miércoles, 15 de abril de 2015

Ni el oficialismo cree en las cifras del INDEC

[Vamos! Nº49]  Inflación y paritarias.



Según el Gobierno la inflación anual estimada sería del 15,6% y la inflación de febrero habría sido de 0,9% (Página/12, 6/3/2015). Esto contrasta con las cifras publicadas por legisladores en el Congreso (el llamado IPC-Congreso) y con las cifras publicadas por la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA (el IPCBA), que se ubicaron en febrero en un 1,5%. Pero también contrasta con los pedidos en paritarias de los jerarcas sindicales que llegan hasta el 43%, apretados por la realidad palpable en los bolsillos de los trabajadores y por la contundencia del último paro.
Además, según el IPC-Congreso la inflación de marzo habría sido del 2,2%, con lo cual la inflación anual 2015 podría duplicar la estimación oficial. Incluso el Gobierno de la CABA estima en su presupuesto una inflación del 28%. A esto se suma un balance de que durante el 2014 hubo una pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, aunque el Gobierno nacional diga lo contrario.
En 2014
El Ministerio de Trabajo de Nación publicó en julio del año pasado que las paritarias habían cerrado en promedio en un 29,7%. Esto debería haber sido un avance según el INDEC que informó una inflación del 23,8% en 2014. Pero, aun dando plenamente por cierta la cifra del Ministerio de Trabajo, la conclusión es otra si consideramos que la inflación anduvo en el 38% según las cidras de IPCBA y IPC-Congreso. Hasta Antonio Caló (CGT oficialista) debió admitir en diciembre que “hubo pérdida de salario real” en 2014 (Clarín, 7/12/2014).
Esto se agrava si consideramos que para el sector que paga impuesto al salario, los descuentos alcanzan hasta el 33% de cada aumento salarial. Peor aún es la situación de los trabajadores con bajos salarios, que incluso no alcanzan la canasta familiar y sufren más drásticamente el aumento de precios de los alimentos.
¿Canasta familiar
para todos y todas?
Según cifras tomadas del INDEC publicadas días antes del paro, la mitad de los trabajadores cobra menos de $5.500 al cierre de 2014. Además, uno de cada cuatro trabajadores cobra menos de $3.000. A esto se debe sumar 1.200.000 de desocupados. Mientras tanto, según la Junta Interna de ATE-INDEC la canasta familiar ronda los $12.800. La CGT Azopardo, menos preocupada por la realidad de los asalariados de bajos salarios, estima en $8.468 esta canasta. Y el Gobierno nacional ni siquiera publica un valor de la canasta y sobre la pobreza.
El Gobierno intenta contraponer las distintas realidades de los trabajadores (con buenos o malos sueldos). Pero en realidad las cifras reafirman la justa posición impulsada desde el Encuentro Sindical Combativo de promover un plan de lucha que una el reclamo contra el injusto impuesto al salario y contra la precarización laboral y bajos salarios. En realidad, más allá de la convocatoria restringida de la CGT Azopardo y otros gremios, todo esto confluyó y se expresó de alguna manera en el paro.