[Vamos! Nº 63] Santa Cruz.
Organizados a través de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), cerca de mil trabajadores del Yacimiento Carbonífero Río Turbio mantienen un conflicto desde hace casi un mes. “Nosotros estamos acá parando a la empresa, porque el interventor quiere manejar a YCRT como un patrón de estancia”, sostuvo Alejandro Garzón, secretario general de ATE Santa Cruz.
Sobre los reclamos, detalló: “Se está pidiendo la desafectación del gerente de Explotación, Fernando Lisse, el interventor de Río Gallegos, Aramini, que se resuelva de una vez la constitución de la empresa carboeléctrica; que no se dé lugar a que Isolux se quede por diez años con la concesión de la usina y que se ocupe mano de obra de este yacimiento y que se provea de herramientas y máquinas a los sectores que hoy están sin trabajar por falta de elementos, mientras Ozuna [Atanasio Pérez Ozuna, el interventor de YCRT] y sus funcionarios contratan en forma directa a empresarios, como Ivovich, que ganan fortunas en un año para hacer trabajos que se podrían hacer por administración”.
Los trabajadores denuncian los millonarios contratos que se ceden a empresario amigos del gobierno K, como es el caso de Jorge Ivovich, que en dos años recibió 35 millones de pesos, mientras los obreros no tienen insumos, los vehículos son viejos y los repuestos y las herramientas las subcontratan afuera pagándolas mucho más caras.
En una asamblea de más de mil trabajadores, el martes 20 de octubre se decidió un paro por tiempo indeterminado en todos los sectores del yacimiento. Es la medida más importante desde que ocurriera el derrumbe de la Mina 5 en junio del 2004. El conflicto a su vez desnuda la realidad de la provincia, a diferencia de las campañas de Máximo y Alicia Kirchner, que han hecho su campaña alrededor de los supuestos beneficios y potencialidades del yacimiento.