El lunes 4 de noviembre Paola Salamanca, la hija de René, me invitó a participar junto con Margarita Zeniquel, ex presa política, de la lectura de los alegatos que la querella presentó en base a los testimonios de testigos en el megajuicio por los crímenes de La Perla y Campo de La Ribera. Dentro de esta se encuentra el caso de René Salamanca, integrando el expediente “Rodríguez II” que investiga 76 hechos de secuestros, tormentos y homicidios de 107 víctimas ocurridos entre los años 1976 y 1978.
El caso de Salamanca fue el centro de la exposición de Claudio Orosz, abogado querellante, y se realizó en presencia de varios de los genocidas, entre ellos el “Chacal” Luciano Benjamín Menéndez. Cínica y provocativamente, al comenzar los relatos en su mayoría se retiraron de la sala con repetidos gestos de rechazo.
Paola estaba ansiosa por escuchar la síntesis sobre su padre, a quien viene conociendo a través de los relatos de los testigos y de nuestros aportes sobre su vida como comunista revolucionario y dirigente clasista del movimiento obrero. Me impactó su atención, sus emociones y su serenidad. La atención de Paola crecía a medida que se desarrollaba la lectura, y noté cómo a medida que recibía el relato tomaba mayor dimensión sobre el padre a quien perdió cuando apenas tenía dos años y medio.
En la exposición de Orosz se sintetizaron las pruebas recabadas durante el juicio. Señaló que el nombre de Salamanca figuraba en una lista de personas a detener inmediatamente producido el golpe. Apenas secuestrado el mismo 24 de marzo, René fue llevado a La Perla, y se cree que pasó allí solo unas horas hasta que fue ejecutado. Ningún otro detenido sobreviviente lo vio en “La Cuadra”, el galpón donde alojaban a los secuestrados, ya que fue alojado en una oficina aparte. Pero, según los testimonios de otros detenidos allí, los propios militares alardeaban por haber capturado a un “pez gordo” y algunos declararon que les dijeron que un libro y una bata habían sido usadas antes por René. Se presume que el propio Luciano Benjamín Menéndez llegó a La Perla el 24 de marzo y se reunió con Salamanca. Al salir del cuarto habría dicho: “A este me lo mandan al pozo”.
A Paola le pareció muy reducida la síntesis. Coincidiendo con su opinión, le comenté que en particular en el momento que estamos viviendo, con el tratamiento y el uso que se ha hecho de los derechos humanos, fueron una ausencia importante los aportes de testigos que narraron y presentaron la posición pública que planteó René como Secretario General de SMATA Córdoba en contra del golpe de Estado de 1976, sus cartas desde la clandestinidad a los trabajadores mecánicos denunciando el carácter pro-ruso y pro-yanqui del golpe que se venía y su carácter fascista, y su llamado al movimiento obrero a organizarse para enfrentarlo.
Son de gran importancia los juicios a los genocidas, los aportes de los testigos, y lo que significa para los familiares de los 30.000 detenidos-desaparecidos y para todo el pueblo conocer las causas por las que lucharon y lograr las condenas a perpetua en cárceles comunes para los genocidas. La querella solicitó cadena perpetua para los 13 imputados en el juicio. Los alegatos continuarán hasta principios del año próximo, y a mitad de año podría conocerse la sentencia.
Me impresionó el proceso de Paola, cómo va pasando del desconocimiento al conocimiento sobre su padre. Y también sobre la valentía de su madre, que salía con ella en brazos a buscar el paradero de su esposo René, y que fue detenida, golpeada y amenazada de muerte ella y sus hijos si seguía buscándolo.
“Admiro lo que papá hizo
en poco tiempo”
Unos días después nos volvimos a encontrar con Paola, y escuchamos cómo fue su vida sin su padre, sobre la admiración que siente por el valor y el amor de su madre, y el cariño y el respeto por su querido hermano José. “Lo de René como papá lo viví en distintas etapas. De chica no entendía cómo dejaba a su familia y me lo ocultaron. Ya más grande empecé a conocer a mi padre como político. A partir de allí, yo ya tenía 28 años, lo empecé a conocer en particular a partir de Agustín. Admiro lo que papá hizo en poco tiempo”. “El alegato fue un resumen acotado. Este juicio es una forma de hacer justicia con estos tipos. Y a la vez me genera impotencia de no poder hacer nada”.
Y sobre el actual conflicto docente en la provincia, del cual es participante activa, nos comentó que “hay mucha bronca por la ordenanza aprobada por Mestre y compañía de crear un ente autárquico para la negociación de las obras públicas municipales y tercerizar sectores de la municipalidad. Frente a esto discutimos un plan de lucha en asamblea y lo estamos aplicando, lo que desató una persecución de algunos directores de escuelas municipales”.
“Un profesional me preguntó a quién iba a votar en el balotaje. Le dije que no me convence ninguno de los dos. Entonces él me dice: ‘¿cómo le voy a preguntar a la hija de Salamanca a quién votar?’.”
Seguimos intercambiado opiniones y dejamos la puerta abierta para continuar profundizando esta amistad.