vez más, los estudiantes muestran otro camino.