miércoles, 22 de julio de 2015

Editorial | Si hay ajuste y entrega, hay lucha


[Vamos! Nº56] El gobierno griego se arrodilló frente a la Troika y el argentino volvió a emitir nueva deuda para pagarle a los monopolios del petróleo. Los trabajadores y el pueblo no se resignan.


Enseñanzas de Grecia
El caso griego muestra una vez más el arma de dominación imperialista que significa la deuda externa, en este caso a través de la Troika europea. Y quedó claro la falacia de buscar el enemigo sólo en el llamado “capital financiero”, ya que los negociadores directos son los primeros mandatarios de la Unión Europea.

Quedó en evidencia también –como en nuestro país– que no puede haber dominación extranjera sin lacayos internos. En relación a esto señalamos en Vamos! Nº55 las intenciones que perseguía el gobierno griego –y en particular de su presidente Tsipras– con el referéndum, buscando un No fuerte para negociar en mejores condiciones una reestructuración de la deuda. Esta posición recogió el apoyo del gobierno kirchnerista. Ahora, luego del acuerdo se llamaron a un silencio vergonzante.

El No ganó por amplia mayoría. Pero como los acreedores son viejos buitres de buen olfato, sabían que las intenciones del gobierno griego no era plebiscitar medidas soberanas. Entonces, como a gallina a punto de ser cadáver, le apretaron el pescuezo a Tsipras haciéndole saber que las condiciones no las pone Grecia... y fueron a fondo. Y acertaron porque el gobierno cedió y traicionó al pueblo.

El ajuste es brutal ya que modifica la jubilación, el IVA, y se privatizan los aeropuertos y la energía que están en manos del Estado. 





La geopolítica y la disputa interimperialista
Ahora, luego del acuerdo con la Troika, se pueden observar las cuestiones estratégicas que estuvieron y están en juego, ya que la crisis política se ha profundizado y no se trata sólo de cuestiones económicas.

Tsipras se acercó en medio de la crisis a Moscú tratando de encontrar alguna ayuda económica del imperialismo ruso. Pero este mostró dificultades, ya que viene de su crisis del 2014 y no puede sumar mayor tensión con Europa y los EEUU de las que ya tiene (particularmente en Ucrania).

Por otro lado, el gobierno de Syriza mantuvo los contratos firmados con monopolios chinos como COSCO: la mayor empresa del sector portuario en China, que ha invertido 5.380 millones de dólares en el arrendamiento de la gestión durante 35 años de dos embarcaderos del Puerto del Pireo. Grecia es una pieza clave en el transporte de las mercancías chinas hacia los mercados europeos y africanos. Como Europa es el principal mercado de China en el mundo, este imperialismo trabajó activamente para que Grecia no saliera de la Unión Europea.

El acuerdo ha pasado en el Parlamento a un gran costo político para el gobierno, con miles de manifestantes en las calles, duramente reprimidos, y con convocatorias a la huelga general por parte de los gremios del sector público.

El presidente de los EEUU, Barack Obama, planteó en medio de la crisis tener en cuenta la geopolítica, ya que en el caso de una situación de descontrol social y político podía poner a Grecia fuera de la eurozona y fuera de la OTAN. Esto favorecería a la influencia de Rusia y debilitaría seriamente el flanco sudeste de la OTAN, en el momento en el que se centran las preocupaciones de seguridad, con una relación tensa con Turquía y la situación explosiva de Oriente Medio. El acuerdo trajo algo de alivio pero a un costo muy alto con derivaciones inesperadas.

Esta geopolítica a la que recurre el presidente de EEUU, está vinculada a una situación internacional donde las contradicciones se van agudizando entre las potencias imperialistas y las naciones y pueblos oprimidos. Grecia es una muestra de que en la Unión Europea no son todos iguales. También se han agudizado de manera sustantiva las contradicciones interimperialistas.

La última reunión de los Brics en Ufá (Rusia) y el lanzamiento del Nuevo Banco de Desarrollo con un capital declarado de 100.000 millones de dólares muestran los reagrupamientos que se van desarrollando en el mundo que buscan contrapesar al poderío económico, político y militar de los EEUU. Reagrupamientos heterogéneos que son hegemonizados por estados imperialistas como China o Rusia.

El Papa, liderando la Iglesia Católica, juega un rol activo en esa disputa ya que ubica a la “ambición desenfrenada de dinero” (en alusión a los EEUU y sus socios) como los problemas del sistema, mientras omite en esos problemas a otros imperialismos como Rusia o China.

El propio Papa advierte que en el mundo aumentan las tormentas de guerra. Es marcada la agresividad de los EEUU en diferentes regiones y países. Los EEUU han incrementado a 40 mil efectivos militares su presencia en Ucrania bajo el paraguas de la OTAN. También están haciendo ejercicios militares en ese país. La principal potencia imperialista cerca a Rusia, mientras desarrolla su contradicción de fondo con China.

En este sentido, la noticia la ha dado Japón –aliado de EEUU y mayor propietario de islas frente al mar meridional de China– ya que ha aprobado una Ley que le permite desplegar su ejército fuera de su país en defensa propia y de sus amigos. Este es un hecho histórico ya que está prohibido por la constitución aprobada en 1947 luego del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, del que el próximo 6 de agosto se cumplirán 70 años.

Acá también se paga
El gobierno argentino continúa emitiendo deuda, esta vez a través del Bonar 24, efectivizado a través del Decreto 1330 que dispuso la emisión de nueva deuda en dólares por 784 millones de dólares. El gobierno la utilizará principalmente para pagar deuda de petroleras privadas como Panamerican Energy (550 millones de dólares), la china CNOOC, Pluspetrol, Sinopec, entre otras. Se trata de pagos por un plan de subsidios a la producción que se había puesto en marcha en el 2008. Este nuevo hecho pone de manifiesto que no sólo se es pagador serial con los tenedores de bonos y los “organismos de créditos”, sino que también se emite deuda para pagar a los monopolios imperialistas. En esto, ¿cuál es la diferencia con Grecia?

Corrupción más impunidad
El escenario de disputa entre el Ejecutivo y los sectores rivales se ha trasladado a las denuncias de corrupción y el embate contra jueces opositores como Claudio Bonadio.

Esta lucha muestra dos cuestiones. Por un lado, que la corrupción es intrínseca al kirchnerismo. Hasta los secretarios y choferes terminan millonarios (para que no digan que no hay “distribución de la riqueza”). La causa Hotesur es sólo la punta de un iceberg tan grande como el que hundió al Titanic. Por otro lado, con la separación de la causa al juez Bonadío y la bajada de Cabral, quedó en claro la hegemonía lograda por el kirchnerismo y sus aliados, que han incrustado a decenas de fiscales y jueces en los juzgados para garantizarse impunidad.

El pueblo y las elecciones
Los choferes de la línea 60 mantienen la lucha y marcan un camino para enfrentar los despidos de empresas como Dota, subsidiadas por el Estado y amasando fabulosas ganancias.

¿Cuántos candidatos de los que disputan el poder se preocuparon por los choferes de la línea 60? ¿Cuántos por los 5 mil trabajadores de “Cresta Roja”, la segunda mayor empresa avícola que anunció que se va del país? Ninguno. Sí proliferan las denuncias cruzadas, allanamientos y operaciones que muestran que lo que está en juego no es un modelo popular o uno antipopular, sino la hegemonía dentro de las clases dominantes.

Macri encabeza uno de esos polos. Al cierre de esta edición trataba de mostrar la mejor cara, tratando de levantar los ánimos por el piso de sus partidarios luego de conocerse el resultado de las elecciones en Capital Federal, elección que es la virtual largada de su candidatura presidencial. Pero el resultado en su distrito fue que el PRO ganó por una diferencia de tan solo 3% sobre Martín Lousteau aliado del Coti Nosiglia (UCR). Un balde de agua fría para el arranque de la campaña nacional del PRO.

En estas elecciones los comunistas revolucionarios llamamos a votar al Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Lo hacemos porque trabajamos para consolidar la unidad de los que luchan, mientras vamos forjando el reagrupamiento para la revolución de liberación nacional y social en todos los terrenos, necesaria para terminar con las clases dominantes y su Estado.