miércoles, 25 de noviembre de 2015

Macri: gobierno débil, con devaluación, ajuste y dependencia

[Vamos! Nº65] Sigamos por el camino de los docentes fueguinos, Cresta Roja y la marcha nacional educativa del 3 de diciembre.


Cambiemos se impuso por 2,7%. Un empate virtual que, sumado a la heterogeneidad de la alianza ganadora –ahora ya con la primera crisis producto de la renuncia a cualquier cargo de Ernesto Sanz, presidente de la UCR– y sin la mayoría en el Congreso, muestra en las condiciones que asumirá el nuevo gobierno el 10 de diciembre.

Como contraparte tratará de agitar las divisiones y el pase de factura dentro del peronismo y el FpV, que ya empezó la misma noche del domingo. Que junto con el mensaje de Massa –quien aportó a Cambiemos una parte de su caudal de votos– le dio a Macri una clara señal de gobernabilidad.

La diferencia a favor de Macri condensó tres años de estancamiento económico, no sólo en la gran industria sino más grave aun en las economías regionales. También sumó los votos de la zona núcleo de la soja, para quienes irá dirigido una de las primeras medidas de importancia en lo económico como es la suspensión de las retenciones a la soja –para hacerse rápido de dólares–. Y además sumó el efecto Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires, donde si bien el FpV ganó, todavía no le alcanzó para hacerse la diferencia.

No habrá cheque en blanco para Macri. Aun los sectores populares que votaron “un cambio” para castigar al kirchnerismo no quieren volver atrás.

La economía y el ajuste
Macri deberá encarar en lo inmediato medidas ante una situación económica muy complicada. Adelantó que armará un gabinete en el Ministerio de Economía con seis ministros (¿no alcanzaba con uno?). Todos esperan los anuncios pero ya adelantó la segura devaluación. En cuanto al impuesto al salario, anunció que los que no pagaban en el 2007 no pagarán, sin aclarar si eso es más o es menos que lo prometido por Scioli.

Las medidas económicas están apuntadas a hacerse rápidamente de caja con la liquidación de la soja a un dólar más elevado, a cambio de suspender por 90 días las retenciones a la soja e ir ganando tiempo para avanzar con el recorte de gastos y subsidios.

Todas estas medidas impactaran directamente en las paritarias del año que viene, planteando un escenario de conflictividad con un gobierno muy limitado por el caudal que lo votó y la heterogeneidad de su composición. El entramado de un pacto para la paz social con los jerarcas sindicales será una de las claves en los primeros meses.

Por otro lado, anunció que deja la posibilidad de mantener a Miguel Galuccio, actual presidente de YPF, quien fue –antes de llegar a ese cargo– gerente general de operaciones del monopolio imperialista estadounidense de servicios petroleros Schlumberger en México y América Central. Aunque aclaró que será clave la opinión de su futuro ministro de Energía, el ex presidente de Shell Juan Aranguren.

Voto bronca y la lucha
Entre las abstenciones, los votos en blanco, nulos e impugnados suman alrededor de 6 millones que rechazaron de diversas maneras a los candidatos de las clases dominantes. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores llamó a votar en blanco y desde el CR-PMLM sacamos una declaración nacional y realizamos diferentes actividades en el país.

No había dos opciones, sino tres. Y la opción de no elegirlo es la que se pone de cara a la lucha de manera más independiente, sin ataduras, y la que podrá luchar por un reagrupamiento que abarque a grandes sectores que ya pasaron a la oposición y enfrentarán el ajuste.

La alianza política que ganó expresa un variopinto de expresiones que buscarán afianzarse como lo hizo Néstor Kirchner a partir del 2003. Pero no tiene la estructura del PJ que tuvo Kirchner ni la ventaja que tuvo al haber iniciado su gobierno en el ciclo de crecimiento económico, con “viento de cola”.

Los comunistas revolucionarios, los antimperialistas y democráticos buscaremos avanzar contra el ajuste, la dependencia, la represión y contra los que buscan dar vuelta la página para volver a la impunidad de los genocidas –como se reclama el día lunes 23 desde la editorial del diario oligárquico La Nación–. Pero no los enfrentaremos defendiendo a otros como Milani o el Proyecto X, sino con la lucha popular que hoy marcan los docentes y camioneros fueguinos, los obreros de Cresta Roja, de Metalsa, Bimbo, los que ocupan tierras para vivir y trabajar en Tandil, Merlo o Malagueño y la marcha nacional educativa que se prepara para el 3 de diciembre. Buscamos cerrar el ciclo de los ajustes y la dependencia por el camino del Argentinazo del 2001, que no es otro que el de la liberación nacional y social.