El 31 de diciembre se asomaba un sol por el este con promesas de entre 35/37º y en Chascomús se despertaba el último día del año. Si bien para todo el mundo no era un día más, sino el último del año, para los municipales de Chascomús tenía doble carga: el fin de un año electoral de mucha discusión y debate político, y además una situación de sueldos miserables y condiciones de trabajo pésimas. Son las 9 de la mañana y en la Plaza San Martín nos encontramos los compañeros municipales con sus hijos, esposas, amigos y vecinos. La situación que allí nos convocaba: 39 despedidos.
La nueva administración de Javier Gastón, que llegó al Ejecutivo de la mano de Sergio Massa, a días de haber asumido comenzó a trabajar para “cambiar” Chascomús. Una de sus primeras medidas fue dejar a estos 39 compañeros en la calle. Los despidieron con telegramas enviados el día 30/12, anunciándoles como día de despido el 31/12.
No respetaron los legajos impecables y se olvidaron de la colaboración prestada por los empleados municipales, aun en esos pocos días de gestión. Tampoco les importó despedir compañeros de tres años de antigüedad o de un mes.
9:30AM: Ingresan referentes de UPCN y ATE al Palacio Municipal para tener una reunión con funcionarios municipales. Los compañeros municipales cortamos la calle San Martín con gomas listas para prender fuego, lo que no se llevó a cabo por una discusión con ATE. Ellos manifestaban que había que esperar y no presionar tanto. Los compañeros estuvimos tirando petardos, cantando en contra del gobierno y haciendo mucho ruido.
La jornada exhaustiva y de lucha terminó a las 14hs cuando salieron a informarnos que 21 compañeros habían recuperado su trabajo, seis quedaron para revisar legajos el día lunes, los cuales no habían sido tomados, y el resto había sido irrecuperable.
Los comunistas revolucionarios estuvimos presentes ese día. Creemos que nadie debería quedar afuera. No nos pueden obligar a elegir entre mejores y peores trabajadores, a aceptar que a este sistema le sobran trabajadores solamente por cuestiones políticas. Porque en lo que a economía se refiere, Chascomus tiene de donde sacar. Solo que la decisión política –igual que el gobierno nacional y provincial– es ajustar para abajo.
Días más tarde nos enteramos que los seis compañeros que estaban para revisar legajos fueron reincorporados, ¡pero el resto no!
Ya terminando enero, quedó de manifiesto que los grandes “cambios” en favor de los trabajadores solo quedaron en promesas. Quienes estuvimos esos días apoyando nos ganamos el respeto de los compañeros. Pero toda la “élite” política de Chascomús quedó en evidencia: algunos por no poder justificar su presencia en la plaza y otros porque nadie les hubiera creído que si hubiesen ganado hubieran hecho otra cosa. Ahora seguimos en estado de alerta, debatiendo permanentemente con los compañeros e impulsando un boletín.
Corresponsal