El miércoles 19 de febrero se realizó un acto en la puerta del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez donde se expresaron los reclamos tanto de salud como de educación: falta de vacantes en las escuelas, salarios, despidos de profesionales precarizados con contratos de suplencia de guardia, déficit de infraestructura, etc. Hablaron representantes de la Filial-Gutiérrez de AMM (opositora a la conducción central de AMM), Familiares por la Educación Pública, ADEMYS, FESPROSA, el legislador Alejandro Bodart y trabajadores de diversos hospitales.
La secretaria general de la Filial, Laura Schargrodsky, denunció que en la Capital Federal “que ha sido ejemplo durante años de la salud de Latinoamérica, está habiendo un recorte salvaje”. Luego detalló los alcances de la Resolución 1657 del Ministerio de Salud del GCABA que recorta 1500 suplencias de guardia. Esto incluye: las guardias externas de los hospitales; las suplencia de guardia en planta (profesionales precarizados que en vez de tener cargos de planta trabajan con estos cargos); y programas que dependen del SAME (también precarizados cubiertos con esta modalidad).
Este ajuste viene siendo denunciado particularmente por los médicos pediatras de programas que dependen del SAME, que desde fines del año pasado vienen protagonizando paros contra esta resolución. Para los programas PADU -que asiste a los 500 colegios de la CABA- y Pediatría en Casa nocturno, el gobierno pretende bajar el sueldo en un 42% y reducir el personal en un 40%.
A raíz de un amparo presentado por dos profesionales del Hospital Álvarez, la jueza Patricia López Vergara dictó una cautelar en diciembre del año pasado que suspende la Resolución 1657. Sin embargo, el macrismo la sigue aplicando impunemente.
A su turno, Marcelo Pascal, padre de una niña sin vacante, afirmó que “tanto en educación como en salud está ocurriendo lo mismo” y agregó: “En educación está pasando algo increíble, que la ciudad de Buenos Aires -la más rica del país, la que supuestamente tenía cubiertas todas las vacantes, que no tenía ningún problema- hoy se encuentra con que hay miles de familias a pocos días de iniciadas las clases no tenemos los listados de las vacantes asignadas”. Finalmente concluyó: “Apostamos en seguir construyendo algo en conjunto [con los trabajadores de la salud] para adelante. Porque el ataque a lo público es integral.”
Corresponsal
CABA: Sesión especial en la Legislatura
“Ningún chico sin vacante”
El miércoles 26 de febrero en la Legislatura porteña hubo una sesión especial, convocada por los Legisladores de la oposición para tratar el problema de la falta de vacantes en escuelas públicas de la Ciudad e interpelar al Gobierno de la CABA. Se hicieron presentes en el reclamo organizaciones sindicales, sociales y políticas, junto a las familias que eligen la escuela pública. Exigieron que el macrismo garantice las vacantes y el ejercicio pleno de los derechos sociales. A raíz de una presentación judicial, se hizo público que hay 17.000 chicos en lista de espera, problema que sigue irresuelto.
Como era de esperar, ni el jefe de Gobierno Mauricio Macri, ni el ministro de Educación Esteban Bullrich se hicieron presentes. Es la segunda interpelación que no concurre: la anterior fue hace unas semanas por los despidos y crisis en la salud pública. El macrismo ajusta, pero no puede sostener sus argumentos. La lucha reveló sus mentiras.
CABA: Ocupación y recuperación de una escuela abandonada
“Ninguna escuela sin chicos”
La Escuela Nº 27 del Distrito Escolar Nº5, ubicada en Manuel García 370, en el barrio de Barracas, está cerrada desde el 2009 por el Gobierno de la Ciudad. Llevaba el nombre “Manuel de Sarratea” hasta que fue mudada a un nuevo edificio sobre la calle Vieytes 1469. El edificio abandonado tiene 8 grados, dos patios y dos plantas: planta baja y primer piso. Podría albergar 200 estudiantes en dos turnos, o 100 en jornada completa que “es la mayor demanda que existe”. El martes 25/2 alrededor de cien vecinos, docentes y padres ocuparon el establecimiento y comenzaron las obras de recuperación del edificio.
Lo primero que hicieron fue pintar la fachada y cambiarle el nombre por “Carlos Fuentealba”. También se manifestaron en contra de las aulas container que está construyendo el Gobierno de la Ciudad, mientras hay edificios ociosos. La lucha estará ahora por mantener la escuela y que el Estado se haga cargo de sostener el edificio, como es su deber, para que vuelva a ser una escuela pública.