[Vamos! Nº63] En las elecciones el gran derrotado fue el kirchnerismo con Aníbal Fernández. Fin de ciclo político y económico. El FIT retuvo 800 mil votos. En la segunda vuelta, vota en blanco para seguir luchando.
Más de seis horas tardó el kirchnerismo en deglutir la derrota en la provincia de Buenos Aires. Este resultado inesperado desbalanceó el resultado nacional. Hasta los opositores acérrimos de TN no salían del asombro. El gobierno fue castigado.
Voto castigo
El gobierno paga el fraude de Tucumán, su política inflacionaria, su vinculación con el narcotráfico –con Aníbal Fernández como exponente–, la frivolidad frente a los miles de inundados, la represión –como se vio en Tucumán, Mar del Plata, San Juan o Chaco– y la profunda impunidad que desnudaron las denuncias de espionajes y Milani en el estado, entre otros.
Quién más logró cosechar ese castigo fue el frente Cambiemos, un reagrupamiento heterogéneo liberal y gorila encabezado por el Pro en alianza con los radicales de la Alianza del 2001 y la Coalición Cívica. Macri cambió a tiempo el discurso poniendo como eje que hay que mantener lo bueno y cambiar lo malo. No se la cree ni él, pero logró mostrarse como opción de poder.
Más allá del resultado de la segunda vuelta, se cerró un ciclo marcado principalmente por el agotamiento del modelo económico. Esto se expresa en los más de tres años sin crecimiento, el nuevo endeudamiento y una persistente inflación. Y también por la derrota en Buenos Aires, bastión histórico del peronismo.
La escasa diferencia entre Macri y Scioli pone un nuevo escenario donde Massa se erige como un árbitro privilegiado desde el peronismo, aunque todavía no definió qué hará. Scioli buscará que los votos que castigaron a Aníbal Fernández en la provincia –muchos desde adentro del peronismo como deslizó el propio Fernández– vuelvan para la segunda vuelta y así equilibren un escenario que de lo contrario le daría al macrismo demasiado poder.
El gobierno recibió un duro golpe como responsable de una retórica que genera hartazgo, que una y otra vez contraría a los hechos. Porque no se puede hablar contra los buitres y ser pagador serial de una deuda ilegitima. No se puede hablar de la patria y tener de aliados estratégicos a los imperialistas chinos y rusos o hacer negocios con la Barrick, Monsanto o Chevron. No se puede hablar de Malvinas y permitir una base militar china en nuestro territorio. No se puede hablar de los originarios y sostener gobiernos como el de Insfrán o Capitanich que los asesina y reprime. No se puede hablar de democracia sindical sosteniendo a los jerarcas que negocian con los monopolios y persiguen a los delegados opositores. No se puede hablar de los derechos humanos mientras se criminaliza y reprime a los trabajadores y luchadores populares. ¡No se puede sostener tanta mentira tanto tiempo!
Aníbal Fernández: un lastre
El gran mariscal de la derrota del FpV es sin dudas Aníbal Fernández, el candidato a gobernador de Buenos Aires denunciado en el tráfico de efedrina y el triple crimen de Gral. Rodríguez. El “elegido” por CFK. El resultado muestra un fuerte castigo por la vinculación del jefe de Gabinete con el narcotráfico.
Recordemos también que en el prontuario de la “Morsa” Fernández hay denuncias por narcotráfico desde sus años de Intendente en Quilmes, cuando tuvo que escapar en el baúl de un auto antes que lo lincharan. Este “todo terreno” de los gobiernos anti-populares es odiado por los asesinatos de Maxi y Darío cuando era Secretario General de la Presidencia de Duhalde, por haber negado la desaparición de Julio López y haber cubierto a los asesinos de Mariano Ferreyra y ahora de Ángel Verón en Chaco.
Por todo esto hubo muchos votos al Pro y el Frente Renovador por el solo hecho de castigar a Aníbal Fernández. Fue la gran resta de Scioli a nivel nacional, ya que el centro de la disputa electoral es la provincia. Además, es sabido que en muchas iglesias se hicieron cadenas de oraciones para que no ganara Fernández, evidenciando el trabajo por abajo contra el candidato de CFK por parte de esa institución.
Crisis política en el oficialismo
Los resultados significan un duro golpe al acuerdo entre la presidenta –que introdujo a Zannini– y Scioli. Esta derrota abrió una aguda crisis en el FpV y en el gobierno. Nadie quiere ser el padre de la derrota. El kirchnerismo duro, encabezado por CFK, es responsable directo, ya que fue ella en persona y en la Rosada donde armó y digitó las listas.
Este acuerdo cuenta con el beneplácito de los estados imperialistas, en particular de China y Rusia, ya que se respetaría en lo fundamental los acuerdos comerciales y estratégicos que se vienen llevando adelante en los últimos años. También los dirigentes sindicales, empresariales y agrarios venían mirando las encuestas, acercándose al candidato del FpV. Todo esto se verá el 22 de noviembre.
Votá en blanco
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) hizo una buena elección, superando por más de 100 mil votos la elección de las PASO de agosto, conquistando el cuarto puesto en el orden nacional. En muchas provincias la polarización hizo que no creciera más pero así y todo superó las expectativas. El FIT recogió votos de los que vienen luchando, también de los que se alejaron frente al acuerdo de Stolbizer con Massa o Macri en varios distritos y votos del FpV que no se tragan con Scioli o Aníbal Fernández.
El buen resultado fortalece el reagrupamiento que empuja la lucha, como se vio en el Encuentro de Mujeres en Mar del Plata, en el Encuentro Sindical Combativo, en la denuncia contra la criminalización de la protesta y en la recuperación gremial. Aunque esto no debe ocultar sus limitaciones graficadas entre otras cuestiones en su escaza amplitud de su política frentista. Ampliar este reagrupamiento es una de las condiciones frente a los tiempos que vendrán que estarán atravesados por luchas muy duras y de gran combatividad.
Desde el Comunismo Revolucionario motorizamos de manera activa el voto en blanco en la segunda vuelta del 22 de noviembre, ya que tan sólo está en juego qué administrador será el que profundice el ajuste, la represión y la dependencia de nuestra patria. También el voto nulo y la abstención deslegitiman el ajuste. Porque nuestro objetivo es sumar fuerzas para la liberación.