En la megacausa "La Perla" entran alrededor de 17 causas. Una no entró ese 4 de diciembre pasado, porque días antes el represor genocida de esa causa se suicidó. Parecería casualidad, pero justo esa causa, la “Rodríguez 2” que tiene 183 casos, es la que incluye el caso de René Salamanca.
Nuestro compañero René fue Secretario General de SMATA de Córdoba desde 1972 hasta 1976, año en el cual fue desaparecido. Es ejemplo de dirigente del clasismo antiimperialista y revolucionario. Es el único dirigente sindical que denunció y llamó a enfrentar el golpe fascista como lo señala el en sus cartas que publicamos.
Es para pensar la actitud de la Justicia que, contemplando como doloroso el hecho de suicidio, deja la causa fuera del inicio del juicio. Y aún hoy, a más de un mes y medio del inicio, no ha entrado esa causa. Exigimos la inmediata entrada de la causa "Rodríguez 2" a la megacausa. También le exigimos al gobierno nacional que abra todos los archivos y los centros de represión, torturas, violaciones y demás crímenes de lesa humanidad, y que todos los genocidas sean llevados a la Justicia y condenados a prisión perpetua, en cárceles comunes. Es hora que se terminen las contemplaciones de cárceles VIP y domiciliarias para estos genocidas.
Al quedar afuera del juicio esta causa, quedará sin justicia este gran dirigente obrero revolucionario, y se tratará de opacar o dejar en el olvido lo valioso de aquel profundo proceso de masas que se opuso con su lucha para que no pasara el golpe fascista. El “NI OLVIDO NI PERDON” con los genocidas sigue vigente. Como también “A DONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR”.
¡Que estas imágenes sean la cara de la justicia para los desaparecidos!
Cartas de René Salamanca a los trabajadores
El proceso que se abrió con el Cordobazo marco un camino preñado de revolución. Entonces, la clase obrera, con los mecánicos a la cabeza, produjo un levantamiento obrero y popular. Como boceto insurreccional iluminó la forma de lucha que puso en jaque a la dictadura de Onganía, dejándola herida de muerte. A partir de esa gloriosa jornada ya nada seria igual en Argentina.
Es este proceso el que da renacimiento al clasismo que, enriquecido desde experiencia de luchas tan importantes como Perdriel, Sitrac-Sitram, da el salto en la conciencia y la combatividad de las masas obreras. Coronó en la recuperación del Smata-Córdoba, encabezado por René Salamanca: nuestro líder revolucionario clasista, antiimperialista, anti-terrateniente, al frente de los mecánicos.
En 1974, frente a la amenaza de golpe de Estado contra el gobierno de Isabel Perón, denunció y llamó a prepararse para enfrentarlo, desde la clandestinidad, por pesar sobre él la captura recomendada. A continuación reeditamos sus cartas enviadas a los trabajadores.
Al quedar afuera del juicio esta causa, quedará sin justicia este gran dirigente obrero revolucionario, y se tratará de opacar o dejar en el olvido lo valioso de aquel profundo proceso de masas que se opuso con su lucha para que no pasara el golpe fascista. El “NI OLVIDO NI PERDON” con los genocidas sigue vigente. Como también “A DONDE VAYAN LOS IREMOS A BUSCAR”.
¡Que estas imágenes sean la cara de la justicia para los desaparecidos!
SALUDO. Afiche saludando a los trabajadores mecánicos en su día. |
HOMENAJE. Palabras de Agustín Funes en el acto por René Salamanca
realizado en Córdoba el 4 de diciembre de 2012, en el comienzo de la
instancia oral de la megacausa "La Perla".
Enviadas durante 1974, 1975 y 1976, denunciando y llamado a parar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
El proceso que se abrió con el Cordobazo marco un camino preñado de revolución. Entonces, la clase obrera, con los mecánicos a la cabeza, produjo un levantamiento obrero y popular. Como boceto insurreccional iluminó la forma de lucha que puso en jaque a la dictadura de Onganía, dejándola herida de muerte. A partir de esa gloriosa jornada ya nada seria igual en Argentina.
Es este proceso el que da renacimiento al clasismo que, enriquecido desde experiencia de luchas tan importantes como Perdriel, Sitrac-Sitram, da el salto en la conciencia y la combatividad de las masas obreras. Coronó en la recuperación del Smata-Córdoba, encabezado por René Salamanca: nuestro líder revolucionario clasista, antiimperialista, anti-terrateniente, al frente de los mecánicos.
En 1974, frente a la amenaza de golpe de Estado contra el gobierno de Isabel Perón, denunció y llamó a prepararse para enfrentarlo, desde la clandestinidad, por pesar sobre él la captura recomendada. A continuación reeditamos sus cartas enviadas a los trabajadores.
Carta
abierta a los trabajadores
Diciembre
1974
Me dirijo a los mecánicos de Córdoba, y a toda la clase
obrera y el pueblo en general, por dos razones. Porque se me hacen ataques que
además ofenden al glorioso proletariado mecánico cordobés, y porque el país
vive momentos decisivos que exigen la reflexión profunda. En el país se ha ido
creando una situación golpista, como en 1955. Eso obliga a definirse con
claridad a todo el mundo.
Y yo ya estoy definido: yo estoy contra todo golpe de
Estado, venga de donde venga.
Y para ser más preciso, afirmo que frente a ese golpe que
hoy se cocina en la
Argentina , yo llamo a los compañeros mecánicos y al pueblo a
defender la voluntad popular, defender el gobierno de la señora Isabel de
Perón, en el camino de la liberación definitiva del pueblo y de la patria. Como
obrero y dirigente mecánico digo que estaré en esa trinchera, y que iré a la
cabeza, como siempre estuve a la cabeza en el combate con mis compañeros. Son
dos los golpes de Estado que actualmente nos amenazan. Uno es el que empujan
los sectores proyanquis quienes, derrotados con la dictadura militar, no
obstante reagrupan sus fuerzas, se emboscan y trabajan en el desgaste progresivo
del gobierno. Pero el otro golpe, el más activo y peligroso en este momento, es
el que empujan los amigos de la otra superpotencia imperialista, los amigos de la Unión Soviética.
Estos se montan en los sentimientos antiyanquis y democráticos de sectores populares
y de las FF.AA. para propagandizar y organizar un supuesto golpe “progresista”,
al que también llaman “constitucionalista” o “peruanista”. Sin embargo nadie se
engaña: detrás de esa alternativa están el Lanusse de Trelew, el Carcagno que
reprimió el Cordobazo, el Gelbard del “Pacto Social” y de la superexplotación
de los trabajadores; están muchos gorilas y oligarcas que hoy ven en la URSS un “socio” para
sobrevivir a costa del pueblo. Y en ningún sentido debemos hacernos ilusiones,
porque cuando esos personajes salgan a la calle va a ser también para reprimir
salvajemente, porque será también un golpe contra nosotros, y por eso abrirá un
oscuro período histórico, como el que vivimos los obreros desde 1955. De esa sangre
ya tenemos claros ejemplos: tanto el terrorismo de derecha de las “3 A ”, como el de los grupos que
se dicen “socialistas” y actúan al margen de las masas, sólo persigue debilitar
al gobierno y atemorizar al gobierno, queriendo inmovilizarnos mediante el
terror o el crimen. Ambos golpes impulsan e instrumentan ese terrorismo, frente
al que siempre nos pronunciamos en contra. Y ambos golpes aprovechan también
las debilidades y errores del gobierno de la señora Presidente, errores
producto de una política que no va a fondo contra los principales enemigos del
pueblo y de la patria: los imperialistas yanquis y los terratenientes y grandes
capitalistas a ellos asociados. Por eso vemos que el gobierno sigue adelante
con la represión a través del Estado de Sitio, que golpea y desarma a las
masas, y que sólo la clase obrera será capaz de ponerse al frente del pueblo
para aplastar al golpe pro-soviético o pro-yanqui. En esa situación se intenta
confundir sobre lo que es el SMATA-Córdoba; se intenta desvirtuar que con
nuestra conducción se implantó la democracia sindical, se saneó al gremio, se
conquistaron muchísimas reivindicaciones, y se rompió en nuestra última larga
lucha la congelación salarial, lucha tan justa que luego fue reconocida nacionalmente
con el reajuste otorgado a todos los trabajadores del país. En el desarrollo de
este último conflicto, dijimos una y mil veces que no peleábamos contra el gobierno
de Isabel pese a que hubieron sectores
que quisieron instrumentar nuestra lucha en esa dirección. Ello consta en
solicitadas de prensa y telegramas enviados al a Presidencia de la Nación. En todas las
asambleas, y en muchas oportunidades, yo me pronuncié contra las dos superpotencias
que ese disputan el mundo y su política agresiva, expansionista e imperialista,
Y también contra el terrorismo. ¿Por qué entonces dice Lacabanne que yo soy
“cobertura” de la guerrilla, cuando la propia justicia federal ha sobreseído
por falta de mérito a los compañeros directivos presos, que fueran acusados de
lo mismo? ¡Qué clase de peronista es Lacabanne, que en vez de denunciar con
nombre y apellido a los golpistas y sus cómplices en Córdoba me ataca a mí, que
siempre sostuve claras posiciones antigolpista! Esas actitudes, objetivamente,
persiguen la confusión, favorecen el golpe y debilitan la trinchera obrera y
popular para esta batalla que se avecina. Y soy más claro: yo me pregunto,
cuando haya que luchar contra el golpe concreto, ¿qué harán peronistas como Lacabanne,
García Rey, José Rodríguez y Lorenzo Miguel? Entonces, muchas caretas van a
caerse, pero también entonces ténganlo por seguro, esté donde esté, yo no voy a
rehuir mi responsabilidad histórica. Ahora, tomando por testigos a todos los
que me han conocido en el corazón de nuestras gloriosas movilizaciones, afirmo
que ocuparé mi lugar junto a los obreros y el pueblo, contra cualquier
imperialismo que quiera sacar partido de nuestra patria. Entonces, ninguna
confusión. Nosotros, desde mayo de 1969, somos la auténtica vanguardia del
proletariado argentino, somos quienes hemos desarrollado las experiencias más a
fondo. En nombre de ese pasado y ese sentimiento, en nombre del orgullo de los
mecánicos, y de una voluntad antiimperialista
inclaudicable, vamos a denunciar y derrotar a los golpistas, vamos como
en el Cordobazo a seguir abriendo un verdadero camino hacia el futuro de la
clase obrera y el pueblo, y su alternativa deliberación independiente, nacional
y profunda. Así lo haremos, por el respeto a la voluntad popular contra todo
golpe, por la nueva recuperación del gremio, por la libertad de nuestros
queridos compañeros presos, por el levantamiento de las capturas, por el
respeto de las libertades democráticas, por todas las reivindicaciones de los mecánicos
y de los trabajadores en su conjunto. Siempre dije, compañeros, que es
preferible perder el gremio a resignar nuestras reivindicaciones. ¿Para qué
sirve un gremio sino para obtener triunfos? Esto lo recuerdo porque en el
futuro, sin duda, a nuestro SMATA lo podemos perder muchas veces. Pero también
estoy seguro que con la participación de todos lo vamos a recuperar tantas
veces como lo perdamos, y vamos a triunfar sobre los enemigos de los
trabajadores y de la patria, como lo señala nuestra tradición y nuestra
realidad, nuestras convicciones y nuestra vida. Con el espíritu y la fe de
siempre, llamo a lucha para poder tener con nosotros en Año Nuevo a los
compañeros presos, y hago votos para que 1975 nos depare grandes triunfos y
conquistas.
Un gran abrazo.
Rene
Salamanca
Carta a los compañeros
trabjadores,
Tareas de la clase obrera para frenar el golpe y profundizar la
liberación
Octubre 1975
Los obreros argentinos no
podemos reflexionar hoy fuera de un marco concreto: la patria está en peligro;
como en todas las horas decisivas (como en el 30, el 45, el 55, el 66 y el 69)
tenemos frente a nosotros dos opciones. O se profundiza la dependencia del
imperialismo, el poder de los monopolios y los terratenientes y la superexplotación
popular, ose profundiza la liberación, la marcha revolucionaria del pueblo con
los trabajadores a la cabeza. El primer camino es el camino del golpe contra el
gobierno peronista de la señora presidente, golpe que puede ser pro yanqui o
prorruso, porque las dos superpotencias conspiran y buscan someternos. El segundo
camino es el de la lucha antigolpista, para aplastar a los conspiradores y avanzar
a fondo en las tareas de la liberación y la unidad de los patriotas. Yo creo
que ésta es, en la actualidad, la gran misión histórica que tenemos por delante
los obreros. Y también digo que, derrotados parcialmente los yanquis que encabezaba
Onganía por las luchas populares nacidas con el Cordobazo, son hoy los sectores
prorrusos los principales conspiradores, quienes desarrollan el plan golpista
que está en curso. Terratenientes como Lanusse, grandes burgueses testaferros
como Broner y Gelbard, traidores como Luder, milicos gorilas como Anaya y
Massera, y jerarcas como Miguel, Herreras y Rodríguez ,Julio Broner: presidente
de la Confederación
General Económica (CGE). José Ber Gelbard: anterior
presidente de la confederación General Económica, luego ministro de Economía
desde mayo de 1973 hasta octubre de 1974, durante las presidencias de Cámpora,
Perón e Isabel Perón. Italo Luder: dirigente del Partido Justicialista, promovido
por los golpistas a presidente de la
Cámara de Senadores para quedar así en la “línea de sucesión”
presidencial. Leandro Anaya: Comandante en Jefe del Ejército tras el desplazamiento
de Jorge Carcagno por Perón. Emilio E. Massera: Comandante en Jefe de la Armada , luego miembro de la Junta Militar de la Dictadura. Lorenzo
Miguel: sindicalista del gremio metalúrgico y jefe de las “62
Organizaciones”, nucleamiento de los
principales sindicatos peronistas. Casildo Herreras: sindicalista del gremio
textil y secretario general de la
CGT tras el asesinato de José I. Rucci, hombre de Perón, en
setiembre de 1974. José Rodríguez: secretario general del SMATA nacional,
responsable de la intervención a la seccional Córdoba de ese sindicato son los
principales eslabones de esa conspiración que trata de reemplazar el amo yanqui
por la URSS ,
donde desde 1956 han enterrado las banderas de Lenin y el proletariado para
restaurar el capitalismo. Por su parte, la señora Presidente tiene clara la
cuestión de las dos superpotencias, pero no enfrenta el golpe con profundidad,
concilia ¿en el plan Rodrigo? con monopolios y terratenientes, y no se apoya en
el auténtico patriotismo de las grandes masas. Por eso la han ido rodeando, por
eso alientan los golpistas su relevo y la integración después denuncia gobierno
“cívico-militar”. Pero yo creo que serán derrotados, que el movimiento obrero
demi país va a estar a la altura de su tarea histórica, y es en ese sentido que
¿ como aporte ? deseo revisar y trasmitir mi propia experiencia, la del SMATA
cordobés. Política de los sectores pro rrusos en el movimiento obrero los
sectores pro rrusos, que favorecen la entrega de la patria al social imperialismo
de la URSS , trabajan
en el proletariado por medio de dos grandes corrientes revisionistas: la PC , y por otro lado el
trotskismo en sus dos vertientes, la ortodoxa y el terrorismo, que hacen un
doble trabajo de política y de reclutamiento para las acciones directas. De
todos modos, el eje fundamental es sembrar el apoliticismo; éste constituye una
línea de la burguesía en el movimiento obrero, difundida en su época por los
anarco-sindicalistas, por el sindicalismo amarillo y, en cierto modo, también
por los socialistas. En tanto que en el peronismo este rasgo se da, pero
contradictoriamente; desde un ángulo se lo estimuló con la conciliación de
clase (por ejemplo la consigna: “Del trabajo a casa y de la casa al trabajo”),
pero desde otro su carácter antiimperialista y las necesidades de conducción
que lideraba Salamanca, paralelamente a la orden de captura dictada contra éste
que lo obligó a enviar esta carta desde la clandestinidad.
Políticas obligaron al
peronismo a politizar las luchas de los trabajadores en momentos claves, como
en 1945 o en los años de la resistencia. Los pro soviéticos, como burgueses que
son, tratan de aprovechar esos factores. Su objetivo es diluir la
lucha política independiente del proletariado, sembrando la conciencia
economista y aprovechando, si pueden, las justas luchas económicas para su
política por arriba. Un ejemplo reciente es que, mientras los trabajadores
luchaban por la homologación de los convenios, la trenza de jerarcas montaba el
dispositivo golpista impulsando la asunción de Luder en el Senado, preparando
así el “golpe constitucional” contra la señora Presidente. En los sindicatos,
con el pretexto de la “unidad” de toda la masa, proponen el “no hacer
política”, fomentando el sindicalismo y el economicismo. En sus variantes
trotskistas más incendiarias e “izquierdistas”, empujan como principio la idea
de lucha, lucha y lucha por las reivindicaciones, sin enmarcarlo en lo político.
Para ver aquí otro ejemplo notable, recuerdo que en Grandes Motores Diesel ocuparon
en junio la planta por 72 horas con motivo de las paritarias, pero en política,
ante el ingenuo asombro de los activistas trotskistas, el conflicto fue
capitalizado por Armentano y Lacabanne, como punta de lanza de la movilización
de la CGT en
Buenos Aires. Eso ocurre cuando una dirección sólo impulsa la lucha económica,
que en definitiva puede ser capitalizada por cualquiera. Así, en estos casos
las aprovecharon los prorrusos, pero también puede favorecer a los yanquis; el
conflicto económico planteado en la mina El Teniente, en Chile, sirvió para la
acumulación del golpismo pro yanqui, que desembocó en la dictadura asesina de
Pinochet. La falsa unidad, la absolutización de lo económico y, a la vez, la
minimización de la política son rasgos generales del “clasismo” que ellos definen.
En junio de 1975. El 27 de junio la dirección golpista de la CGT y diversos sectores
políticos golpistas usaron el descontento popular contra el plan de ajuste de
Celestino Rodrigo y las justas reivindicaciones salariales de la clase obrera
para organizar una gran concentración en Plaza de Mayo y, centrando en la
figura del reaccionario ministro José López Rega, debilitar al gobierno de
Isabel. Con el mismo objetivo impulsaron una oleada de huelgas en junio y
julio. Villa Constitución practicaron el economismo pro golpista, buscando
también empalmar los hechos terroristas con el movimiento de masas; el peligro
de la preponderancia de esas ideas yo lo expresé a los cuerpos orgánicos de
esas fábricas, y al propio Piccinini, en varias discusiones durante 1974. En el
caso de Sitrac-Sitram, también observamos un ejemplo de instrumentación, cuando
la justa lucha contra la dictadura proyanqui, en el Viborazo, terminó con el
recambio palaciego de Lanusse. En esta experiencia, luego, se cayó en un
economismo desenfrenado y en una política pro terrorista que condujo a su
liquidación; los voceros de algunos grupos armados decían: “Trescientos despidos,
no importa, son trescientos nuevos guerrilleros”. Así el terrorismo, con su
línea aventurera e instrumentable desde arriba, destruye la posibilidad de
acumulación del movimiento obrero, y en este plano liquida todo lo que toca. En
nuestro SMATA lo vimos actuar con las mismas intenciones, contribuyendo con los
asesinatos de Goya y Swuin al plan general prosoviético de rodearnos y desplazarnos.
Pero el hecho de que entre nosotros nunca fueron hegemónicos lo señala que hoy
el SMATA sea un bastión antigolpista, mientras donde ellos desgraciadamente
dirigieron, no han dejado nada, sólo ideas negativas para los trabajadores.
Tácticas en el SMATA cordobés. En
el SMATA Córdoba la política prorrusa trabajó con dos tácticas sucesivas. En la
primer [comisión] directiva, de mayo de 1972 a mayo de 1974, buscaron hacer una
dirección gremial sindicalista, sin definiciones políticas e invocando la unidad.
Su ambición entonces era convertir al SMATA en un gremio sin perfil, segundón
de Luz y Fuerza. En la segunda directiva, batida el ala PC, que como partido
apoyó a la Lista Naranja
fue dejada el ala Alberto Piccinini, dirigente metalúrgico de Villa Constitución.
Sindicatos de Trabajadores de las empresas Fiat-Concord y Fiat-Materfer, de
Córdoba, donde se constituyeron en 1970 los primeros sindicatos clasistas de
fábrica. Se refiere al “turno” dictatorial
de Levingston, en marzo de1971. Contra la Lista Marrón que
lideró Salamanca.
En ese sentido produjeron varios
hechos: En el “navarrazo” empujaron la expulsión de los delegados peronistas
del cuerpo de Delegados, acusándolos de “fascistas”. Su objetivo era crear la
falsa división “fascismo-antifascismo” o, con más precisión, “peronismo-antiperonismo”,
dentro de la más tradicional línea gorila. Pero este intento fue desmantelado
por nosotros. En la integración de la Lista Marrón de1974 hicieron lo imposible por
sectarizarla e impedir la inclusión de compañeros peronistas, pese a nuestra
batalla por compartir responsabilidades con compañeros peronistas y radicales.
Durante la campaña electoral, y sobretodo después del triunfo de mayo del ’74,
se continuó estimulando la división de la masa. El11 de mayo, cuando se
anunciaron los resultados del escrutinio en Luz y Fuerza, Nájera, de Vanguardia
Comunista, y Palacios de la junta electoral, se lamentaron señalando que se
había ganado por 1.000 votos, pero que en el SMATA quedaban “3.000 fachos”. Yo
dije que quedaban 3.000 compañeros peronistas que habían votado a la Lista Gris , y con
quienes debíamos soldar la unidad. Por su parte, poco después el trotskismo ?
con pasividad nuestra ? evaluó equivocadamente que los cuatro mil votos marrones
eran votos “contra Perón”. Y empujó a nivel de activo los reproches de los
marrones a los compañeros peronistas, introduciendo concretos gérmenes de
división. El verdadero clasismo habiendo conocido, convivido y luchado contra
estas corrientes, a veces no con la política más justa, afirmo que el verdadero
clasismo impone que los obreros dirijan la lucha por la revolución nacional y
democrática, en marcha hacia el socialismo. El verdadero clasismo no diluye la
política detrás de la “unidad” ni de las “reivindicaciones”; pelea en el“Navarrazo”:
golpe policial que destituyó, en marzo de 1974, al gobierno provincial de
Córdoba encabezado por Ricardo Obregón Cano, cercano a los Montoneros, y el
sindicalista Atilio López. Cambio por los objetivos concretos del proletariado
a la cabeza del combate por la liberación. El verdadero clasismo pone la
política antigolpista, antiimperialista y patriótica al mando, y bate sin
cuartel al revisionismo sindicalista y economista. El verdadero clasismo
reitera hoy la necesidad de recuperar los cuerpos de delegados, las comisiones
internas y los sindicatos, desde la lucha antigolpista en concreto, desde la
derrota de los jerarcas y los divisionistas prorrusos, en el camino de
profundizar la liberación, de acaudillar a todo el pueblo contra las superpotencias
y sus cómplices, terratenientes, monopolios, jerarcas y poderosos. El verdadero
clasismo acentúa la bandera de la recuperación, pero con la política al mando,
con el objeto de derrotar al golpe. Así los traidores serán barridos, así
vertebraremos movimientos de recuperación sindical de masas y no de activo como
quieren los prorrusos. Así construiremos el frente único en la clase obrera,
aglutinando desde las definiciones patrióticas y antigolpistas a peronistas,
radicales, comunistas, socialistas, patriotas, y desde allí el proletariado
avanzará a articular el frente único popular contra el golpe y las superpotencias.
Toda lucha reivindicativa tiene que estar impregnada de política a fondo. La
política permite no confundir al enemigo principal, siendo hoy los rasgos generales
de un marco político la lucha antigolpista y las diez medidas y cinco reclamos
propuestos por el Partido Comunista Revolucionario, entre lo cual figura la
nacionalización de los monopolios yanquis y golpistas, la confiscación de las
tierras de los terratenientes, la nacionalización del comercio exterior y la
banca y, entre otros aspectos, dar tierras y créditos a los compañeros del campo.
El conflicto de 1974.
Quiero ser claro en una idea: los responsables directos, los que nos vieron
como enemigo irreconciliable y provocaron nuestro desplazamiento en la conducción
sindical del SMATA Córdoba, fueron los sectores prorrusos. Usaron contra los
obreros mecánicos, y hay que subrayarlo, buena parte de los resortes de poder
que tienen acumulados en la Argentina. Desde
el punto de vista agresivo actuaron muchos que en el ’66 aplaudieron a Onganía
y hoy están en el golpe contra Isabel; así Otero desde el Ministerio de
Trabajo, Rodríguez desde el SMATA nacional y Miguel desde las 62 Organizaciones.
Las empresas se plegaron al juego que les dictaba Gelbard, el testaferro de
ALUAR, y hasta se usó a funcionarios de segunda línea, como el juez
Hairabedián, un empleado de Brunillo y de otros oscuros personajes. Sin
embargo, hubo una maniobra mucho más aviesa y peligrosa para el movimiento
obrero, que como en parte lo hemos explicado, consistía en rodear al SMATA, en
usar por un lado al trotskismo desde adentro, y al aparato de Tosco y Firmenich
desde la periferia de esa dirección para aislarla de la masa peronista. La
táctica de los prorruso será, como dije, sembrar falsas polarizaciones. Y en
ese sentido tuvieron éxito, tanto que el24 de septiembre [de 1974], en la
famosa asamblea de Santa Isabel, un sector mayoritario de la masa mecánica
resolvió aceptar la reivindicación salarial y hacer un compás de espera en lo
referente al avasallamiento de su conducción por Otero-Miguel-Rodríguez. ¿Esto
pasó por desgaste, por agotamiento económico o por política? Yo digo que,
fundamentalmente, pasó por razones políticas; la gente nos vio en realidad
cercados y pensó: “Seguramente Salamanca también está en la joda”. Nosotros no
fuimos claros ni a fondo, no le hablamos a la masa en términos políticos
precisos, y entonces la masa nos vio dentro del golpe, como a Firmenich y
Tosco, nos vio contra el gobierno peronista. Entonces los mecánicos, oponiendo
a la situación su política patriótica, antigolpista, prefirieron esperar y no
luchar por su dirección. Por dificultades objetivas (es decir, por el cerco que
iba desde el ministro prorruso Gelbard, a Otero, Rodríguez, Miguel, Brunello,
Ricardo Otero, dirigente del gremio metalúrgico (UOM)designado por Cámpora
ministro de Trabajo. Duilio Brunello, presidente del PJ, empresario cordobés
subordinado políticamente a Gelbard. Agustín Tosco, dirigente del gremio
cordobés de Luz y Fuerza y de la
CGT “combativa” provincial. Mario E. Firmenich, dirígente máximo
de los Montoneros. Tosco, etc.), y por el peso en nosotros de ideas revisionistas,
no fuimos a fondo, no pusimos la política al mando. Los términos de unidad de
los mecánicos cordobeses comienzan a restablecerse desde el 26 de diciembre de
1974, cuando entra a las plantas una carta mía donde se define la lucha contra
el golpe proyanqui o prorruso, y la defensa del gobierno peronista de Isabel
Perón contra la conspiración de los dos imperialismos. Entonces, en base a la
política, por un lado se nuclea lo patriótico antigolpista que es realmente la
masa, y por otro los sectores minoritarios prorrusos y propatronales. Eso abre
ahora el camino de la recuperación, aunque haya dificultades no superadas que
todavía no permitieron esa meta y la libertad de nuestros presos. Empero, el
ejemplo primero de Perdriel, luego repetido masivamente en Santa Isabel, en que
se toma a fondo la idea antigolpista y el concepto de que los platos rotos los
paguen los yanquis y los terratenientes, indican un modelo de la política al
mando, de combinación de lo reivindicativo con lo político hacia la profundización
del camino liberador, y de que así y sólo así se bate a los golpistas que
pretenden montarse en las luchas del proletariado. Peronistas y comunistas revolucionarios
¿Qué está pasando en el movimiento obrero argentino hoy, qué perspectivas se
abren para el futuro? Lo cierto es que el general Perón dejó corporizadas en
los trabajadores un conjunto de ideas, que forman parte de su conciencia política
y de las banderas del justicialismo. El valor de las reivindicaciones, la
amenaza de la antipatria imperialista, de las dos superpotencias y nuestra
pertenencia a los pueblos del Tercer mundo, son algunos de esos elementos. Yo
no creo como los aventureros pro soviéticos en la “desperonización”; los
compañeros peronistas Plantas automotrices del gran Córdoba, no van a dejar de
serlo para convertirse en “miguelistas”, “herreristas” o “camporistas”, y su
dirección natural, quien continúa y representa a Perón es la señora Presidente.
Yo creo que los compañeros son peronistas por un proceso profundo, que respetamos,
pero también sé que la necesidad del combate contra el imperialismo y el golpe,
y profundizar la liberación, conllevan otros conceptos: la
dirección del proletariado en ese proceso, la necesidad de aplastar al enemigo
con el pueblo en armas, la articulación del frente único popular contra el enemigo
principal, la existencia de un fuerte y gran Partido que desarrolle esa política.
La necesidad histórica de estos rasgos para triunfar, llevará a los trabajadores
a la negación crítica de su experiencia anterior para avanzar a un nivel
superior: el marxismo-leninismo. Y nosotros, los marxistas-leninistas- comunistas
revolucionarios, empalmamos con esa corriente negando y superando en lo
esencial las ideas y prácticas revisionistas, aplicando así el marxismo-leninismo
a la realidad de nuestro país. Así luchamos por el fin de la dependencia, por
la revolución democrática y nacional, y nos unimos a los compañeros peronistas
y los demás patriotas contra el golpe de las superpotencias. Esto
tiene un destino ancho, y puedo asegurar que muchas de las conclusiones
que he expuesto de nuestra experiencia en el SMATA cordobés no han sido de
fácil resolución; a la luz de la vida y la política hemos pensado nuestra
práctica y hoy lo escribimos, con la convicción de que ha de ser útil para el
movimiento obrero. Porque reitero: tenemos por delante dos caminos. Yo sostengo
que al golpe se lo puede derrotar , que nuestras tareas históricas los obreros
las vamos a cumplir, que el pueblo argentino no quiere ser ni Chile ni
Checoslovaquia*, que yanquis y rusos serán aplastados, que a los trabajadores
no nos desarmarán ni desmovilizarán los que quieren montarse en nuestras
reivindicaciones y nuestro patriotismo. Finalmente, a los compañeros de Córdoba
con los que deseo volver a reunirme, como en las horas más gloriosas y al lado
de nuestros queridos presos, y a los compañeros del país a quienes llegue mí
mensaje envío un fuerte abrazo. Y con fe en el futuro, en la patria y en la
clase obrera reafirmo una consigna: sépanlo traidores, asesinos a sueldo del
imperialismo, enemigos del pueblo, aunque nos cueste sangre, OTRO ’55 NO PASARÁ
Un abrazo,
Rene Salamanca
* En Chile se había impuesto, en
setiembre de 1973, el golpe fascista de Pinochet que derrocó a Salvador Allende.
Checoslovaquia había sido invadida por la URSS en 1968.
A los compañeros mecánicos
Marzo de 1976
(...)Hoy reafirmo lo que comencé a
expresar en planta en la carta de diciembre de1974: los trabajadores argentinos
tenemos, como tarea principal, luchar contra el golpe imperialista, prorruso o
proyanqui, que se cierne en la patria. Los trabajadores y el pueblo,
defendiendo nuestras reivindicaciones y el gobierno de Isabel, profundizamos el
camino de la liberación. Cuando la posibilidad de que las botas gorilas vuelvan
a la calle es un hecho, cuando los aviones de Morón ya volaron sobre la Plaza de Mayo, nuestras
palabras resultan más claras. Sin embargo, no faltaron quienes —encubiertos o
no— trataron de confundir a los compañeros. Algunos, coincidiendo con la oligarquía
del diario la Nación ,
dijeron que yo “deliraba” o que era un “sectario”. Otros afirmaban la “inexistencia”
del imperialismo ruso (o socialimperialismo) y me llamaban “traidor”. Pero
ahora nadie puede desmentir que la cuestión del golpe pro imperialista y gorila
es lo que divide aguas en la política argentina, y solo se está en una
trinchera: o en la del golpe que es la de la antipatria, o en la del antigolpe
que es el avance liberador.(...)Rusos y yanquis se disputan el mundo y tratan
de ganar mercados, zonas deinfluencia y privilegios estratégicos. Y dentro de
esa pugna, la Argentina
es un bocado especial por sus enormes riquezas, su ubicación en el Atlántico y
porque controla el Estrecho de Magallanes, paso obligado al Pacífico en caso de
ser bombardeado o bloqueado el Canal de Panamá. Todo esto está en juego aquí, y
forma parte del conjunto de causas por las cuales las superpotencias y sus
“socios” —oligarcas, monopolios, grandes burgueses, milicos gorilas y jerarcas
sindicales “amigos”— empujan la13Se refiere a la intentona golpista de fines de
diciembre de 1975, encabezada por el Brigadier Jesús O. Capellini, jefe de la Base aérea de Morón y cabeza
de una facción militar que disputaba al violo-videlismo la hegemonía dentro del
frente golpista. Caída del gobierno nacionalista de la señora presidente. Yo no
digo que Isabel no se equivoque, yo no digo que su política sea la mejor para
enfrentar a los imperialismos. Pero digo, sí, que resiste, forcejea y trata de
no entregarse y que, en ese sentido, cuando los que quieren derrocarla son,
como en 1955, los enemigos de la patria, su caída será un retroceso y un avance
de las superpotencias en su afán de conquista.(...) La vida nos enseña que, así
como no hay imperialismo “bueno”, tampoco puede haber golpismo “bueno”. El
golpe, sea prorruso o proyanqui, tiene un solo camino para la Argentina : superexplotación
popular, dictadura terrorista, entrega de la riqueza nacional y más hambre para
los sectores populares. Por eso creo que los trabajadores debemos estar al
frente siempre.(...)En lo económico, ir a fondo significa luchar por nuestras
reivindicaciones —paritarias, farmacia, transporte, equiparación, etc.—, pero
además proponer y empujar medidas nacionalistas profundas que obliguen a pagar
la crisis a sus verdaderos responsables. Esto es: expropiar los monopolios
imperialistas y los latifundios de los terratenientes, desconocer la deuda
externa contraída por los gobiernos entreguistas, control obrero de las
empresas nacionalizadas, entrega de tierra a los campesinos pobres y medios,
concesión de créditos a la pequeña y mediana industria nacional, etc. Esas
medidas, en el marco de la movilización, y la unidad patriótica de las grandes
masas, enfrentando a los golpistas sin vacilaciones en el terreno en que sea
necesario, son la verdadera garantía de laderota de la antipatria y de la
profundización del camino liberador.(...)Estamos construyendo de hecho —y
debemos consolidar aún más— una poderosa corriente patriótica y antigolpista.
(...)Yo propongo que los mecánicos, como en tantas otras ocasiones
seamos la columna vertebral, los caudillos y el término unificador de la clase
obrera y el pueblo de Córdoba contra el imperialismo, y concretamente ahora,
contra el golpe de Estado amenazante. Pienso, compañeros, que esa es nuestra
auténtica tarea frente a los graves momentos que vive la patria en peligro.
Digo estas palabras con la franqueza de siempre, con la voluntad que ustedes
conocen: estuve, estoy y estaré a la cabeza. Sé que se aproximan circunstancias
definitorias para el futuro, pero sé también que muy pronto, como en los
inolvidables días del Córdoba Sport, volveremos a estar juntos; sé que en la
hora del triunfo podré abrazar a mis compañeros mecánicos y a nuestros hermanos
presos. Pienso en el pasado, en todo lo que hicimos, y mi corazón se fortalece,
compañeros.
¡Viva la Patria !
René Salamanca
Extractos
de la carta publicada originalmente en Nueva Hora Nº 221, de la semana del 16
al 22 de marzo de 1976.