Con una nueva movilización desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta la Plaza de Mayo, el martes 17 de junio volvió a sonar fuerte el reclamo por la absolución de los trabajadores petroleros de Las Heras. Se cumplió un nuevo año del inicio del juicio que culminó condenando, sin pruebas y con torturas incluidas, a once trabajadores -cuatro a prisión perpetua y el resto con penas de hasta cinco años- por la muerte del policía Sayago en una pueblada en 2006 en el marco de la lucha contra el impuesto al salario.
Convocada por el Comité de Apoyo por la Absolución de los Petroleros de Las Heras, decenas de organizaciones de derechos humanos, gremiales, estudiantiles, sociales y políticas marchamos una vez más, entre ellas el Comunismo Revolucionario (CR). Se denunció y exigió al Gobierno el desprocesamiento de los más de 7.000 luchadores populares, la libertad a los presos políticos, el rechazo a la criminalización de la protesta, el fin de las suspensiones y despidos, y contra la represión y las leyes antipiquetes. Un lugar especial tuvo el reclamo por la reincorporación de los obreros de Gestamp y la lucha de los trabajadores de Paty, que fueron desalojados de la toma de la planta al mismo tiempo que se desarrollaba la marcha.
En un material para difusión realizado recientemente por el Comité por la Absolución, luego de hacer un recorrido por todo el conflicto, se plantea respecto de la condena: “Los jueces fundamentaron sus condenas basándose solo en uno o dos testimonios por trabajador condenado y sin ninguna evidencia material. (…) ¡Cuánta ceguera mental hace falta para no ver que los jueces no tienen ninguna intención de hacer lo que ellos llaman justicia! ¡Cuán obvio es que solo les importa castigar a los trabajadores y desmantelar su lucha!”.