Cristina Kirchner recogió el apoyo del Papa para condenar en la ONU a los fondos buitres y se entrevistó con el buitre George Soros. El escenario internacional se tensa cada vez más, con luchas populares, guerras regionales y penetración imperialista. El gobierno mantiene iniciativa y también en nuestro país se recalienta la disputa económica y política. Los trabajadores y el pueblo seguimos contra el ajuste y nos movilizamos contra la persecución a los luchadores.
Cristina Kirchner se reunió en Nueva York con el buitre yanqui George Soros, que dirige los fondos de inversiones especuladores como el Quantum Partners. |
Buitres y entregadores
A la salida de este número del Vamos!, Cristina Kirchner estará condenando en la ONU a los fondos buitres “como expresión del capitalismo salvaje”, blanco del gobierno nacional. Previo a esta “batalla épica”, la presidenta se reunirá en Nueva York con Georges Soros: el buitre yanqui que posee el 3,5% de las acciones de YPF (por un valor de unos 450 millones de dólares) y dirige fondos de inversiones especuladores como el Quantum Partners. Pero como demandó al banco de Nueva York pidiendo que les pague por los títulos de deuda argentina no sería para el kirchnerismo una “expresión buitre”.
Cristina gritará bien fuerte en las ONU su condena, mientras amarra los recursos estratégicos a los monopolios imperialistas como se acaba de ratificar en la nueva Ley de Hidrocarburos y con el acuerdo para instalar una base paramilitar del imperialismo chino en Neuquén, sin antecedentes en nuestro país.
Un mundo preñado de luchas y guerra
El mundo va cambiando aceleradamente luego del estallido de la crisis del sistema capitalista imperialista. Miles de conflictos obreros y populares sacuden los países imperialistas y oprimidos. Así puede verse en China o EEUU. Y también en diversos países de Europa, sumida en la crisis, donde se profundizan conflictos nacionales como en Escocia y en Cataluña. El mundial de futbol en Brasil mostró la verdadera cara de la política neo-desarrollista en ese país con super-explotación, bajos salarios y millones sin tierra.
Junto a esta realidad, avanzan los factores de guerra como se puede ver en los conflictos armados regionales en Medio Oriente, Ucrania, Irak, Siria y Afganistán, entre otros. A la par que se van constituyendo ejes políticos y económicos con perspectivas bélicas impredecibles en años a futuro.
El llamado “patio trasero” del imperialismo yanqui, América Latina, está siendo cuestionado como nunca al ritmo del silencioso pero incesante avance del imperialismo chino en la región. El encuentro de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con la presencia de los gobiernos del Unasur constituyó un salto en calidad en la disputa y una luz de alarma para el imperialismo yanqui. La tormenta se desató.
Fidel Castro, que asesora a muchas fuerzas y dirigentes sociales, sindicales y políticos, predijo el futuro desde una postura antiyanqui pero alineada con China y Rusia: “El euro, como el dólar, no tardará en convertirse en papel mojado”, afirmó a la vez que se pronunció favor del yuan chino y el rublo ruso (www.granma.cu, 1/9/2014). Cristina Kirchner en la cumbre del Unasur en Venezuela llamó a “perder el miedo a China”. Fue como parte de este alineamiento internacional que el Gobierno argentino logró que la ONU apruebe con 124 votos la constitución de un tribunal internacional para dirimir sobre las cuestiones referentes a reestructuración de deudas. Previamente el tema había sido presentado en el G-77 + China.
Las potencias imperialistas buscan estabilizar bloques y mercados regionales, pero el intercambio desigual e inestable entre los países oprimidos y los estados imperialistas hacen crecer la lucha. Esta realidad también recalienta las contradicciones y disputa inter-imperialistas, donde gobiernos neo desarrollistas como el kirchnerista, nos atan al carro del imperialismo, con las consecuencias nefastas para el pueblo y la nación.
En un mundo preñado de luchas y guerras, los verdaderos antiimperialistas denunciamos a esos estados imperialistas como responsables en sus aventuras sanguinarias por el reparto y control de los mercados y recursos estratégicos, denunciando a los gobiernos entreguistas, apoyando a los pueblos y fuerzas revolucionarias que luchan de diferentes formas contra la injerencia imperialista, venga de donde venga, haciendo avanzar la revolución de liberación nacional y social en los países dependientes y oprimidos.
La Ley de Abastecimiento
El Gobierno mantiene la iniciativa sobre el resto de las clases dominantes y usa su mayoría en el Congreso. Esto pudo verse en el tratamiento de la Ley de Abastecimiento, una herramienta en manos del kirchnerismo que espanta a los otros sectores como la SRA o la UIA.
En la Ley, el Ejecutivo está facultado para secuestrar toda la documentación comercial requerida de la empresa. “Cuando elevaren artificialmente o injustamente los precios”; “cuando tuvieran ganancias abusivas”; “cuando acaparen materias primas o productos en cantidades superiores a las necesarias”; “cuando intermediaren innecesariamente en la venta de bienes” y “cuando negaren injustificadamente la prestación de bienes o servicios”. Además la ley dice que los gobernadores en cada provincia van a poder aplicar estas facultades.
Pero, el espanto de las otras expresiones de clases dominantes –que consideran a esta Ley peor que la 125, a decir del presidente de la SRA Miguel Etchevehere– no sería por un repentino carácter popular del gobierno (de hecho no hay ningún articulado en la Ley que establezca algún tipo de control popular). Sería porque el kirchnerismo podría usarlos en base a situaciones reales de especulación o dumping como hacen monopolios, terratenientes o empresas agropecuarias, para el chantaje y el castigo para con sus rivales, buscando abrirle paso a los monopolios y empresas amigas como viene haciendo.
Planteamos el reagrupamiento popular que impulse la lucha de manera independiente, que cierre el camino a la especulación y manejo por arriba para imponer la aplicación de artículos de esa Ley en beneficio del pueblo.
La disputa política
En este marco de disputa, el lanzamiento de Máximo Kirchner como virtual candidato en el acto de La Cámpora constituyó para algunos el nacimiento del “kirchnerismo de la resistencia”, dando una señal clara de la prescindencia a la hora de jugar una carta propia en las elecciones del año que viene. Sí tiene claro un enemigo principal, Massa. Esto parece alcanzarle por ahora mientras acomoda candidatos, llena de militantes los ministerios y negocia en las gobernaciones.
En un marco donde algunas encuestas ubican un triple empate entre Massa, Macri y Scioli, otras lo ubican a Macri arriba. De hecho hay preocupación en sectores del peronismo porque la apatía de Cristina hacia Scioli le sumaría a Macri.
Por otro lado el UNEN se cuece en su propia salsa, con amagues de fugas de Carrió y un sector del radicalismo al acuerdo con Macri, sobre todo ahora que salió a la luz la denuncia de la religiosa Martha Pelloni al ginecólogo y obstetra Dante Binner (hermano del ex gobernador Hermes Binner) por pertenecer a una asociación ilícita de tráfico de bebés en Santa Fé, desnudando la corrupción en ese gobierno provincial.
El kirchnerismo se prepara para llegar al 2015 sin mayores sobresaltos, con la carta de la “desestabilización” siempre a mano, “ayudado” por el nefasto duhaldista Barrionuevo, procurando que la economía no se le vaya de madres, dibujando el presupuesto para que “cierren los números” y aceitando medidas represivas hacia los sectores combativos del movimiento obrero y popular.
En este sentido, fue muy importante la movilización de los ferroviarios de la línea Sarmiento a Plaza de Mayo el pasado 17 de septiembre, denunciando la persecución del gobierno nacional que busca el desafuero a los delegados, como parte de una ofensiva junto con las patronales y los jerarcas sindicales como pasó en Lear, Gestamp o Tierra del Fuego, y las masivas las movilizaciones y actos por la aparición de Julio López.
Se avecinan tiempos tormentosos para el pueblo. La ola de suspensiones y despidos no cesa y tienden a agravarse. Desde esta realidad, hay que exigir que se prohíban los despidos y suspensiones y se reabran las paritarias, imponiendo un impuestazo a monopolios, terratenientes y bancos, para aliviar la situación del pueblo. Para esto impulsamos el reagrupamiento combativo para la lucha, que tenga su expresión política en perspectiva a la liberación nacional y social.