Aún no amanecía y nos fuimos concentramos en la puerta de acceso de Mega. Había compañeros de distintos turnos y empresas. El frío se hacía sentir, entumecía las manos, pero no nuestra voluntad. Ya a las 5hs, con el cambio de turno, comenzó el movimiento. Cada trabajador que entraba o salía recibía un volante con la consigna “Sí al Convenio Colectivo”. Para las 7hs los bombos de la banda se mezclaba con las bombas de estruendo y las gomas haciendo sentir el calor de esta lucha.
Era el jueves 22 cuando comenzó la concentración, que se extendió durante dos días con un acampe por la noche. Reclamamos que la empresa inicie la discusión de un Convenio Colectivo de Trabajo con el Sindicato del Personal de Industrias Químicas, Petroquímicas y Afines de Bahía Blanca (SPIQPyA).
Por Convenio Colectivo
Los trabajadores de Mega, al no tener Convenio, no tienen nada por escrito y sólo se hace lo que quiere la empresa. Sin Convenio Colectivo de Trabajo no hay garantías para condiciones de trabajo, horas extras, ropa, seguridad, etc. Por eso es un tema de principios para los trabajadores y para nuestro Sindicato.
La empresa Mega cuenta con una mayoría accionaria de YPF (ver recuadro). Si bien hemos avanzado en discutir convenio con contratistas que hacen trabajo en Mega, la empresa utiliza distintos argumentos y se niega en los hechos la discusión de la actividad de producción que está bajo su tutela.
Justamente por su negativa a discutir convenio, el parazo y la importante movilización del 10 de abril tuvieron el palco de cierre en las puertas de Mega. Ya vencidos los plazos acordados con la empresa para comenzar la negociación de Convenio Colectivo en marzo de 2014, los trabajadores definimos en la Comisión Directiva primero y luego en un Plenario de Delegados movilizar a las puertas de la empresa Mega hasta que se logre el inicio la discusión.
Dos días
Al correr de la mañana la decisión de plantarnos se hizo notar. La cantidad de trabajadores en las puertas de acceso y la instalación de carpas y baños químicos ponían en claro la firmeza de la protesta.
Por su parte, la empresa dejó saber que dio franco a los que trabajan afiliados al Sindicato de Gas, para proteger al pequeño grupo que utiliza como excusa para no discutir. La jornada se había sentido.
Por la tarde fue creciendo el número de los que venían al salir de sus trabajos y se sumaban al ruidoso y compacto grupo plantado en la puerta de Mega. La presencia en todo momento de los delegados, las comisiones internas, la Comisión Directiva y el secretario general, Julio Leguizamón, nos reforzaba el espíritu de lucha de los compañeros.
Por la noche el frío recrudeció pero el entusiasmo fue más. Entre mates y charlas, con la presencia de trabajadores de empresas chicas, grandes, contratistas y efectivos derrotamos una vez más a los que nos decían que no se puede. Pudimos poner el interés de todos los trabajadores por encima de los problemas de cada uno.
Gerentes en fuga
El bloqueo en la puerta de la fábrica no impedía el ingreso, a pie. El Gerente General de planta y algún supervisor fueron recibidos con un “especial” saludo de los trabajadores, que seguramente mantendrán en sus recuerdos. Para una empresa con sede de Recursos Humanos en Buenos Aires, con gerentes “sangre azul” que no se dignan a ponerse a tiro de los que producimos las riquezas con las que pagan sus sofisticadas oficinas y sus abultadísimos sueldos, estas medidas son vistas como salvajes. La nutrida concurrencia hacía sentir el rigor de la protesta.
Por la tarde del jueves corrieron los rumores de que los jerárquicos y algunos más se iban en lanchas de Prefectura, para evitar la concentración obrera en la puerta de Mega. Profertil había habilitado sus instalaciones para permitir el escape. Así, además, evidenciaron los acuerdos que tienen entre estos monopolios exportadores.
La mañana del viernes anunciaba una dura jornada. Los trabajadores de Profertil respondieron a la complicidad de la empresa con Mega tomando medidas gremiales en su planta, poniendo de manifiesto una vez más la unidad de clase. Apenas pasadas las 5hs se fue multiplicando la cantidad de compañeros en la puerta de Mega. Nuevamente éramos muchos haciendo el aguante.
Primer acuerdo
La medida en Profertil y la contundencia en la puerta de Mega cerraban las posibilidades para estirar el tema y desgastar esta lucha. Comenzaron las llamadas y la negociación. Los emisarios se llevaban la misma respuesta: queremos discutir con la empresa directamente.
Hubo un primer acuerdo, que rompió el hermetismo de la empresa, para que entraran por la puerta de Mega las combis con los trabajadores y los jerárquicos. Resulta que, si bien podían entrar, la presión que ejercía la movilización pudo más que su orgullo.
Ya para el mediodía el acuerdo había llegado: la reunión de la empresa con el Sindicato tenía fecha. Julio Leguizamón, en su discurso de cierre, reafirmó que hicimos una “demostración de fuerza” y se ganó el compromiso de iniciar la discusión, que hasta ahora estaba cerrada.
Los trabajadores petroquímicos dimos un paso importante en la defensa de un principio fundamental: la lucha para que ningún trabajador este fuera de un Convenio Colectivo de Trabajo. Nunca pensamos que esto vaya a ser fácil para los trabajadores.
Corresponsal