Se cumplen 39 años del secuestro y desaparición de los comunistas revolucionarios Ana Sosa y Ángel Manfredi. Ambos fueron secuestrados en Tucumán el 8 de agosto de 1976, mientras estaban festejando el Día del Niño, por tropas del Ejército en la Colonia 1 del Ingenio Concepción.
Ana Sosa era maestra, pedagoga y psicóloga Social. Militó en el movimiento estudiantil y luego como docente. Ángel Manfredi fue obrero ferroviario de los talleres de Tafí Viejo y además estudiante de filosofía. Era delegado de sección, luego fue despedido por su militanca política. Eran parte del PCR, fundado poco tiempo antes, ante la traición de clase del PC. Fueron activos luchadores contra el golpe de Estado y, una vez instalado, fueron organizadores de la resistencia contra la dictadura videlista.
Los secuestradores andaban en camionetas del Ingenio Concepción, lo que muestra el grado de colaboración con el terror fascista de muchos empresarios. Los llevaron al centro clandestino conocido como los Arsenales. Fueron ferozmente torturados, pero vencieron a sus verdugos con su silencio.
En diciembre de 2013, se dictó sentencia en la Megacausa Jefatura II-Arsenales II, donde estuvieron incorporados los casos de Ana y Ángel. Se condenaron a 37 imputados, con penas de apenas 2 a 18 años, sólo dos perpetuas y se absolvieron a otros. Luego, una nueva resolución judicial cambió la cárcel común y efectiva que había sido resuelta por la prisión domiciliaria. Una burla.
Los testigos han dado cuenta de la valentía con la que Ana y Ángel enfrentaron a sus torturadores. Seguimos luchando por justicia para nuestros 30.000 compañeros y por ese futuro que soñaron, la liberación y el socialismo.
Ana Sosa era maestra, pedagoga y psicóloga Social. Militó en el movimiento estudiantil y luego como docente. Ángel Manfredi fue obrero ferroviario de los talleres de Tafí Viejo y además estudiante de filosofía. Era delegado de sección, luego fue despedido por su militanca política. Eran parte del PCR, fundado poco tiempo antes, ante la traición de clase del PC. Fueron activos luchadores contra el golpe de Estado y, una vez instalado, fueron organizadores de la resistencia contra la dictadura videlista.
Los secuestradores andaban en camionetas del Ingenio Concepción, lo que muestra el grado de colaboración con el terror fascista de muchos empresarios. Los llevaron al centro clandestino conocido como los Arsenales. Fueron ferozmente torturados, pero vencieron a sus verdugos con su silencio.
En diciembre de 2013, se dictó sentencia en la Megacausa Jefatura II-Arsenales II, donde estuvieron incorporados los casos de Ana y Ángel. Se condenaron a 37 imputados, con penas de apenas 2 a 18 años, sólo dos perpetuas y se absolvieron a otros. Luego, una nueva resolución judicial cambió la cárcel común y efectiva que había sido resuelta por la prisión domiciliaria. Una burla.
Los testigos han dado cuenta de la valentía con la que Ana y Ángel enfrentaron a sus torturadores. Seguimos luchando por justicia para nuestros 30.000 compañeros y por ese futuro que soñaron, la liberación y el socialismo.