Luego de un profundo conflicto con paros, asambleas y movilizaciones, los trabajadores del Banco Central, lograron parar el ajuste. Desde el Vamos! estuvimos charlando con Nicolás, delegado general, integrante de la Comisión Gremial Interna.
– ¿Cuál fue el motivo que desató el conflicto?
– Ahí en el Banco Central hace más de 8 años que se viene aplicando un reajuste por sobre la paritaria general, en tres ítems que son complemento comida, antigüedad y un adicional según la jerarquía. Este mecanismo lo usamos para mejorar el acuerdo paritario que arregla La Bancaria con las cámaras empresarias, que por lo general es a la baja. Bueno, este año, arrancamos con una negativa rotunda a aplicar ese reajuste que todos los años se aplicaba casi automáticamente.
– ¿Qué hicieron?
– Ya veníamos haciendo asambleas donde vimos de pelear por el reajuste por lo escaso que había sido la paritaria. Nosotros asumimos la CGI (Comisión Gremial Interna) en mayo y a la semana ya hicimos la primera asamblea de presentación y se planteó esto.
Este fue un conflicto largo. Arrancó en junio con una negativa y en una primera etapa combinábamos entrevistas con las autoridades por un lado y asambleas y paros por otro. A veces aprovechábamos los paros de La Bancaria para meter también nuestros reclamos particulares y hasta llegamos a hacer un paro propio con quite de colaboración, asambleas y ruidazos. También metimos una denuncia en el Ministerio por incumplimiento de los derechos adquiridos. Ahí llegamos a un primer acuerdo que fue aprobado en asamblea. Pero después se trabó y volvió todo a cero.
– ¿Por qué se trabó el acuerdo?
– Bueno, acá lo que pasó es que dentro del Directorio del Banco, que son quienes tienen que firmar el acuerdo, se expresaba la interna que había en su momento dentro del Gobierno entre Kicillof y Fábrega. Por otro lado la situación de ajuste que viene habiendo tanto en privados como en todo el Estado. En medio de esta situación de inflación y paritarias que quedaron cortas y la presión que viene de los gremios por reabrir las paritarias, aparece la orden de La Rosada de no dar un mango.
– ¿Cómo fue la respuesta de los trabajadores?
– La verdad que apareció mucha calentura. Por un lado porque nos sentimos boludeados. Después también calentura por el sector del que se trata. Si hay alguno que tuvo una década ganada son estos tipos. Hay un informe del Banco que mide que comparando de enero a agosto de este año con el pasado, todo el sistema financiero tiene un aumento de la rentabilidad del 110%.
Ahí empezamos con paros internos progresivos. Llegamos a 172 horas de paro seguidas, con asambleas de más de mil compañeros, marchas al Ministerio de más de 800, arriba del 85% de los compañeros se adueñaron del paro.
– En medio del conflicto cambiaron las autoridades...
– Si, en la última semana del paro, el jueves, lo renuncian a Fábrega. Su paso fugaz por el Banco no será recordado con mucho cariño. Ahí entra Vanoli en un Banco convertido en campo de batalla y ahí metieron la Conciliación Obligatoria. Ahí empezamos a tener reuniones con la nueva administración, que se tomaron su buen tiempo toda la conciliación, pero al final hicieron una propuesta de salida para que no retomemos el conflicto. Las propias autoridades quedaron impactadas de la profundidad del conflicto.
Estuvimos la última semana con tires y aflojes para llegar a un principio de acuerdo, que presentamos en la asamblea y fue aprobado por amplia mayoría. En general el acuerdo quedó por encima del primer acuerdo trunco y llevó la paritaria unos 5 puntos arriba.
– Ustedes son una comisión gremial nueva, ¿cómo fue que se organizaron y qué relación tienen con la dirección del Sindicato?
– Bueno nosotros asumimos en mayo. Somos una lista que está conformada por algunos compañeros que vienen de tener experiencia gremial previa, pero la gran mayoría somos nuevos. Es la primera vez que nos presentamos y les ganamos a las dos listas que históricamente se disputaban la CGI. Una la lista del Sindicato, que venía de dirigir, y otra una lista de tendencia oficialista, ligada a la CTA de Yaski, que había dirigido por quince años y hace dos perdió con la del Sindicato.
Dentro de la CGI convivimos compañeros de distinto origen político y la gran mayoría independiente, pero nos unen tres grandes ejes. Primero nos definimos independientes de las autoridades y de la dirección del Sindicato. Segundo nuestros intereses son los de los trabajadores Tercero, las definiciones la toman todos los compañeros en asamblea.
Nuestra relación con el Sindicato es orgánica. Participamos de los plenarios, pero vamos con independencia y planteamos las discusiones que tenemos. En momentos como estos, donde llaman al paro por cuestiones justas, las empujamos, pero nos diferenciamos en cuanto al método. Ellos decretan el paro para que los laburantes lo acatemos. Nosotros preferimos que los compañeros se adueñen del paro.
Por abajo viene creciendo algo nuevo. Ya los compañeros no quieren quedarse más sentados para que te la cuenten. Eso se ve en varios bancos. Las movilizaciones de esta última semana fueron muy grandes.