[Vamos! Nº25] Las mujeres nos organizamos y rompemos el silencio.
Este año el comienzo de clases del CBC en Ciudad Universitaria fue atípico. Varias alumnas se acercaron al Centro de Estudiantes denunciando situaciones de acoso por parte de un docente de matemática, Mauricio Da Rocha.
Frente a esto convocamos a una reunión de urgencia de la Comisión de Mujeres del Centro de Estudiantes. Participamos más de 15 estudiantes. Decidimos elaborar una denuncia para ser presentada a las autoridades del CBC y de la cátedra de matemática. A la denuncia se le anexaron varios testimonios de alumnas, incluso experiencias del año pasado con el mismo docente. Se presentó el día martes 8 de abril.
También decidimos ir al curso a ver entre todos los compañeros qué acciones tomar. Como al día siguiente el profesor asistió de todas maneras a dar la clase, desde del Centro con varios estudiantes de dicha comisión comenzamos a hablar en la puerta del curso, y, al encontrar más casos y una necesidad de que esta situación se termine, decidimos enfrentarlo entre todos. Por el miedo que generaba que sea el mismo docente el que acosaba, fuimos las compañeras y compañeros del cuerpo de delegados del Centro de Estudiantes los que planteamos abiertamente lo sucedido en el curso.
Luego de que el profesor se retirara del aula, las estudiantes pudieron relatar lo que estaban viviendo. El profesor cuando se acercaba al banco a “explicarles los ejercicios” les tocaba parte de su cuerpo: piernas, cintura, poniendo su mano muy cerca de sus senos o debajo de su cintura. Incluso, a una alumna la invitó a pasar a un aula a solas. Contaron que tenían que mentir diciendo que habían entendido los ejercicios para que no se les acercara. Así es que todo el curso votó de manera casi unánime que el docente fuera retirado de su cargo y nos movilizamos -con la carta firmada por todos- a las autoridades de la sede.
Luego de ocupar las oficinas se hicieron presentes los responsables de la cátedra, quienes anunciaron que el docente no daría más clases en Ciudad Universitaria. Fue la valentía de quienes se animaron a dar testimonio, y la voluntad y firmeza del conjunto del curso y organizados desde el Centro de Estudiantes lo que logró ponerle un freno al docente acosador.
Esperamos que este caso sirva para que estos hechos dejen de ser naturalizados. Porque la violencia de género es social y sólo por el camino de la lucha podemos decirle BASTA. Sigamos avanzando por la liberación de las mujeres. Sigamos avanzando por la liberación del conjunto de nuestro pueblo.
Corresponsal