El 29 de mayo de 1969, los obreros, los estudiantes y el pueblo cordobés protagonizaron el Cordobazo. La pueblada hirió de muerte a la Dictadura de Onganía y que abrió paso al crecimiento del clasismo revolucionario antiimperialista en el movimiento obrero. Entrevistamos al compañero Agustín Funes, del CR de Córdoba, en ese tiempo delegado de la matricería Perdriel (IKA-Renault) y protagonista de esas jornadas.
¿Qué estabas haciendo el 29 de mayo de 1969?
Ese día desde las 8 de la mañana estaba en las puertas de la sede del SMATA, en el centro de la ciudad, se había decidido que los delegados y obreros de los turnos tarde y noche de las fábricas nos concentráramos ahí. Ahí se hizo una asamblea muy grande y unos 3.000 obreros marchamos encolumnados, por las veredas, para que la policía no nos disperse, hasta Colón y General Paz. Empezaron a llegar las columnas de metalúrgicos, del Correo, de Luz y Fuerza, de comercio, hasta que éramos unas 5.000 o 6.000 personas. La policía se había colocado también en la Avenida Colón y estábamos frente a frente. Ahí se decidió que yo desde una vereda y el compañero Mercado, también delegado de Perdriel, desde la otra, nos largáramos a la calle como señal. A las 11 entonces nos largamos, se cantó el himno y de inmediato arrancó el bombardeo de gases de la policía. Durante toda la tarde se mantuvieron los combates con la policía, con barricadas de punta a punta de la ciudad, en los barrios, en todos lados. El Cordobazo fue una jornada que marcó un camino para la insurrección obrera y popular y para la liberación nacional y social.
Hay que tener en cuenta que ya veníamos del 14 de mayo, el Cordobazo empezó con la asamblea de los mecánicos en el Córdoba Sport por la reivindicación del sábado inglés que nos querían quitar. Fue una asamblea masiva, de 6.000 o 7.000 obreros, desbordando el estadio. Ahí entró a hablar Torres, que además lo había traído a Kloosterman del SMATA Nacional, pero había mucha bronca por todas las luchas en las que nos habían traicionado, los fraudes en las elecciones de delegados, los despidos. En esa asamblea no alcanzan a hablar, porque, principalmente desde Perdriel, empezamos a hacer la silbatina. Llega la policía y empieza a reprimir la asamblea, tira gases por arriba del techo del estadio y se arma el combate en la calle a medida que vamos saliendo. Levantamos los techos del estadio por los gases, y desde arriba del estadio y en la calle sobrepasamos a la policía y la hicimos replegar. Se quemaron colectivos, hubo muchos heridos y se cree también que hubo muertos. A todo esto, los estudiantes empezaron a llegar y sumarse al combate. Fueron cinco horas muy duras y es lo que marcó el camino al Cordobazo.
Contanos cómo llegaron desde Perdriel y los mecánicos a mayo del 69
Nosotros en Perdriel ya desde el 67, 68, veníamos luchando con la bandera de la Agrupación Clasista 1º de Mayo. Nuestro primero objetivo era derrotar a los delegados pro-patronales y llenar las secciones de delegados combativos, clasistas, y a partir del 68 logramos consolidarnos en la planta. Ahí empezó un enfrentamiento con Torres muy cerrado: éramos los delegados de Perdriel contra la dirección del SMATA. Derrotar a Elpidio Torres no era derrotar a cualquier jerarca. Era un jerarca representativo del peronismo, de la masa trabajadora, un combativo, pero para negociar y entregar la lucha. El objetivo que fuimos cumpliendo fue lograr delegados clasistas y ganar un lugar importante en las secciones de las fábricas y en el Cuerpo de Delegados del Smata, que llegó a tener más de 450 delegados.
Las empresas automotrices eran todas monopolios de los países imperialistas: Renault, Fiat, Ford, Volkswagen. Todos habían ido alimentándose de los obreros formados en esa gran fábrica de fábricas que fue la Fábrica Militar de Aviones, de donde salimos todos los obreros especializados y que fue desmantelada. Los monopolios se llevaron las maquinarias, y muchas veces, como me pasó a mí, los obreros casi que eran comprados con máquina y todo. O sea que es un proceso de vaciamiento de la industria nacional para la conformación de los monopolios imperialistas.
La dictadura del 66, con Onganía, era muy represiva. En todas las huelgas nos reprimían, y por sobre todas las cosas era muy reprimida la juventud estudiantil. De allí salieron contingentes muy importantes que para nosotros fueron un refuerzo muy grande para el movimiento obrero, porque se fundamentó ahí la unidad obrero-estudiantil. Esa unidad fue el corazón que latió en las jornadas del Cordobazo, cuando vinieron a las fábricas, marcharon con los obreros, desde los Centros de Estudiantes, con sus delegados de curso a la cabeza. Y en eso la Agrupación 1º de mayo en el movimiento obrero y el CIU-FAUDI en la universidad hicieron una relación que estuvo siempre al frente y guió a las masas al combate y obtuvo réditos muy grandes después en la acumulación de fuerzas revolucionarias.
¿Qué efecto generó el Cordobazo en la clase obrera?
El Cordobazo alumbró todo un proceso en el que el SMATA pasó a estar en el centro de la escena política y a partir de ahí crecieron los cuerpos de delegados, la unidad obrero-estudiantil y el desarrollo de delegados clasistas. Después también se amplió esa unidad al campesinado pobre, con las Ligas Agrarias y las Ligas Tamberas.
Y ahí se produce lo de Perdriel, donde había muchos obreros peronistas, y cuando nosotros vamos a la toma en 1970 contra el traslado de los candidatos a delegados, Torres ni puede pisar la fábrica. Luego viene Sitrac-Sitram: nosotros cuando levantamos la toma de Perdriel somos los primeros que llegamos a solidarizarnos a la toma de Fiat, llevándoles todo lo que nos había quedado de alimentos. Ahí se notaba que la Córdoba obrera ya había pasado a un plano superior de sus luchas.
Eso va gestando todo un clima en donde en el SMATA avanza el clasismo, van empezando a florecer los delegados de sección. En ese clima, bajo la guía de Gody Álvarez desde el comunismo revolucionario, Salamanca va tejiendo como un verdadero estratega en la organización del movimiento obrero. Logra, a pesar del fraude, salir de delegado de Forja en Santa Isabel y empieza todo un camino de acumulación, sección por sección, que lleva a la formación del MRS y la Lista Marrón, que llega al triunfo en el Smata Córdoba contra el torrismo en 1972. Y en ese camino la masa obrera va generando lo que fue la CGT combativa de Córdoba, conducida por Atilio López, Agustín Tosco y René Salamanca.
Cordobazo |
"La importancia del Cordobazo está dada porque los grandes capitales y los gobiernos tratan de cortar la historia para que no se conozca su verdadera esencia y no pueda ser utilizada por los obreros. Por eso desde este gremio tratamos recordar la historia.”
Gabriel
Trabajador petroquímico de Bahía Blanca.
"Bueno, yo en esa época era pendejo, tenía 18 años y mucho no entendía, pero ya laburaba. Pero me acuerdo que la gente, los vecinos, mis compañeros en el trabajo decían que Córdoba era revolucionaria, que los cordobeses tenían huevo y se plantaban cuando las cosas iban mal, aun frente a la dictadura. Acá en buenos aires había lucha, pero no como en Córdoba. Allá no se comían ninguna. Además se veía que los sindicatos de allá eran fuertes, y que hacían lo que decían los laburantes. Eran piquetes y marchas muy grandes… La gente veía justo el reclamo, por algo el gobierno mando a perseguir y reprimir con todo. Era como que Córdoba era el ejemplo.”
Trabajador del subte.
"Es el mejor ejemplo, si bien hay otros, este es el más claro para traer al presente y marcar el futuro. Porque cualquier dirigente de hoy tiene que tomar el Cordobazo como base principal de la lucha y tiene que elegir de qué lado está. O estás con la clase obrera y defendés a tu clase, que es lo que te enseña el Cordobazo, o estas con la burocracia sindical, la política, la derecha y todos esos que están al servicio del imperialismo y los poderosos de turno. Hoy veo que es el punto de inflexión de la clase obrera, te diría del país. El Cordobazo estalla y marca un camino de los obreros que estuvieron a la cabeza de eso, de la misma clase obrera que se revolucionó culturalmente junto a los estudiantes universitarios. Creo que hay un antes y un después del Cordobazo.”
Raúl
Trabajador petroquímico de Bahía Blanca.