El 20 de octubre se cumplieron tres años del ataque de la patota sindical de la Unión Ferroviaria contra los tercerizados del Roca, que produjo la muerte de Mariano Ferreyra. A partir de ese momento, la intensa movilización popular por justicia fue desnudando el entramado de acuerdos y negociados entre el gobierno kirchnerista, las empresas privatizadas y los jerarcas sindicales, principales responsables de los choques de Once, Castelar y nuevamente Once hace unos días.
La lucha obtuvo el pase a planta de miles de tercerizados y conquistó las condenas para José Pedraza (ex secretario general de la Unión Ferroviaria) y otros implicados. Hay que rechazar cualquier tentativa de reducción de sus penas y seguir luchando por la justicia necesaria. Mariano se ha convertido en un símbolo de lucha para los jóvenes y para todos los trabajadores y el pueblo.