sábado, 13 de septiembre de 2014

Nuevos amigos y enemigos del PTP-PCR

[Vamos! Nº36]  Respuesta al congreso de la JCR.



El PCR dió a conocer recientemente las resoluciones y debates del congreso de su organización juvenil JCR (Hoy Nº1433). Entre las mismas destacó la expulsión de Sofía Rocha, “Ian”, el secretario de Bahía Blanca y Martín Bustamante, cuando pasaron ya veinte meses desde nuestra ruptura con el PCR y la constitución como Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario (CR). En su semanario argumentan que “en el recorrido de su actividad, la fracción dejó en claro que su objetivo es atacar y destruir a nuestro Partido y la Juventud”.
Así etiquetan para no explicarles a su Juventud las pruebas y los numerosos argumentos que presentamos y ponen en evidencia  la línea oportunista de derecha que pasó a predominar en la dirección del PCR. No trabajamos para romper el Partido y la Juventud. Por el contrario, rompimos con el PCR cuando entendimos que cambió su carácter de clase y para no transformarnos en una fracción. Hoy, veinte meses después de nuestra constitución, la insistente referencia como “fracción” por parte del PTP-PCR es un intento de ocultar los debates que derivaron en nuestra ruptura y la negación de que hemos constituido otra organización. Quienes conformamos el Comunismo Revolucionario (CR) -entre quienes están los compañeros recientemente expulsados de la Juventud del PCR- hemos defendido una línea revolucionaria en el PCR hasta cuando fue posible. Cuando rompimos, dejamos en claro nuestros motivos (ver documento “Nuestra ruptura con el PCR y la reconstrucción del comunismo revolucionario”, 2013).
Junto con esto, observamos como van consolidando como línea nacional su política de alianzas en la universidad con un claro ejemplo: Según se afirma en su resolución, la Franja Morada sería expresión de la pequeño-burguesía o de la burguesía nacional y, en el mismo sentido,  sería equivocado señalar como reaccionarios a la mayoría de los rectores. Por otro lado, como no se hace distinción entre la base de esa fuerza y su dirección y direcciones intermedias, no trabajan para hacer entrar en contradicción a su base con su dirección, porque son aliados de su dirección. Así hicieron explícito el cuestionamiento a la línea que predominó en JCR y la CEPA hasta 2009.
De esta manera niegan, por ejemplo, el acuerdo de Franja Morada y la gran mayoría de los rectores de las universidades con lo esencial de la política educativa del Gobierno nacional, expresada en la acreditación de las carreras a la CONEAU y en los bajos presupuestos. (¿La universidad habrá dejado de ser parte del Estado oligárquico-imperialista y se habría convertido en una isla democrática?)
Franja Morada es el brazo estudiantil Unión Cívica Radical, una relación para nada oculta. Según publicó Clarín, “gracias a los buenos oficios de [el operador radical] Enrique ‘El Coti’ Nosiglia” el presidente de la FUA y militante de Franja Morada, Arturo Pozzali, compartió un asado con los sindicalistas cegetistas opositores (ver Clarín, 1/9/2014). La UCR, más allá de sus orígenes, hace tiempo que es expresión de sectores de burguesía intermediaria.
Entonces, la Juventud del PCR con sus resoluciones valida su política de alianza con Franja Morada (y la UCR), como se vio en el frente que hicieron en San Juan en 2009 (algo que nunca había ocurrido) o en el acuerdo que tomaron en el último Congreso de FUA para desconocer los centros de estudiantes de Arquitectura e Ingeniería de la UBA. Curiosa “línea de masas”, que nada tiene que ver con una posición antiimperialista. En realidad se trata de la expresión en la universidad de la línea de frente opositor anti K sin programa que impulsa el PTP-PCR. Lo curioso es que así no sólo concilian con la derecha opositora, sino también con cuestiones esenciales de la propia política oficialista.