Luego del lockout patronal de la empresa, el lunes 18/8 los delegados lograron entrar a la fábrica. Después de varias maniobras de la empresa, a las 10hs logran entrar a la planta y repartir un boletín explicativo de por qué la asamblea convocada en esas condiciones para el día siguiente era ilegítima. En ese contexto se dan una cantidad de provocaciones de la gente de la Verde. Cada vez que se da esa situación, se para la producción. El miércoles el sindicato realizó la “asamblea” dentro de la empresa, con la planta rodeada por 1500 efectivos de la Bonaerense y Gendarmería, la presencia de Pignanelli, patotas y los veedores de los ministerios de Trabajo de Nación y Provincia, donde, aprietes y miedo mediante, hicieron votar la destitución a los delegados.
La empresa y el sindicato, en acuerdo con el gobierno, durante todo el conflicto jugaron todo para dividir a los de adentro con los despedidos y los delegados. En condiciones muy difíciles se fueron desbaratando muchas de esas maniobras. Pero los enemigos son muy poderosos y las condiciones de la lucha muy compleja. En ese contexto, con la gran lucha desplegada y aprovechando los momentos de conflicto entre el Gobierno y los yanquis, se pudo avanzar y se consiguieron algunos triunfos como la reincorporación de 63 compañeros.
Los que la juntaron con pala quieren más superexplotación
Cuando esta Comisión Interna ganó por primera vez, la empresa y el sindicato intentaron hacerlos firmar un convenio a la baja que perjudicaría a todos los nuevos contratados. No lo logró y a partir de ahí quedó claro cómo iban a ser las cosas: la empresa y el sindicato tratando de destituir o quitarle poder a la Comisión Interna para poder superexplotar más a los trabajadores. Del otro lado, los trabajadores con la Comisión Interna enfrentando los ritmos de producción y peleando por sus derechos.
La industria automotriz pasa por una profunda crisis, tanto en nuestro país como en Brasil y el resto del mundo. Para intentar huir de esa realidad y eliminar a sus competidores, Ford busca la baja de costos a como dé lugar. Es por eso entre otras cosas que intentaron cambiar el convenio en Lear; aumentaron los ritmos de producción (al punto de que cerca de un 70% de los trabajadores tienen alguna lesión laboral, muchos ni siquiera pueden levantar a sus hijos por las tendinitis) y finalmente fueron a un proceso de importación de mazos de cables desde Lear Honduras (donde los trabajadores tienen que usar pañales porque no les permiten levantarse de la línea en todo el día). También la baja de costos incluye el cierre de las plantas que Ford tiene en Australia.
Esta empresa, que -como el resto de las terminales automotrices y las autopartistas asociadas a ellas- la juntaron con pala en estos años, ahora intentan mantener los mismos niveles de rentabilidad a costa de los trabajadores. Es por eso, justamente, que el conflicto va a seguir planteado, ahora en peores condiciones para los trabajadores porque los compañeros de la Comisión Interna perdieron sus fueros en la asamblea trucha y entre los despedidos está la mayoría de los compañeros más combativos. Precisamente por esto, la empresa sigue buscando evitar contacto entre los delegados combativos y el resto de los trabajadores de la planta.
La lucha continua
Aún quedan compañeros despedidos y se mantiene una batalla en la Justicia para anular la asamblea que le quitó sus fueros a los delegados. Y la empresa se prepara para flexibilizar a los trabajadores, lo que traerá conflicto.
El viernes 22 una columna de alrededor de 2000 personas acompañó a los compañeros de Lear escrachar la Cámara de Comercio Argentino-Norteamericana. Esta semana será el paro de la CGT, a la que los compañeros de Lear le plantearon incluir los despidos y suspensiones en el programa. La lucha será por votarlo en los lugares de trabajo y hacerlo activo.