[Vamos! Nº43] Con el modelo K, monopolios, terratenientes y bancos han aumentado sus ganancias incluso en más del 50%. Pero los trabajadores y el pueblo son castigados con inflación, suspensiones y despidos. El Gobierno también reafirma los impuestos al salario y del IVA en los productos de primera necesidad y medicamentos.
“El 25 de mayo del año 2003 comenzamos a construir igualdad”, dijo la presidenta en su discurso por el día de la democracia (13/12). Sin embargo, ¿qué “igualdad” construye cuando desde el Ministerio de Trabajo valida la destitución ilegal de los delegados de Lear que enfrentan los despidos?
Ahora, con una economía en crisis y falto de dólares, el Gobierno se apresta a poner en marcha lo que siempre negó y hasta dijo combatir: tomar deuda y recortar gastos. Similar recetas adoptan gobiernos como Dilma Roussef en Brasil o Maduro en Venezuela. El neodesarrollismo en tiempos de crisis se parece y mucho al neoliberalismo. Porque mientras haya explotación no habrá igualdad. Menos aún en países dependientes como los nuestros. Y el Gobierno, que niega que la explotación sea un problema, es garante de las superganancias de los monopolios y ha profundizado la dependencia.
Fin de año con ajuste
Frente a las medidas de lucha del 20 de noviembre de la CTA Autónoma, el paro de transporte y el anuncio de un nuevo paro para la primera quincena de diciembre, el Gobierno tuvo que abrir la mano y exceptuar por única vez el aguinaldo del impuesto por ganancias para sueldos menores de 35 mil pesos.
Esto alivia pero no resuelve, porque es un descuento escaso en relación a lo que paga un trabajador por este impuesto y además hay sectores que con el aguinaldo exceden el monto fijado (ver recuadro). Y porque la mayoría de los asalariados no cubre la canasta básica y lo conquistado en paritarias se lo devoró la inflación, por lo que necesitan un bono mínimo de 4000 pesos para fin de año. En algunos lugares se conquistó como petroleros.
La ratificación de mantener el impuesto al salario muestra la dureza de no aflojar en una política que golpea a los trabajadores, aunque abre la mano y busca descomprimir en un escenario de creciente dureza y bronca de grandes contingentes obreros. Por eso, es fundado el temor de las direcciones sindicales como la CGT de Moyano, que pasaron el plan de lucha para marzo y mostraron una vez más que no giran alrededor de las necesidades de los trabajadores. Se van de boca pero en los hechos le garantizan una tregua que aprovecha el Gobierno y los monopolios.
En numerosos gremios están discutiendo frente a la dureza de los monopolios imperialistas un bono para fin de año como en químicos y petroquímicos de Bahía Blanca (donde la conducción encabezada por Julio Leguizamón ganó con un masivo 96%). Por otro lado, la CTA Autónoma realizará una nueva jornada de lucha cuando este periódico esté en la calle exigiendo un bono de fin de año.
Un Gobierno apremiado
El propio Indec informó que en lo que va del año el superávit comercial llegó a 6.151 millones de dólares, 17,1% menos que el igual período del año anterior.
Fracasó el canje del Boden 2015 (el Boden es un título en moneda extranjera con un vencimiento en octubre del año próximo). Estaba pactado a una tasa usuraria del 9,7% por 6.700 millones de dólares, con el que esperaban recaudar 3.000 millones. Solo tuvo dos adherentes por 286 millones de dólares, uno de ellos la Anses, engordando la deuda pública. Con la operación, el Gobierno intentaba abortar especulaciones sobre la capacidad y voluntad de pago de deuda, para obtener nuevos préstamos, mientras nos endeuda y agrava la situación económica.
Ahora, recuperó reservas con nuevos endeudamientos con el imperialismo chino y de Francia. Hace apenas poco más de un mes, el gobierno hizo aprobar el Presupuesto 2015, que autorizaba el pago, con reservas, de los vencimientos de deuda externa, por 12 mil millones de dólares.
Enormes regalos
Mientras el gobierno ratifica la confiscación al salario mediante el impuesto a las ganancias, se conocieron las ganancias de monopolios, bancos y algunos terratenientes en el último año. Es así que por ejemplo dos de las principales empresas que se enriquecieron a gran escala pertenecen al Grupo Techint, que en su conjunto sumaron $ 14.200 millones de ganancia hasta septiembre. En comparación con las ganancias de los tres primeros trimestres del año pasado las empresas de Paolo Rocca crecieron en un 50% (Tenaris) y en un 127% (Siderar).
Otras empresas con altos crecimientos fueron YPF, con $ 7.619 millones, duplicando la rentabilidad conseguida un año antes, y Telecom con $ 2.684 millones y un aumento de 25%. De los bancos, el gran ganador fue el Banco Macro, con utilidades de $ 4.824 millones y un crecimiento de 71%. Luego, el Grupo Galicia obtuvo una ganancia de $ 2.455 millones y el BBVA Francés ganó $ 2.390 millones, duplicando ambos su rentabilidad anterior.
El listado de empresas financieras, industriales y agrícolas que se enriquecieron alevosamente continúa y se extiende también a las que no cotizan en el Merval. Entre otras de las empresas con grandes ganancias están Petrobras Argentina, Aluar, Comercial del Plata, Transener; algunos bancos como el Santander Río, el Patagonia, el Hipotecario y el Supervielle; las industrias alimenticias y terratenientes como Molinos Río de la Plata, Arcor, La Anónima, Ledesma. El extenso listado incluye también al Grupo Clarín que ganó $761 millones, creciendo casi un 60% frente al mismo período de 2013.
Como se puede observar, oficialistas y opositores, todos por igual sacan provecho y amasan fabulosas ganancias mientras el pueblo es castigado por la inflación, los despidos, la precarización y el impuesto al salario.
La carrera al 2015
La lucha política se va agudizando al calor del ritmo de la economía y los escándalos en el Congreso, que opera como una escribanía del Ejecutivo, y los hechos de corrupción que involucran a la presidenta, al vice y las cuentas en Suiza de personajes de la oposición. Este es el escenario de despegue de campaña, escándalos, denuncias y traspasos de candidatos de un frente a otro como si nada. “Y esto recién empieza”, dijo un senador radical.
La oposición, comandada por Clarín, mira con mucha preocupación los números de las encuestas donde el FpV tiene un 40% de intención de votos. Esto lo colocaría como triunfador en primera vuelta si consigue una diferencia de 10% sobre el segundo, en este caso Massa con un 23%.
Esto ha tensado todo. También dentro del PJ, ya que la figura de Daniel Scioli ha crecido y gana en autonomía (la foto con el demócrata Bill Clinton es una muestra de ello) en el marco de la crisis con los fondos buitres. Esto preocupa al sector del kirchenrismo duro, ya que a medida que éste crece, menos son las chances para condicionarlo. Lo cierto es que (por ahora) Scioli contra Cristina no tiene chances de ganar, y ésta sin Scioli sería la gran derrotada. Es, por ahora, un matrimonio por conveniencia.
Sergio Massa y Mauricio Macri se disputan los pedazos de un radicalismo que está por hacer estallar el FAUNEN. Carrió plantó una bomba donde la onda expansiva aún no se detuvo.
El reagrupamiento popular
Aún en el período electoral abierto hacia el 2015, el centro de la acumulación de fuerzas populares sigue siendo la lucha social. En la calle, en la clase obrera, entre los campesinos, el movimiento estudiantil y demás sectores populares se vienen desarrollando múltiples reagrupamientos contra el ajuste y la entrega. Desde el CR y una importante cantidad de agrupaciones antiimperialistas y combativas apostamos a fortalecer el Encuentro Sindical Combativo. Los acuerdos electorales deberían contribuir a esta acumulación para la lucha popular.
Desde este objetivo proponemos un acuerdo electoral que una a quienes venimos empujando la lucha contra la política kirchnerista y los gobiernos provinciales, desde un programa popular, antiterrateniente y antiimperialista. Lo mejor para la lucha popular sería lograr un acuerdo para las elecciones que incluya al FIT, Unidad Popular, Patria Grande, Pueblo Unido, Nuevo Movimiento para la Liberación Nacional, Emancipación Sur, MAS, PRML, MST y otras fuerzas y dirigentes. En este sentido rechazamos el mecanismo de las PASO. Los acuerdos no pueden surgir de esta trampa de las clases dominantes, sino del acuerdo con un programa y teniendo en cuenta el peso real de cada componente.
Proponemos un programa que exprese las necesidades del pueblo, luchando para que paguen los monopolios, los terratenientes y los bancos, en el camino de la liberación nacional y social en marcha ininterrumpida al socialismo. Es un camino marcado por gestas históricas populares como el Cordobazo o el Argentinazo, del que se cumplen 13 años el próximo 19 y 20 de Diciembre.