[Vamos! Nº49]
“Que tomen conciencia la totalidad de la sociedad inglesa, pero fundamentalmente sus dirigentes políticos. El argentino no es un peligro…”, exclamó Cristina Kirchner en su discurso por el 2 de Abril ante el reforzamiento de la base militar inglesa en Malvinas. En el mismo sentido, les aconsejó que inviertan esos recursos en dar respuesta a los problemas sociales en Inglaterra y destacó la posición del inglés John Prescott del Partido Laborista. Así, el gobierno siembra la ilusión de que algún día recuperaremos las islas tras haber “convencido” al imperialismo inglés de la inconveniencia de mantener enclaves coloniales.
Mientras tanto, en el mismo discurso, la presidenta también denunció a compañías petroleras que dieron a conocer que habrían encontrado petróleo explorando ilegalmente la plataforma marítima argentina. No dio precisiones sobre el peligroso reforzamiento militar en Malvinas, ni se refirió al espionaje inglés contra la Argentina hecho público ese mismo día. Pero se comprueba que el avance inglés sobre las islas no son simples “provocaciones”, como las caracterizó en su discurso. Mas bien parece que el Reino Unido persiste en hacer “honor” a su larga historia de colonialismo y está decidido a sostener la mayor base militar extranjera en Latinoamérica.
Cristina Kirchner planteó la reivindicación de los combatientes de Malvinas, pero no reivindicó la gesta que protagonizaron. En cambio insistió: “¡Que no nos vengan a hacer cargo de una guerra que no fue la nuestra!”, en referencia a la guerra de Malvinas. De este modo relativiza o secundariza la agresión inglesa contra la nación argentina.
La mejor forma de reivindicar a los caídos y veteranos de la guerra de Malvinas sería anular los vergonzosos acuerdos de Madrid y Londres firmados en 1990. Y, del mismo modo, se debería no sólo tomar acciones contra las petroleras que violan nuestra soberanía, sino también confiscar bienes de monopolios, bancos y terratenientes ingleses en nuestro país.
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| El discurso de la presidenta en Ushuaia fue acompañado por la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. |