martes, 23 de abril de 2013

“No se puede compartir una mesa…”


Los compañeros y compañeras del Cuerpo de Delegados relatan cómo se constituyen en la Corriente Clasista René Salamanca de Malagueño (Córdoba). 


“Estaba antes en la CCC y me fui… por mi condición de obrero. Más que nada me siento dolido por la desviación que tuvo la CCC, por su conciliación de clase al haberse juntado con grandes grupos económicos y del poder, fundamentalmente los terratenientes. En eso me sentí traicionado. Por eso ni lo dudo siquiera. Esa fue la decisión.”

“Algunas que no estamos hace tanto estuvimos hablando sobre esto. No podés sentarte a cenar con el mismo matador de compañeros como si no hubiera pasado nada… No tiene sentido.
“No se puede compartir una mesa… La de Jujuy era una lucha como la nuestra, ¡y mataron compañeros!”

“Yo he visto cómo explotaron a mis abuelos, a mis padres, a mis hermanos mayores, y a mí. Todo esto lo estamos discutiendo los delegados, y en los barrios. Hay personajes que buscan en Malagueño sacar un rédito personal de la bronca y las necesidades. Hay uno que quiso ser intendente. 
“Te dicen que no es necesario hacer lo que nosotros hemos hecho, que se podía ir directamente a la Municipalidad y que esto se conseguía, que había que anotarse. Pero acá algunas compañeras estamos anotadas desde el ’85, otras desde el ’97, hasta con preadjudicación del lote… que nunca llegó.”

“Errores hay, yo podría haber hecho lo mismo. En una sociedad mayormente católica como en la que me he criado cometo errores, pido disculpas y ya ‘quedo libre de pecados’; y no vivo como vivo… Pero no es así nomás. 
“No es que nosotros hayamos hecho votos de pobreza, pero en la medida que el conjunto del pueblo vaya resolviendo sus necesidades, nosotros también las vamos a resolver. Por lo tanto no acordamos con las relaciones con el grupo Alvarado, con Santander, con Garbarino… Fue una traición muy grande, una conciliación de clase.”