[Vamos! Nº 63] Los palestinos, con piedras y cuchillos, contra la ocupación militar de Israel en Cisjordania.
Una nueva oleada de resistencia conmueve a los territorios que Israel ocupa en Palestina desde 1967, presagiando una tercera intifada (rebelión popular). Las dos anteriores se produjeron en 1987 (la llamada “guerra de las piedras”) y 2000. En la actual oleada, especialmente en Jerusalén oriental y Cisjordania, los palestinos vuelven a enfrentar con honderas y cuchillos a las ametralladoras y fusiles del ejército de ocupación.
El gobierno de Israel multiplica sus provocaciones a la población palestina, prohibiendo el acceso a la mezquita de Al Aqsa (lugar sagrado de la población palestina en la Ciudad Vieja de Jerusalén), destruyendo casas de familias palestinas, promoviendo nuevas construcciones y “asentamientos” de colonos israelíes en tierras de palestinos, y dando luz verde a repugnantes atentados racistas de esos mismos colonos como el ataque en julio a la familia Dawabsha, un matrimonio palestino con un hijo pequeño que murieron quemados en su casa incendiada con una bomba molotov.
En el último mes la brutal represión militar y policial ya se cobró la vida de 54 palestinos; más de mil palestinos resultaron heridos. Del otro lado murieron 9 israelíes. Pese a la evidencia de los números, el gobierno de Tel Aviv y la prensa imperialista califican de “agresores” a los palestinos que resisten la opresión del régimen sionista.
Diversas asociaciones palestinas —no sólo Hamas, que promueve la lucha armada contra el ocupante y es mayoritaria en la Franja de Gaza, sino ahora también Al Fatah, que dirige el gobierno palestino en Cisjordania y ya hace mucho tiempo abandonó el camino armado— han llamado a sus seguidores a manifestarse contra la ocupación israelí en nuevos “Días de la ira”.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó la semana anterior una reunión de urgencia. Hace décadas que Israel desoye todas las disposiciones de la ONU para que negocie con las organizaciones palestinas una salida política en dirección a la devolución de los territorios ocupados y la conformación de un verdadero Estado palestino que conviva pacíficamente con Israel.
Las potencias imperialistas, empezando por Estados Unidos —histórico aliado y proveedor de armas de Tel Aviv— y Rusia —que juega sus intereses en Medio Oriente principalmente a través de gobiernos y organizaciones árabes— usan a la población palestina como un peón en su propio tablero estratégico regional.
La política agresiva y expansionista israelí y la persistencia de la rebeldía palestina alienta la lucha de sectores democráticos y progresistas de Israel contra su propio gobierno fundamentalista y reaccionario. El sábado 24 de octubre, miles de personas se movilizaron en Tel Aviv contra la represión israelí a los palestinos y para exigir a su gobierno la búsqueda de una solución política al conflicto. “Deben parar inmediatamente las provocaciones que hemos visto en el pasado”, reclamaron.