Acercándose un nuevo aniversario del 2 de Abril, el imperialismo británico decidió reforzar su presencia militar en las Islas Malvinas, hoy una base militar inglesa en el Atlántico Sur. El Ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció un plan para “reforzar y modernizar” la defensa militar de las islas. Ante la Cámara de los Comunes dio a conocer la inversión de unos 268 millones de dólares para apoyo militar y nueva infraestructura en telecomunicaciones y puertos, incluyendo el envío de dos helicópteros Chinook. Esto no constituye un hecho aislado: en los últimos años ha sido constante el envío de nuevas fuerzas militares inglesas a su base en el archipiélago (“Mount Pleasant”), que ya cuenta con casi 3.000 soldados permanentes, aviones, helicópteros, barcos, submarinos, tanquetas y baterías antiaéreas. Una amenaza para toda América Latina.
Inglaterra argumentó una “amenaza creciente” por parte de Argentina, con un supuesto riesgo de una nueva invasión, y su intensión de proteger el “derecho de los isleños a seguir siendo británicos”. Entonces Fallon, referenciando los acuerdos militares entre Argentina y Rusia, declaró que “los rusos nos amenazan a nosotros y a la OTAN en muchos y muy diferentes lugares. Por eso es que nos hemos comprometido en la OTAN a crear una fuerza de reacción para tranquilizar a los países en el este de Europa y asegurarnos de que podremos ir a ayudarlos si hay alguna agresión rusa. Esperamos que Rusia sea un socio para nosotros y que respete las reglas del sistema internacional. Pero es evidente que está compitiendo con nosotros y se está volviendo más agresivo en distintas partes del mundo. Tenemos que dar una respuesta a eso”.
En el caso de Argentina, cabe mencionar el acuerdo de cooperación militar firmado recientemente en Moscú, que incluiría la capacitación de personal militar argentino e incluso la adquisición de bombarderos Su-24 y helicópteros, y la participación de Argentina en una singular Conferencia sobre Seguridad Internacional convocada por el Ministerio de Defensa de Rusia para abril.
Lo que no menciona el ministro inglés, pero evidentemente es parte de la misma cuestión, es la reciente instalación de la base de “rastreo espacial” china en la provincia de Neuquén, también con implicancias militares, y el aumento de la penetración del imperialismo chino en América Latina. Los británicos a su vez buscan el apoyo norteamericano, que también viene poniendo como blanco de su geopolítica a Rusia, sobre todo a partir del conflicto en Ucrania.
El gobierno argentino ha salido a denunciar el reforzamiento militar británico en las islas, declarando que es falso que nuestro país constituya una amenaza y profesando su fe diplomática. Pero es la política K de “alianza estratégica” con el eje China-Rusia la que ha situado a nuestro país como una ficha más del tablero de la creciente disputa interimperialista.
No es el apoyo chino o ruso lo que necesitamos para nuestra independencia y para recuperar las Malvinas: lo que nos permitirá avanzar en este camino es –en cambio– la solidaridad latinoamericana y de los países oprimidos del mundo, la lucha obrera y popular, y una política internacional de independencia y no alineación. En este nuevo 2 de Abril, seguimos reclamando: ¡Fuera ingleses de Malvinas!
- ¡Fuera ingleses de Malvinas!
- ¡Fuera imperialistas de América Latina!
- Confiscación de tierras, monopolios y bancos ingleses en Argentina.
- Ni base china en Neuquén, ni buitres yanquis.
- No a los acuerdos estratégico-militares con Rusia.
- Confiscación de tierras, monopolios y bancos ingleses en Argentina.
- Derogación de los tratados de Madrid y Londres de 1990.
- Reparación histórica a los ex combatientes de Malvinas.