El pasado martes 18/3 se realizó el plenario de delegados de la AGTSyP, donde se resolvió unánimemente exigir un 37% de aumento, 2% por año de antigüedad y mejoras en las licencias para la próxima paritaria. También aprobaron el apoyo a los trabajadores de Las Heras por su absolución.
El 37% reclamado, si no se hace en cuotas como sucede en otros gremios, supera el tope del 30% que plantea el gobierno para hacer pasar el ajuste. Una recomposición así permitiría recuperar en parte el poder adquisitivo de los salarios, que viene de un claro retroceso en los últimos años.
Los sectores de la directiva en buenas migas con el gobierno nacional, que planteaban off the record un número por debajo del 30%, tuvieron que acomodarse. Para definir el 37% como programa, fue importante la fuerza del paro docente y que sectores de tráfico, estaciones y taller de varias líneas ya habían votado un mandato por un 35-40%. También estuvo el bloqueo que se hizo desde El Salamanquista apoyando a los compañeros que no entran en el chantaje del gobierno.
Un aumento del 37% es posible: Metrovías sigue recibiendo subsidios desde Ciudad (980 millones) sin invertir un peso; y desde que inicio el debate del traspaso, el macrismo ya implentó tres aumentos de tarifa, que acumulan un incremento del 409%. En definitiva, el acuerdo PRO-K por el traspaso le sigue garantizando jugosas ganancias a Roggio, mientras los usuarios y trabajadores pagamos las consecuencias.
Entre otros temas que se trataron en la reunión, aunque no hubo resolución, estuvieron: que las retenciones por ganancias las absorba Metrovías, como plantean otros gremios industriales; la reapertura de paritaria en 6 meses, dado el ritmo actual de la inflación; y la preocupación por la instalación masiva de máquinas de Sube, que implicaría flexibilizar tareas y poner en riesgo puestos de trabajo.
En el curso de estos días los metrodelegados esperan ser convocados a la mesa paritaria y calientan motores para salir a luchar, ante una probable negativa o que la UTA firme por su cuenta. Están claros de que ninguna de sus conquistas se consiguió sin grandes luchas: las 6 horas, la eliminación de las tercerizadas y, en su momento, el salario igual a la canasta familiar.
Ahora, la pulseada en el subte es por la ruptura del tope salarial y por la confluencia con otros sectores para que el ajuste no pase.
Se suma ahora el debate sobre la participación en el paro del 10/4 convocado por la CGT, aunque impuesto en realidad con la irrupción del paro docente. Depende ahora de los trabajadores que este paro, que no prevee ninguna movilización, desborde a los convocantes y se convierta en activo, para golpear con fuerza al ajuste y la devaluación salarial. Varios compañeros del subte reclaman asambleas para definir la participación en el paro con independencia política y programática. En estos días habrá novedades.
Corresponsal