martes, 9 de septiembre de 2014

Editorial | Hay que seguir

[Vamos! Nº36] Porque crecen las suspensiones, los despidos y la inflación. Porque el Gobierno y las patronales arremeten contra los delegados combativos. Porque soberanía es no pagar la deuda ilegítima y fraudulenta. Tras el contundente paro nacional, necesitamos un plan de lucha.


Miles de despidos y suspensiones arrecian sobre los trabajadores. La respuesta fue un paro contundente en todo el país. Frente a la crisis el Gobierno busca hacerse de dólares para pagar “soberanamente” a los buitres y que la burbuja social no le estalle en los umbrales de un año electoral. Junto con esto, acuerda con otros sectores de clases dominantes para persiguir a los delegados combativos y para reprimir las luchas. Hay que avanzar con un plan de lucha.

La desocupación
Se cerraron más de 350 mil cuentas sueldos en lo que va del año, la caída del empleo no cesa desde el año 2012, 15 mil suspensiones en la industria automotriz y más de 1200 despidos y jubilaciones anticipadas en el año. En junio la tasa de suspensiones fue la mayor desde la crisis de 2009: fueron suspendidos 6,6 de cada mil trabajadores. La actividad industrial se encuentra en recesión desde hace 14 meses.

En la construcción, el número de empresas en actividad se redujo de 22.056 a 19.079 entre junio de 2013 e igual mes de este año (según el Ieric). Son numerosas las pymes que se ven obligadas a adelantar vacaciones, reducir salarios o directamente pedir preventivos de crisis. Monopolios como Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA), con más de 1000 trabajadores en Mendoza, amenaza con despidos masivos si no le otorgan subsidios de los programas Repro (Recuperación Productiva) y de Sostenimiento del Empleo.

El Gobierno busca señalar a los monopolios como los únicos responsables de esta situación, a los mismos monopolios que gracias a su política neo-desarrollista han hecho fortunas y remitido miles de millones de dólares a sus casas matrices. Esta política refuerza la dependencia y en los momentos de crisis la hace pagar a los trabajadores.

Junto con esto, el Gobierno ensaya medidas como el control de precios o las modificaciones a la Ley de Abastecimiento. Éstas son medidas que tuvieron algún resultado en otro momento con políticas de Estado que en alguna medida desarrollaron la industria y una política agraria nacional. Pero ahora están destinadas al fracaso. No sólo porque no atacan las causas de fondo, sino porque además su política neo-desarrollista las empeora al agravar la dependencia y el latifundio.

Los buitres y el “pago soberano”
Sigue la tensa puja con los fondos buitres y el Estado yanqui. Esto no es ficción, como quieren hacer creer algunos dirigentes de la izquierda y periodistas como Lanata de Clarín, que niegan el carácter dependiente del país, donde los estados imperialistas -como los EEUU en este caso- utilizan mecanismo de chantajes para apretar a los países como el nuestro. Aunque tampoco significa que por más que el gobierno utilice una retórica antiimperialista, patriótica, lo sea. Fue este Gobierno el que aceptó la jurisdicción de Nueva York para pagar a los bonistas, fue éste el que acuña como lema de la década el “desendeudamiento” y “pagadores seriales”. “Este gobierno ha mostrado su voluntad de pagar” (CFK).

Por eso ha utilizado las posiciones de otros sectores de clases dominantes como Macri -que sostiene pagar y aceptar sin condiciones la exigencia buitre- para engañar a muchos y que se cierre fila con el gobierno frente a los yanquis.

Ahora lleva y aprueba en el Congreso una Ley de “Pago Soberano” abriendo un fideicomiso en nuestro país, mostrando que lo soberano para este gobierno es pagar una deuda ilegitima y fraudulenta ¡pero en Argentina! No sólo eso: también introduce un artículo donde se autoriza la prórroga de jurisdicción de otro país: en este caso Francia. Éste es el primer caso que le da jerarquía de ley positiva a una prórroga de jurisdicción en materia de deuda externa. Este artículo es absolutamente anticonstitucional.

Y también, para dejar desorientados a miembros del “progresismo”, introduce un artículo donde crea la Comisión Bicameral Permanente de Investigación del Origen y Seguimiento de la Gestión y del Pago de la Deuda Exterior de la Nación desde 1976. Hasta allí estaría muy bien, si no fuera que ya se pagó la deuda con el FMI, Banco Mundial, Club de París, y sucesivos canjes sin investigar u ocultando el trabajo de Alejandro Olmos y el fallo del juez Jorge Ballesteros.

Por todo esto, adquiere plena vigencia y es la respuesta a la actual coyuntura la de suspender el pago, investigar y no pagar la deuda ilegítima y fraudulenta. Esta posición debe ser parte de un programa anti-imperialista y anti-terrateniente. Muy diferente a la del gobierno, que busca cumplir “con dignidad”.

Por eso, condenamos en primer lugar la deuda, su carácter y acreedores, criticando firmemente al Gobierno por buscar por todos los medios pagar con el agravante de estar en medio de una crisis donde se podría volcar esos miles de millones de dólares a las urgencias populares, generando puestos de trabajo y poniendo en marcha la industria nacional.


Asamblea de trabajadores del ferrocarril Sarmiento que resolvió parar el 28/8.

Seguir el plan de lucha
El paro activo del 27 y 28 de agosto se hizo sentir en las grandes ciudades. Los cortes de rutas, una vez más, volvieron a ser importantes para que se haga sentir la medida de fuerza y para que los que se ven obligados a trabajar, por las carnereadas de sus gremios, no pudieran llegar.

El eje del Gobierno nacional, que utilizó la CGT oficialista y la CTA de Yasky para decir que “estamos siendo atacados por los buitres y los yanquis, por lo tanto no es momento de parar”, no logró penetrar en grandes sectores de trabajadores que buscaron la manera de hacer sentir la bronca más allá de que su gremio no parara. Así fue por ejemplo en el subterráneo de Buenos Aires. Lo mismo pasó en muchas terminales automotrices, donde la ausencia fue muy grande, admitido por el propio jerarca del SMATA Pignanelli.

La UTA no paró pero los pocos colectivos iban semi-vacios. El gremio de La Fraternidad (conductores de trenes) paró junto con seccionales combativas de la Unión Ferroviaria, como la Oeste.

El paro abrió un debate alrededor de la profundidad de la crisis y el chantaje de las patronales y las direcciones sindicales traidoras que aprietan y meten temor a los trabajadores frente a la ola de despidos.

Hoy los jerarcas del SMATA y la UOM admiten más de 1000 despidos pero condenan el papel de los delegados combativos y se jactan de que habrían acabado con esas direcciones, mostrándose satisfechos frente a sus patrones. Particularmente Pignanelli del SMATA en Gestamp y en Lear. Y ahora Randazzo en el Ferrocarril Sarmiento, con la causa armada para pedir el desafuero a los delegados, muestra un salto en calidad del Gobierno, los monopolios y los jerarcas contra los delegados combativos preanunciando el camino represivo frente a una crisis que se va agravar.

Frente a esta situación, urge la continuidad del plan de lucha nacional con paros y cortes de ruta, y en lo inmediato garantizar la campaña y movilización a Plaza de Mayo el próximo 17 de septiembre en defensa de los delegados del Sarmiento y contra la criminalización y persecución a los delegados combativos.

  • 11/9 - 16hs | Movilización al Ministerio de Trabajo: Reincorporación de todos los despedidos en Lear
  • 17/9 - 16hs | Marcha a Plaza de Mayo: Contra el desafuero a delegados del Sarmiento y la persecución a todos los luchadores
  • 18/9 - 17:30hs | Marcha desde Pza. Moreno en La Plata: 8 años sin Julio López - No olvidamos