El pasado 24 de marzo en la provincia de Jujuy el dirigente de los municipales Carlos “Perro” Santillán, en su discurso en el acto del aniversario del golpe de Estado denunció una campaña del PCR contra su persona, pero a la vez atacó la línea antigolpista del PCR.
Al tomar conocimiento de los dichos de Santillán sobre la lucha antigolpista, nos vemos obligados a contestar, ya que reivindicamos y nos sentimos orgullosos de la línea que predominó en el PCR en ese período y la lucha por la que dieron la vida muchos compañeros comunistas revolucionarios y otros compañeros.
Nosotros rompimos a fines del 2012 con el PCR y fundamos el Comunismo Revolucionario (CR), denunciando públicamente el cambio de carácter de clase de ese partido expresado entre otras cuestiones en la alianza pública con clases enemigas como el grupo “El Tejar”, empresa agropecuaria terrateniente y el pool de siembra más grande de la Argentina, asociado a empresas imperialistas.
Rompimos con esa línea de derecha reivindicando el deber militante de reconstruir el comunismo revolucionario y seguir la lucha por la liberación nacional y social y el socialismo. No renegamos de la historia de la cual fuimos parte en el PCR, incluida especialmente la lucha antigolpista, habiendo sido protagonistas activos en la lucha por una línea revolucionaria en su dirección. Hasta que las contradicciones fueron antagónicas y decidimos romper.
Dichos y respuestas
En su discurso Santillán sostuvo: “Pero hay un partido, el Comunista Revolucionario, así se llama, que viene atacándonos sistemáticamente. Y en el ejercicio de la memoria que nosotros tenemos que hacer, aparece ese partido años atrás, con la Triple A, diciendo que era la defensa nacional que tenía el general Perón. Apoyaban a la Triple A. Allí aparece este partido”.
Santillán conoce muy bien, por haber integrado las direcciones provincial y nacional del PCR durante varios años (aunque de eso no se hable en su denuncia ni en el comunicado posterior del PCR), que la línea que presidió la lucha antigolpista fue una línea antiimperialista para enfrentar al golpismo pro-imperialista y pro- terrateniente, encabezado por las dos superpotencias, expresada en documentos y en el accionar heroico de sus militantes en todo el país. Y que tuvo un hito en los discursos de Gody Álvarez y cartas de René Salamanca en Córdoba. “La vida nos enseña que, así como no hay imperialismo “bueno”, tampoco puede haber golpismo “bueno”. El golpe, sea prorruso o proyanqui, tiene un solo camino para la Argentina: super-explotación popular, dictadura terrorista, entrega de la riqueza nacional y más hambre para los sectores populares”, afirmaba Salamanca, quien fue desaparecido la misma madrugada del golpe de Estado de 1976, al igual que Gody Álvarez poco después.
Desde esta línea antigolpista, polemizamos con fuerzas de izquierda, sólo antiyanquis, que veían como amigos de los pueblos a la URSS socialimperialista (socialista de palabra e imperialista en los hechos) y a sus aliados. Ubicaban como blanco de sus golpes al gobierno de Isabel y al pinochetismo como único peligro; y veían en Videla a un general “peruanista”, “democrático”, al estilo de Velazco Alvarado en Perú, y lo terminaron respaldando; apuntando centralmente contra el gobierno de Isabel Perón, como fue explícito en el caso del PC y Montoneros.
A la vez que condenamos la política de terrorismo de ese sector de burguesía nacional que expresó Perón, que como respuesta al asesinato del dirigente sindical José Ignacio Rucci –asesinato reivindicado por Montoneros– crearon la “Triple A” conducida por López Rega, desarrollándose una lucha de “aparato” contra “aparato”.
Santillán también sostiene: “… y después de eso, a los compañeros del ERP, a los compañeros Montoneros, les decían agentes soviéticos, de Rusia. Y así seguían denunciando a los “rusos infiltrados”.
El objetivo principal del golpe fue terminar con el extraordinario auge obrero y popular que recorría la Argentina, expresando los intereses de la burguesía intermediaria, los terratenientes y toda la burguesía imperialista, encabezada entonces por las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS.
Por eso denunciamos la línea de la cúpula de organizaciones como Montoneros, que colaboraron abiertamente con el sector videlista del Ejército, instrumentando a sus militantes que honestamente creían que luchaban por la liberación. Cuando el golpe triunfó, y ya hegemonizando el sector videlista en la dictadura, como parte de los acuerdos entre las facciones proimperialistas fueron chupados miles de sus militantes de base que hoy son parte de los 30.000 desaparecidos.
Sobre la base de que el PCR ahora lo acusa de “quebrado”, Santillán sostiene que “el PCR pone en duda a todos los sobrevivientes que estamos acá”. Mientras permanecimos en el PCR hasta nuestra ruptura, nunca orgánicamente se caracterizó a Santillán como “quebrado”, conociéndose inclusive su detención a inicios de la dictadura. Y se dio un tratamiento en términos de crítica política cuando su protagonismo político de masas se eclipsó, tras su errada caracterización de los días previos a la pueblada del Argentinazo del 2001, cuando unilateralizó la represión contra las luchas y planteó que venía el fascismo. Mientras Jorge Rocha vivió, y nosotros pertenecimos al PCR, ésta fue la posición orgánica; y así fue la Resolución en cuanto a la conclusión de su pertenencia al PCR.
No acordamos con el método de tratar las denuncias y diferencias políticas en términos de Inteligencia. Esto lo utiliza el PCR incluso para atacarnos a nosotros y a otros compañeros que rompimos con ese partido, así como lo utilizó recientemente para impugnar el propio Encuentro Sindical Combativo que se realizó en Atlanta el pasado 15 de marzo, con el argumento de que uno de los convocantes era el “Perro” Santillán.
Tampoco acordamos con Santillán en caracterizar las gigantescas movilizaciones de trabajadores estatales en Jujuy contra la política del gobernador kirchnerista Fellner, o la histórica ocupación de tierras de Blaquier en Libertador General San Martín en 2011, como “internas del PJ”.
Por último, en su discurso, Santillán señala: “Siguieron y siguieron. Pero hace muy poco ese partido se dividió. Toda la juventud de ese partido se fue. ¿Por qué? Porque hace dos años, antes de que ocurriera lo que pasó en Libertador –donde ellos fueron protagonistas en la interna justicialista y donde cayeron cuatro compañeros- se sentaron en una mesa, en una cena, en la Sociedad Rural, con Blaquier. Se sentó el principal dirigente de ellos con Blaquier”.
Efectivamente nosotros denunciamos la participación de dirigentes del PCR en la cena de la fundación del grupo Alvarado-El Tejar en la Sociedad Rural con 3.000 empresarios monopolistas y terratenientes. No fue un hecho aislado, sino el emergente de una línea definida por la dirección del PCR de alianzas con enemigos de clase, en nombre de enfrentar al kirchnerismo. Y posteriormente de aliarse al partido de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, mientras los docentes y estatales eran reprimidos y se les abría causa judiciales en esa provincia.
Francamente
Desde la dirección del CR resolvimos que era necesario dar nuestra posición alrededor de este tema, de manera franca y frontal. Poniendo la política al mando, en el marco de un vasto proceso de reagrupamiento de las fuerzas clasistas, combativas y populares.
La gigantesca marcha y los numerosos actos y recordaciones en todo el país a 38 años del golpe de Estado fascista muestran que la lucha de nuestros mártires por la liberación de nuestro pueblo sigue más vigente que nunca. Porque allí también se repudió la condena a los petroleros de Las Heras, la designación del represor Milani al frente del Ejército y la política de devaluación y brutal ajuste salarial y represión de las clases dominantes que lleva adelante el gobierno kirchnerista.
Hoy, el paro y las movilizaciones de los docentes y estatales en numerosas provincias, dejan en claro que los trabajadores no están dispuestos a pagar el brutal ajuste del “modelo” kirchnerista.
Por eso impulsamos, junto a un conjunto de fuerzas clasistas y combativas, que el paro nacional del 10 de abril que impuso la lucha docente, convocado por la CGT, sea activo. Para que paguen los monopolios, terratenientes y bancos, en el camino de la lucha por la liberación nacional y social.