martes, 28 de abril de 2015

Malvinas: Una guerra justa

[Vamos! Nº50] A 33 años del conflicto bélico con Inglaterra.


Recuperación de Malvinas y rendición inglesa.











La presencia británica en Malvinas no es casual, tiene raíces en las políticas de dominio desde tiempos de la colonia, cuando lo éramos aún de España y que a lo largo de nuestra historia, hasta hoy día, siempre tuvo presencia activa bajo distintas formas de dependencia. Hasta el día de hoy participan, en disputa pero fundamentalmente en acuerdos con otros imperialismos, del control de la producción, del comercio exterior, de las finanzas, la energía extractiva, las comunicaciones.

La fuerte presencia Inglesa en la constitución de la estructura dependiente de la Argentina, exportadora de productos primarios e importadora de tecnología, tiene una expresión clara en los distintos acuerdos que con gobiernos y sectores dominantes en la Argentina se fueron expresando desde el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 2 de febrero de 1825, el pacto Roca-Runciman del 1° de mayo de 1933, hasta el Acuerdo de Madrid firmado el 19 de octubre de 1989 y la Declaración conjunta de las delegaciones de la Argentina y del Reino Unido, conocida como Acuerdo de Madrid II del 16 de febrero de 1990 de restablecimiento de las relaciones diplomáticas convertidas, en una virtual rendición y comprometiendo nuestra Soberanía con inversiones privadas y el control de nuestras FFAA. Concluyendo el 11 de diciembre de 1990 firmando el Tratado Anglo-Argentino de Promoción y Protección de Inversiones conocido como el Acuerdo de Londres. Los Acuerdos de Madrid (I y II) y de Londres aún están vigentes.

Desde la invasión y ocupación armada, el 3 de enero de 1833, de las Islas Malvinas, solamente resistida por un grupo de criollos y originarios patriotas, hasta que en 1982, los ingleses impusieron su sello de potencia imperialista. Por ello la toma de Puerto Argentino el 2 de abril de 1982 marcó el inicio de una guerra justa. Justa por tratarse de un imperialismo que ocupa parte de nuestro territorio nacional.

Una guerra que desde el desembarco en Puerto Argentino mostró discordia entre los mandos, entre los que confiaron en el apoyo de EEUU y los que pensaron en la ayuda de la entonces URSS, y entre los que comandaron el combate y quienes se rindieron sin tirar un sólo tiro. El carácter fascista y su política pro-terrateniente y pro-imperialista, le impidió confiar en la fuerza del pueblo argentino, el mismo que se movilizó contra la propia dictadura y que días después, llenó las plazas del país en apoyo a esta guerra justa. Tampoco confiaron en los pueblos amigos del Tercer Mundo, aquellos que ofrecieron en apoyo hombres y armas contra el imperialismo.

El pueblo que venía enfrentando a la dictadura, al tomar forma la guerra, tomó como propia la lucha por recuperar Malvinas, frente al enemigo principal que ocupa nuestro territorio nacional. El cambio de carácter de la situación puso blanco sobre negro la que fue una Guerra Justa por recuperar parte de nuestro territorio frente a la ocupación imperialista inglesa. La contradicción entre la dictadura y el pueblo se sigue desarrollando en otras condiciones, con esta nueva situación.

La discordia entre los mandos impidió y en casos desalentó iniciativas que podrían haber llevado golpear duramente y hasta vencer al enemigo; oficiales ingleses han escrito que en algún momento pensaron que no iban a lograr su objetivo de recuperar la conquista de Malvinas.

Los 323 héroes del crucero ARA Gral. Belgrano son testimonio de la guerra justa de Malvinas, tal como los oficiales, sub-oficiales y soldados aquellos que no acataron la orden de rendición el 14 de Junio de 1982, que lucharon hasta terminar la munición y luego en combate cuerpo a cuerpo con armas blancas.

La guerra por la Patria y la Soberanía ha sido el cultivo de actos heroicos, y no como insinúa la película “los chicos de la guerra” tomando temas reales como la falta entrenamiento a muchos soldados, ha servido a la campaña des-malvinizadora y para ocultar la determinación antimperialista de los que lucharon aún en inferioridad de condiciones.

Los ex combatientes, por el contrario demostraron (por haber enfrentado con las armas en la mano, al Imperialismo), que son legítimos herederos de los Artigas, los Belgrano, los San Martín que lucharon por la Independencia; ellos continuaron esta lucha, no pudiendo como parte del pueblo, dar vuelta los fusiles para garantizar otra hegemonía en esta lucha. La necesidad de un Partido Revolucionario capaz de unir el reclamo nacional con el democrático, recuperar las mejores experiencias de nuestro pueblo, nuevamente queda en evidencia. La clase obrera debe acaudillar al pueblo que en su mayoría tomará esta lucha, solo así podrá triunfar la Liberación Nacional y Social y expulsar de nuestras tierras al invasor imperialista.

El gobierno ha profundizado la dependencia de nuestro país debilitando nuestra capacidad de recuperación de las Islas Malvinas. Pero conocedor de los profundos sentimientos patrióticos y antimperialistas de nuestro pueblo, el kirchnerismo usó esta gesta en la pelea con los fondos buitres y en nombre de enfrentar a los EEUU (atrás del fallo del Juez Thomas Griesa) pero avalando y llevando de arrastre a amplios sectores populares de su política de pagadores seriales del conjunto de la deuda. En estos once años de kirchnerismo mantuvo intactos los intereses ingleses en tierras, aeropuertos, bancos, petroleras, etc. Esto junto a no haber denunciado los Acuerdos de Madrid y Londres, que les dan garantía a Inglaterra para mantener a nuestras FFAA desarmadas y sin hipótesis de conflicto.

Desarrollar una economía soja-minero exportadora, sin una industria nacional de base ha profundizado nuestra vulnerabilidad. Esta indefensión nacional en un área de creciente tensión y disputa de los principales imperialismos yanqui, chino, ruso e inglés. Tanto el pasaje de los dos océanos como la ribera Antártica, exige medidas patrióticas inmediatas. No sólo está en juego Malvinas, sino la Patagonia Argentina, como parte de la disputa por el control de esta zona estratégica.