El miércoles 28/5 pasado los compañeros de Lear se encontraron en la puerta de la fábrica con una inmensa cantidad de gendarmes al costado de la Panamericana. Al entrar se desayunaron que habían suspendido a 220 trabajadores del turno mañana y 110 del turno tarde por tiempo indeterminado con el 75 por ciento del sueldo. Una vez más la empresa decidió recortar por el lado de los trabajadores.
Esto ocurre en el medio del conflicto de Gestamp. El trasfondo es la crisis automotriz que ya azotó a varias autopartistas y automotrices del país, sobre todo las ligadas a la exportación a Brasil como Volkswagen. En cambio empresas como Ford, a la cual le provee Lear, no habían mostrado una baja de producción. La Comisión Interna de Lear hace tiempo que viene denunciando que existe un acuerdo entre las empresas y el Gobierno nacional para importar mazos de cable (que es lo que ellos fabrican). Hablan de alrededor de 57.000. Este factor sería el causante de la baja producción.
En una fábrica donde los trabajadores lograron dar una larga lucha contra el sindicato entreguista del SMATA, barriendo a sus delegados e imponiendo una Comisión Interna combativa, intentan desarmar cualquier tipo de organización. Ya habían arrancado a ofrecer retiros voluntarios a principio de año. Pero, si la producción no desciende en la terminal a la cual proveen y hay acumulación de stock por importación, el problema central es el ejemplo de lucha. Eso es lo que quieren derrotar el Gobierno, los empresarios y el SMATA, mientras profundizan aun más la dependencia de nuestra industria y hacen recaer la crisis por el lado de los trabajadores.
La respuesta fue un corte en Callao y Corrientes para luego marchar al Ministerio de Trabajo. Concurrieron gran cantidad de trabajadores de la planta y de otras empresas, junto con centros de estudiantes y organizaciones políticas. El Ministerio se negó a atenderlos.
Los trabajadores vienen denunciando hace tiempo la importación por parte de la empresa de los mazos de cables. Es por eso que junto con distintos diputados realizaron un proyecto para “solicitar a la ministra de producción Débora Giorgi (…) información sobre los movimientos económicos de la empresa”. Todo esto en el camino de esclarecer la baja integración nacional que tienen los autos ensamblados en nuestro país.
Hay un camino para frenar las suspensiones y los despidos. La lucha de Valeo en Córdoba y la de Gestamp en Escobar lo vienen demostrando. Que estos monopolios imperialistas, que generaron super ganancias en estos últimos años, hoy ganen menos y garanticen la fuerza laboral de todos los trabajadores. Y que dejen de importar lo que se puede producir acá.