El jueves pasado el kirchnerismo votó la media sanción en la Cámara de Diputados de su proyecto de ley ferroviaria. El proyecto fue presentado por el oficialismo como una reestatización del sistema ferroviario. Sin embargo en el artículo 2º del proyecto, si bien establece la “administración de la infraestructura ferroviaria por parte del Estado Nacional”, en su inciso b) determina la “participación pública y privada en la prestación y operación de los servicios de transporte público ferroviario”.
Consultado por Vamos!, Rubén “Pollo” Sobrero (secretario general de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria) señaló que “No estamos de acuerdo con el proyecto del gobierno porque no es una estatización. Es mentira. Se mantienen todas las concesionarias. No es casualidad que los más fervientes defensores fueron la gente de Macri y del Pro”.
Efectivamente, el proyecto cuenta con el apoyo del Pro, la UCR y el Frente Renovador. Y sus argumentos también dejan en claro el carácter del mismo. “Este es un proyecto de reordenamiento. No estatiza ni privatiza nada. Es como una ley de ministerios”, sostuvo Felipe Solá (FR). Sturzenegger, del PRO agregó: “Este proyecto logra un balance con un Estado que invertirá en la infraestructura necesaria mientras que le permite al capital privado competir en la operación de manera sana”. (Página/12, 9/4)
Reafirmando la participación “pública y privada”, en el articulo 3º el proyecto plantea la posibilidad de “renegociar” (manteniendo la concesión) los contratos de concesión suscriptos con Nuevo Central Argentino, Ferroexpreso Pampeano y Ferrosur Roca en el transporte de cargas, y los de transporte de pasajeros con Metrovias S.A. y Ferrovías S.A..
Sobrero agrega que “se le abaratan los costos a las empresas privadas, porque en todo lo que es la carga, las vías pasan a ser reparadas por el Estado y entonces el empresariado no invierte un peso”. Es decir que Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado serviría para resolver parte de la infraestructura, quedando la explotación del servicio en manos de las empresas privadas. “Nosotros opinamos que es una ley para sostener el sistema de concesiones, nada más que ahora tiene que ver con un pedido del Banco Mundial que plateó la reparación de las vías para mejorar los costos operativos de las empresas privadas.” Sobrero denuncia que “el transporte de pasajeros da pérdida y no es casual que la carga, que es lo que más ganancia da, se la dejan a los empresarios”.
Además señala que es un acuerdo hecho a la medida de entregar a los chinos el Belgrano Cargas. Particularmente se reafirma en el proyecto la continuidad de la Sociedad Belgrano Cargas y Logística SA, lo que es congruente con los acuerdos firmados con China, destino privilegiado de la producción sojera.
Sobrero destacó el proyecto de rees¬tatización presentado por el Frente de Izquierda y los Trabajadores –confeccionado junto al que habían elaborado el Cuerpo de Delegados del Sarmiento y la Bordó– donde se señala que “se necesita la estatización de todo el sistema ferroviario, sin pago de indemnización alguna, incluyendo la reapertura de Emfer y todos los talle¬res, en una empresa única bajo control obrero, con representantes electos democráticamente”. En su fundamentación, los dirigentes ferroviarios Sobrero y Reynoso señalaron: “Nuestro proyecto se diferencia tajante¬mente del de Cristina porque, en primer lugar, implica una verdadera reesta¬tización. Es decir, pone en manos del estado nacional todo el sistema, donde el transporte de cargas debe financiar al de pasajeros, dejando de ser un negocia¬do de las multinacionales exportadoras. Queremos que se vuelvan a recuperar los kilómetros de vías que se perdieron con la privatización, que el ferrocarril vuelva a unir a los pueblos del interior, que pueda ser usado por los pequeños productores para transportar en forma barata la producción de sus economías regionales y que el servicio de transpor¬te sea eficiente, barato y confortable (…) Para todo eso hay que reestatizar todo el sistema y ponerlo a funcionar bajo gestión y administra¬ción de los trabajadores y usuarios”.
Para finalizar, Sobrero agrega que “uno de los artículos que nosotros planteábamos era la investigación de los 12 años de gestiones privadas y nadie lo quiso discutir. Por ejemplo, en el Belgrano cargas faltan 4000 vagones. Con esto se pone el broche para que eso no se investigue más. 3300 locomotoras que habían pasado del Estado a empresas privadas se cortaron en el taller de Maldonado, eso tampoco se investiga más.”