En 1871 los trabajadores de París
“tomaron el cielo por asalto”, como dijo Marx, y controlaron la ciudad por 72
días. Entre esos obreros franceses había uno, Eugène Pottier, trabajador textil
y poeta, quien, días después de derrotados los comuneros, “con la sangre aún
corriendo por los muros de los fusilamientos”, escribió los versos de La Internacional, sin saber que años más tarde se
transformaría en el himno de los trabajadores del mundo entero.
Pottier había nacido en 1816, y ya a
los 14 años escribió su primer poema titulado ¡Viva la libertad!.
Participó en la revolución de febrero de 1848 en Francia, organizó a los
diseñadores de telas e incorporó su gremio a la Asociación Internacional de los
Trabajadores, fundada por Marx y Engels en 1864. En tiempos de la Comuna fue uno de los 80
miembros elegidos para el gobierno de París, mientras comenzaba a ser
reconocido como el poeta de los trabajadores.
Derrotada la Comuna se exilió en Estados
Unidos. Volvió a Francia en 1880 y colaboró en el periódico del Partido Obrero
Francés hasta su muerte, en 1887. “Pottier murió en la miseria. Pero deja tras
de sí un monumento verdaderamente imperecedero”, dijo Lenin en su momento. Años
más tarde, parte de las poesías de Pottier, entre ellas La Internacional,
fueron editadas y publicadas. Uno de esos ejemplares fue a dar a las manos del
director del coro obrero “La lira de los trabajadores”, quien le pidió a uno de
sus integrantes, obrero ferroviario y compositor, “una música vibrante” para el
poema de Pottier. Este músico proletario era Pierre Degeyter.
La Internacional se cantó por
primera vez en Francia en 1888 y desde sus comienzos fue perseguida con saña por las clases dominantes. Sólo por
editarla en un folleto, el maestro de escuela Armand Goselin fue perseguido y
sufrió un año de cárcel. Durante algunos años sólo era conocida por unos pocos obreros
franceses, pero para comienzos de siglo XX el tema ya era cantado por millones de
obreros. Fue en las calles, combatiendo, donde los trabajadores la hicieron
suya.
La Internacional es el himno
de la clase obrera, una clase internacional. Es la única clase que puede
conducir un proceso revolucionario que termine con el sistema imperialista
capitalista, para lo cual necesita unir y dirigir al conjunto de los pueblos
oprimidos. Como sintetizó la 3º Internacional en su consigna: “Proletarios y
pueblos oprimidos del mundo uníos”. Por eso los comunistas revolucionarios de
la Argentina reivindicamos La Internacional junto
al Himno Nacional Argentino, como parte de la
lucha por la liberación nacional y social en marcha ininterrumpida al socialismo.
La Internacional
Arriba
los pobres del mundo
De
pie los esclavos sin pan
y
gritemos todos unidos
¡Viva
la Internacional!
Removamos
todas las trabas
que
oprimen al proletario,
cambiemos
al mundo de base
hundiendo
al imperio burgués.
Agrupémonos
todos,
en la lucha
final,
y se alcen los pueblos,
por la
Internacional.
El día que el
triunfo alcancemos
ni esclavos ni
dueños habrá,
los odios que
al mundo envenenan
al punto se
extinguirán.
El hombre del
hombre es hermano
derechos
iguales tendrán,
la Tierra será
el paraíso
de toda la
Humanidad.
Agrupémonos
todos
en la lucha
final.
Y se alzen los
pueblos
por la
Internacional.
Agrupémonos
todos
en
la lucha final.
Y
se alzen los pueblos ¡con valor!
por
la Internacional.