La lucha de los trabajadores aceiteros no se detiene. El paro por tiempo indeterminado lleva ya 18 días y mantiene paralizado a los puertos de Santa Fe. Es una lucha gigantesca y testigo del estado de ánimo y la firmeza que hay por abajo entre los trabajadores.
Los monopolios imperialistas como Cargil o Nidera tienen sus barcos varados en la entrada a los puertos perdiendo milloneJoonos de dólares. Aunque todavía es más lo que ganan, como denuncian los aceiteros en esta lucha por un aumento de 42% de aumento.
Junto a este sector, se le suma los de la Federación de la Alimentación con un paro por tiempo indeterminado que acaban de lanzar por un aumento de 43%. Al igual que otros gremios, la pechada por abajo es muy grande y hace mover a los jerarcas que buscaban pactar una tregua hasta las elecciones. La realidad de los trabajadores y el pueblo, golpeada por la inflación y el aumento de precios golpeó su puerta.
Para entender esta dura pulseada con raíces profundas, sólo hay que ver que el promedio de los salarios en el país es de 5.500 pesos, con 36% de inflación en los últimos doce meses y 45% de mano de obra precarizada. Esa olla a presión estalló y para los que exigen más de un 30% o un 42% como los aceiteros el 27% oficial está muy lejos. La lucha seguirá.
Esta pulseada, que tiñe la campaña electoral, está atravesada por la disputa electoral de las clases dominantes. Los oficialistas que pactaron el 27% apoyan a Scioli; mientras los jerarcas que “empujan” la lucha apoyan a Macri o en menor medida a Massa, buscan sacar provecho de esta realidad que golpea centralmente al Gobierno y sus candidatos.
Por eso, a la vez que golpeamos juntos en la medida de fuerza y en la mayoría de los reclamos en el paro del 9 de junio, trabajamos para hacerlo activo ese día (más allá de las críticas que nuevamente infirió a los piquetes el propio Moyano). Lo hacemos desde las agrupaciones clasistas que motorizamos, desde el Encuentro Sindical Combativo y el FIT, donde se expresan los puntos de lucha y procesos de los sectores combativos en el movimiento obrero que apuntan a enfrentar al ajuste del 27% en la calle y a la polaridad en el terreno político electoral que buscan imponer desde el Gobierno y la oposición de las clases dominantes.
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| Los Bancarios también vienen parando por un aumento del 33% y compensción por el impuesto al salario. |
“El proyecto no puede quedar manco”, afirmó Randazzo en la reunión de Carta Abierta, desatando una carcajada general de los presentes. Este inocultable desprecio es lo que piensa el kirchnerismo de Scioli. El kirchnerismo iría con Randazzo a las PASO, donde casi seguro ganaría el gobernador de Buenos Aires, pero dejarían en claro su poderío como corriente interna dentro del peronismo. Y si CFK va como senadora, dirigiría directamente los condicionamientos al flamante presidente.
Esta lucha tiene como trasfondo que Scioli, si bien es un defensor del modelo, no viene del redil del kirchnerismo y tiene llegada y buen trato con rivales de la talla del Grupo Clarín.
El macrismo se mantiene como el contrincante del FpV. Esto envalentona a Macri, pero también a Scioli que ve que puede ganar en primera vuelta con el 45% de los votos ya que es el que más suma en el desangre del Frente Renovador de Sergio Massa. Esta posibilidad hace que un sector de la oposición busque un acuerdo con el PRO para hacer una gran interna y no dividir los votos que haría naufragar un ballotage. Está claro que la polaridad con Macri es lo que más le conviene al FpV; y esta posibilidad también alimenta la dispersión de gran parte de los votantes, ya que es la continuidad del ajuste por inflación o el macrismo con un ajuste más ortodoxo.
La lucha por arriba transcurre entre la ofensiva del oficialismo sobre la Justicia, golpeando al Juez Fait para discutir el número y la composición de la Corte Suprema, para garantizarse impunidad con un nuevo gobierno frente a una ofensiva “anticorrupción” sobre los principales exponentes del kirchnerismo y testaferros manchados hasta el cuello.
La denuncia contra Horacio Verbitsky, asesor de lujo del oficialismo K y vinculado con el lanusista comodoro (r) Juan José Güiraldes de la aeronáutica, realizada por el empleado de Clarín Gabriel Levinas puede tomarse como respuesta a la ofensiva contra la Corte Suprema. No sería la primera vez que la lucha de los de arriba saca a la palestra sus lacras como la corrupción, Milani u otros oscuros personajes.
El voto popular
Frente al escenario electoral de polaridad, mayor disputa por arriba y creciente lucha obrera y popular, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) aparece como un canal frente a las variantes de las clases dominantes y un polo frente a la dispersión. En las legislativas del 2013, el FIT obtuvo 1.000.000 de votos. Este año, en las PASO provinciales y en Capital Federal, el Frente fue reafirmado como instrumento.
Tras las PASO en Salta, Mendoza y Capital Federal, los integrantes del FIT anunciaron que irán a internas abiertas para dirimir la candidatura presidencial y también en algunos lugares, desandando así acuerdos anteriores. Esto tiene un trasfondo en que por un lado Izquierda Socialista y el PO buscan ampliar políticamente el Frente a fuerzas no trosquistas. Y por el otro, el PTS resiste esta ampliación desde la defensa de una “unidad ideológica” y critica el manejo de las candidaturas, mientras llamativamente fue el que propuso dirimir la candidatura en internas abiertas.
Con las PASO las internas las terminan definiendo fuerzas externas al Frente, donde intervienen los medios de comunicación, el recuentro informático del Estado y sus jueces. Por eso somos críticos a que el FIT haya derivado a esta instancia. Forzados ante esta realidad, en la que las PASO son obligatorias y habiendo definido el apoyo al FIT en las elecciones generales, llamamos a votar al FIT con las listas encabezadas por el PO e Izquierda Socialista.
En la provincia de Tierra del Fuego, el Nuevo Movimiento Popular para la Liberación obtuvo la personería jurídica y pasará a ser una opción en las elecciones del 21 de junio. Sobre la base de un recorrido de lucha, de dirigir sindicatos como el Sutef, de recuperar la CTA Autónoma de la provincia, de sostener la fábrica recuperada Renacer, de vincularse a otros sectores barriales y de profesionales, y con un reconocido trabajo en el terreno deportivo, el Partido Marxista Leninista Maoísta de Tierra del Fuego vio la necesidad de impulsar el NMPL como una herramienta política con un programa popular y antiimperialista que pueda también servir en la disputa electoral.
En Malagueño, Córdoba, estamos conversando con un partido vecinal un acuerdo para las elecciones municipales, con un programa que sirva a los reclamos populares y en particular a la lucha por tierra y vivienda.
Desde nuestra posición popular, antiimperialista y antiterrateniente, tácticamente apoyamos al Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) en el orden nacional y otros frentes que impulsamos e integramos para que nuestro papel en la táctica electoral tenga la premisa que todo lo que hagamos en ella nos sirva para la acumulación de fuerzas para la revolución de liberación nacional y social en marcha al socialismo.