Desde Malagueño-Córdoba fuimos una delegación de la Corriente Clasista René Salamanca, cada una con nuestra historia personal y con nuestras problemáticas muy sentidas, pero además con un proceso de lucha por tierra y vivienda de 350 familias en esa localidad. Es en ese marco que tomamos la decisión de estar en el Encuentro. Pero nadie pensó en la historia de cada una. Individualmente las conocíamos pero colectivamente entre nosotras no. Es así que cada una asistió a distintos talleres intentando abordar las distintas problemáticas del pueblo, pero principalmente que cada una eligiera desde lo personal, desde su historia o desde su problemática más urgente. Obviamente que a los talleres de Mujer, Hábitat, Tierra y Vivienda no dejaríamos de asistir. Aunque es así que también participamos de los talleres de Mujer y Adicciones, Mujer y Lucha contra las Drogas, y Mujer y Discapacidad.
Es desde aquí que entendimos lo distinto que se ve el Encuentro cuando lo vivís con tu propia historia de vida y con tus propias vivencias, uniendo en un sólo lugar corazón y política, entendiendo como tu historia de vida está atravesada transversalmente por la realidad política y social.
Desde la realidad propia de Malagueño, que se encuentra en un proceso de lucha, aprendimos en el taller de Mujer, Hábitat, Tierra y Vivienda que vivienda es el espacio interior de cobijo para el desarrollo pleno de la mujer y su familia. Entonces el camino es resolver conjuntamente con los vecinos esta problemática, en cada lugar a través de la lucha en contra posición a la política de country.
Desde el taller de Mujer y Discapacidad, vimos la importancia de la inclusión en su totalidad: asistencia a la pensión, salud y rehabilitación, que se cumpla la ley 26.150 de educación sexual, y que se difunda en las escuelas. En la salud: acceso a las prestaciones médicas en forma integral con cobertura de 100% a través de la ley 24.901. Otro tema importante fue el de la curatela y acceso a internet de personas sordas y ciegas; es decir facilitando la tecnología necesaria para que ellos accedan a la misma.
Finalmente, desde los talleres de Lucha contra las Drogas y Adicciones, encontramos que ante este problema social es importante mostrar que hay posibilidades distintas e imágenes distintas: recuperar los recuerdos, en algún momento se fue feliz y, si no, aun hoy se puede serlo. Es importante dar herramientas para que la persona que está pasando por un proceso de adicción tenga de dónde agarrarse a la hora de luchar contra ésta. Ayudar al adicto a salir de esa situación es un acto de amor, de convicción y político. Sabemos que el alcohol, las drogas, la violencia y los abusos sexuales son un coctel: Víctimas de abuso quedan embarazadas, son adictas y a sus hijos los crían los abuelos. Sabemos que la droga se utiliza en el tráfico de personas, en las llamadas zonas de ablandamiento. Sabemos que los trabajadores la utilizan y que muchas veces los gremios la facilitan. Y sabemos que hay que cambiar el sistema. ¿Y mientras tanto? El futuro es hoy y ahora. ¿Qué hacemos? Salir de la droga es un acto de amor y convicción, y la lucha contra ella es un acto político. Por eso tenemos que luchar para que la drogodependencia se atienda de una manera integral: para desmantelar las redes de tráfico de personas, por trabajo genuino para todo y por mejores condiciones de vida.
Las mujeres que viajamos volvimos con muchas ganas de trabajar todo el año e invitar a toda aquella mujer que quiera conocer un espacio diferente donde se une lucha, corazón y realidad política y social. Por eso, el próximo año volveremos al Encuentro que se realizará en Mar del Plata.