El acuerdo Cristina-Zanini-Scioli
El acuerdo de la fórmula del FpV Scioli-Zannini pateó el tablero electoral y puso de manifiesto la voluntad de continuidad del modelo pro-imperialista, agro-minero-exportador en alianza estratégica con el imperialismo chino y ruso en los próximos años.
La figura de Carlos Zannini en la fórmula no es la de cualquier vicepresidente: es el garante de los acuerdos con el imperialismo chino en nuestro país. Un ex afiliado a Vanguardia Comunista que supo cultivar la relación con el gobierno chino cuando éste era socialista y la mantuvo luego con los revisionistas, una vez que estos tomaron el poder con Teng Siao Ping tras la muerte de Mao Tse-tung hasta el día de hoy.
Zanini es un operador en la sombra del kirchnerismo, de la “mesa chica”, con influencia sobre los jueces, políticos, empresarios y con capacidad de armar operaciones sobre las fuerzas y dirigentes populares, sosteniendo al propio Milani con presupuesto para hacerlo.
Daniel Scioli, de distinto origen, comparte estos acuerdos como se evidenció en la reunión del ministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, y el embajador de China en Argentina, Yang Wanming (ver recuadro).
El acuerdo de CFK, Zannini y Scioli reafirma la “alianza estratégica” con China y Rusia. |
Una política que agrava la dependencia
Es sabido que, a lo largo de estos 12 años, se fueron trabajando los acuerdos comerciales y estratégicos del kirchnerismo en el poder con el imperialismo chino, constituyéndose en el hegemónico entre los intereses imperialistas en nuestro país.
Al conocerse los acuerdos comerciales y de infraestructura con este imperialismo, se lo llamó con justeza un “nuevo pacto Roca-Runciman”. Pero la instalación de la base “aeroespacial” en Neuquén muestra hasta qué punto llegan esos acuerdos y el peso de este imperialismo en el país y la región. Ahora, el propio gobierno chino se ocupó de dejar en claro, mediante un documento que se hizo público, el carácter militar y los objetivos de defensa de ese emprendimiento en nuestro territorio.
También se dio un salto en las relaciones económicas y políticas con el imperialismo ruso conducido por Vladimir Putin.
Días atrás, en su visita a Rusia donde fue a negociar la financiación de la represa el Chihuido y abrir las negociaciones de nuevos endeudamientos para el país en este año, el ministro Kicillof expuso en el Foro de San Petersburgo y afirmó que “el vínculo más estrecho entre Rusia y Argentina no es un deseo, sino un hecho. Cuando analizamos los últimos años de comercio bilateral encontramos un sorprendente crecimiento del 1000 por ciento”. Hizo, también, una clara demarcación con la mayoría de los eventos convocados por los organismos multilaterales de crédito y el “establishment” y afirmó que “el encuentro representa una apuesta al mundo multipolar donde Rusia, China y los Brics empiezan a interactuar por fuera de los carriles clásicos de la hegemonía financiera y económica” (Página/12, 17/06/2015).
Los EEUU chantajean con los fondos buitres, buscando golpear a la economía y la cartera de créditos internacionales necesarios para el Gobierno nacional con una economía en recesión. También estuvieron junto con el Mossad atrás de la denuncia del fiscal Nisman.
Los EEUU se encuentran hoy más activos porque va saliendo lentamente de la crisis y va conquistando el autoabastecimiento de petróleo. Se lo puede ver en Ucrania, en alianza con países de la Unión Europea, en particular Alemania, donde sostienen un foco de conflicto armado. También en Medio Oriente, con bases militares en Turquía, y en el Mar de la China en el Pacífico.
Frente a esta realidad, tanto el imperialismo ruso como el chino, mientras van ganando tiempo reivindicando la “multipolaridad”, se van armando aceleradamente. Rusia –que es un importante fabricante de armamento, equipos y vehículos militares– provee además a diversos países en la región.
En nuestro país dependiente y disputado, los imperialismos tratan de encontrar entre los principales candidatos a presidente sus socios o lacayos necesarios para su rapiña.
El Gobierno nacional, desde su política que agrava la dependencia y tras una retórica antiyanqui y anti-colonialista, se alinea internacionalmente con el imperialismo chino y ruso en un mundo donde se van agravando los factores de guerra.
Frente a este escenario, las fuerzas antiimperialistas y revolucionarias trabajamos para entrelazar la denuncia de la política del Gobierno nacional –que agrava la dependencia y toma parte en la contienda imperialista– con la posición de NO ALINEAMIENTO en la disputa interimperialistas por parte de nuestro país. Sostenemos un no alineamiento activo, que significa la unidad con los pueblos y fuerzas antiimperialistas de América Latina y demás pueblos y países oprimidos para luchar contra las formas de sometimientos imperialistas como la deuda externa, exigiendo el no pago, así como el inmediato retiro de las bases militares de nuestros territorios.
Votá al Frente de Izquierda y de los Trabajadores
En Tierra del Fuego se realizaron las lecciones provinciales donde el Nuevo Movimiento para la Liberación, Lista 180, al cierre de esta edición obtenía más de 2 mil votos, instalándose como una fuerza provincial desde los reclamos y la lucha popular. Recogió un gran reconocimiento con votos en todas las mesas de la provincia. En la ciudad de Malagueño (Córdoba) el “Acuerdo por Malagueño” integrado por U.Ve. Federal y el Movimiento de la Corriente Clasista René Salamanca obtuvo más de 500 votos (7%) en una elección muy polarizada, donde los compañeros hicieron una gran campaña. En las elecciones a jefe de Gobierno y legisladores en la Capital Federal el próximo 5 de julio, llamamos a votar al FIT, donde llevamos a Guillermo Rocha candidato a legislador.
Los candidatos que encabezan la terna que va a disputar con posibilidades de hacerse con el gobierno –Scioli, Macri y Massa– son la expresión cabal de las variantes de las clases dominantes y garantizaran la continuidad del ajuste y la entrega por medio de más inflación, devaluación o de recortes.
La opción es enfrentar esa polaridad en estas elecciones desde posiciones populares como el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), con la fórmula presidencial Altamira-Giordano, y que potencie la lucha para enfrentar el ajuste que seguirá después de octubre. Una opción que recoja el sogazo que recibió el Gobierno con el contundente paro del 9 de junio, precedido por luchas emblemáticas como la de los aceiteros –que marcaron un camino para romper los techos salariales– y la histórica movilización de masas contra la violencia a la mujer en todo el país –que puso en la palestra una realidad intrínseca al capitalismo y reclamó medidas específicas urgentes–. Una opción que nos permite trabajar para desarrollar y ampliar el reagrupamiento antiimperialista y antiterrateniente necesario para la actual etapa hacia la liberación nacional y social.