El pasado 23 de abril se conoció el pedido de pase a retiro por parte del general Julio César Milani. Acusado por participar en secuestro y desaparición de personas durante la dictadura, fue ascendido, designado como jefe de Ejército y sostenido en su cargo por el kirchnerismo mientras pudo. Es un ejemplo paradigmático de los miles de represores que permanecen en las fuerzas de seguridad sin ser condenados por sus crímenes de lesa humanidad. Ante una intensa campaña popular en su contra y una vez cerrado el acuerdo electoral con la fórmula presidencial Scioli-Zannini y con las Paso cada vez más cerca, el Gobierno optó por su pase a retiro.
El empeño que demostró el gobierno en sostener a Milani en los últimos dos años, a pesar de las contundentes evidencias en su contra, se explica por su rol en la reorganización de un aparato de Inteligencia dirigido al espionaje interno y las perspectivas creadas por la nueva Ley de Inteligencia. En este marco se desató la ofensiva del kirchnerismo, agudizando la lucha en el seno del Estado de las clases dominantes, que barrió a Jaime Stiuso de la ex SIDE, hoy radicado en EEUU tras haber sido estrecho colaborador del fiscal Nisman en la denuncia contra CFK por encubrimiento en la causa AMIA.
La lucha popular en todo el país dejó expuesto al genocida Milani y fue horadando el doble discurso kirchnerista. Además ayudó a señalar a otros sectores de clases dominantes, como los diarios Clarín o La Nación, que si bien embistieron contra el militar, también están manchados con sangre de la represión dictatorial. Ahora, estos medios ponen el acento del pase a retiro sólo como una “pelea de palacio” entre Carlos Zannini y César Milani. La lucha popular logró abrir una grieta en el oficialismo y obligó al Gobierno, tras el acuerdo con Scioli, a sacarlo de la escena electoral.
Intentan evitar su citación
Luego de su pase a retiro se conoció la noticia de la recusación del fiscal Gómez que actúa en la causa contra Milani por la desaparición del soldado Ledo en Tucumán. El juez de la causa, Bejas, fundamentó el apartamiento del fiscal considerando que éste había “perdido objetividad”, todo a pedido de la defensa de Milani.
Como denunció la hermana del soldado desparecido, Graciela Ledo, lo que está en juego en realidad es la citación de Milani para que declare como acusado en la causa. “El fiscal subrogante Gómez tenía preparado el pedido de llamado a indagatoria del general Milani, en ese momento la defensa pide su recusación que es aceptada por el juez Bejas”, expresó.
Si bien el pase a retiro es un logro que abre una nueva etapa, ahora sigue siendo necesaria la movilización popular para que exigir la inmediata citación a indagatoria de Milani, que el Gobierno no lo “recicle” en la AFI o en otro ministerio o secretaría, el desmantelamiento del área de Inteligencia que estaba a su cargo, la anulación de la Ley Antiterrorista, y justicia por Alberto Ledo y los 30 mil compañeros.