El 15 de mayo la CGT conducida por Hugo Moyano y la Azul y Blanca de Luis Barrionuevo realizaron el acto en Plaza de Mayo. Las consignas convocantes fueron la inseguridad, la inflación y la pobreza. Entre los participantes estuvo Juan Carlos Blumberg, quien marchó junto a Barrionuevo y luego se ubicó en el palco. Participaron camioneros, gastronómicos, Uatre, Dragado y Balizamiento, entre otros, junto a otros gremios de la CGT oficialista, como la UTA y maquinistas de la Fraternidad. También estuvo la CCC. Pablo Michelli de la CTA no concurrió porque había planteado que en realidad es necesario un paro de 36 horas para quebrar el ajuste.
El acto se inició con la presencia de Blumberg y más de 100 chicos sobre el escenario, a las 16hs. Se leyó el documento de convocatoria y Moyano y Barrionuevo dieron unos breves discursos. A las 16:30hs finalizó el acto.
¿En qué cancha juegan?
Los que organizaron este acto, mientras critican al gobierno kirchnerista, acordaron con la ley de indemnización al monopolio imperialista Repsol, como lo votaron los diputados moyanistas junto con el FPV en el Congreso días atrás. O se hacen presentes los que, en la “lucha contra la inseguridad”, proponen la mano dura como Blumberg. Entonces, el acto de Moyano y Barrionuevo obedece a un juego por arriba.
Este acto está enmarcado en un camino de desgaste del gobierno kirchnerista, pero para acompasar a otros sectores de las clases dominantes, en pugna principalmente dentro el Partido Justicialista de cara al 2015. Esos sectores, que controlan resortes de poder en la Argentina, acuerdan en lo esencial del ajuste. Las diferencias, en todo caso, no tienen nada que ver con las urgencias populares. ¿Se escuchó a Massa, Scioli, Macri o algún referente del UNEN salir a condenar a los monopolios automotrices por las más de 12 mil suspensiones y despidos en esa industria, después que amasaron y giraron a sus casas matrices fortunas en todos estos años? Nadie dijo nada. Tampoco los afiches convocando al acto.
Por el paro de 36 horas
En el paro del 10A se expresaron grandes contingentes del movimiento obrero dispuestos a luchar y en muchos casos desbordaron a sus dirigentes y sindicatos. Hoy se puede ver a los ferroviarios de la línea Sarmiento que llevan adelante una medida como trabajo a reglamento para que se cumpla la pauta salarial. O a los azucareros del ingenio Ledesma en un paro por tiempo indeterminado, o a la histórica lucha de los docentes de Salta y hasta los propios metalúrgicos que le impusieron un paro al propio Caló, entre otros. Desde esta realidad afirmamos que un acto y un documento no es la continuidad del masivo paro activo del 10 de abril.
Los que sí trabajamos para quebrar el ajuste seguiremos impulsando la unidad de los sectores combativos y clasistas del movimiento obrero para lograr el paro activo de 36hs y por un impuestazo a los monopolios, terratenientes y bancos, en camino a la liberación nacional y social. Esto es lo que correspondería luego del 10A y bajo una situación dramática de grandes sectores del movimiento obrero y popular.