La denuncia y ahora imputación en la causa por lavado de dinero de Lázaro Báez, beneficiado en la obra pública en Santa Cruz y sindicado públicamente como testaferro de Néstor y Cristina, muestra uno de los caminos por los que el “grupo K” acumuló y sigue acumulando su fortuna.
En el número anterior de Vamos por la Liberación! mencionamos los 1200 millones de dólares que Néstor Kirchner sacó fuera del país gracias al incondicional apoyo que éste prestó al presidente Carlos Menem en su momento con la privatización de YPF. Así, el gobierno nacional reconoció a Santa Cruz “regalías anteriormente mal liquidadas”.
Previamente, durante la dictadura, el patrimonio de los Kirchner creció por los negocios inmobiliarios ejecutando las garantías hipotecarias de compradores de viviendas y tierras -mediante la circular 1050- que no podían afrontar el pago de la deuda contraída con una financiera de nombre Finansur, al mejor estilo “caranchos”.
Luego, ya en la presidencia, pasaron a meterse en el orden nacional con empresas y testaferros como Cristóbal López. Así se expandió una fortuna familiar “en blanco” desde 6 millones de pesos, que era lo que declaraban antes de asumir cargos públicos, hasta los 70 millones de su última declaración jurada.
Sólo la movilización popular podrá sacar a luz toda la verdad y lograr justicia y castigo a todos los que se benefician con la corrupción desde el Estado, mientras falta el dinero para los inundados, los maestros, la salud…